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lunes, 18 de abril de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 383

Capítulo 383. Cálida y Fría (1)


Ante la propuesta del Barón Lant, Rashta le pidió tiempo para pensar.

"Me gustaría pensarlo con más calma."

El Barón Lant habló con preocupación,

"No queda mucho tiempo, Su Majestad."

Una vez que el juicio contra el Vizconde Roteschu terminara, Rashta podría ser acusada como cómplice. En ese momento habría más ojos puestos en ella, por lo que no sería fácil escapar.

"Quiero tener mucho cuidado porque si sale mal, acabaré en una situación aún peor."

"Cuando la vida está en juego, hay que tomar decisiones rápidas."

"Aun así, no puedo permitirme cometer un error por tomar una decisión rápida."

Después de que el Barón Lant se fue, Rashta continuó reflexionando.

'Me encuentro en esta situación por confiar en otras personas, ¿puedo realmente confiar en el Barón Lant?'

Ella pateó la silla en la que estuvo sentado por última vez el Duque Elgy. La silla se estrelló contra el suelo.

Rashta resopló y se sentó en el sillón mientras se pasaba la mano por la cicatriz de su frente.

Aunque tenía dudas sobre si podía confiar en el Barón Lant, incluso si lograba escapar, surgirían otros problemas.

Si huía, no podría quedarse en el Imperio Oriental porque los hombres de Sovieshu no tardarían en encontrarla. Su única opción sería marcharse al extranjero. Para recibir ayuda como inmigrante, necesitaba un documento que certificara claramente su identidad y lugar de nacimiento.

Aunque no viviría como una esclava sin esto, le resultaría difícil conseguir un buen trabajo. Dejando de lado el dinero necesario para establecerse en un nuevo país, tendría dificultades para llegar a fin de mes.

Podría comprar una identidad más adelante incluso con una pequeña cantidad de dinero, pero era complicado ahorrar sin un buen trabajo.

Si se descubriera que era la emperatriz fugitiva, el castigo que recibiría sería aún mayor.

'Reina Christa.'

Los ojos preocupados de Rashta se fijaron en los bordes de los periódicos que sobresalían de un cajón.

Rashta abrió el cajón, sacó el periódico que contenía noticias del Imperio Occidental y lo desdobló.

En éste había salido la noticia de que la Reina Christa, que se fue a Compshire, se suicidó porque estaba resentida con su familia.

Rashta se detuvo en el artículo por un momento, luego puso el periódico de nuevo en el cajón y lo cerró.

Si la Reina Christa se hubiera marchado tranquilamente a Compshire, aunque perdería poder e influencia, habría vivido cómodamente con el afecto y la simpatía de la gente.

Pero en vez de elegir ese camino, optó por arriesgar su futuro. El resultado fue una muerte miserable.

Rashta se mordió los dedos con nerviosismo.

'Aceptar la propuesta del Barón Lant de escapar del Palacio Imperial... no sería como seguir los pasos de la Reina Christa. Ya que ocupo la posición de emperatriz, nunca recibiré la muerte como castigo. Si tiro todo por la borda para escapar, ¿no recibiré un castigo mayor si me descubren?'

Además, todavía le quedaba una carta por jugar para intentar llegar a un acuerdo con Sovieshu.

'Primero tendré que visitar a Su Majestad.'

***

Mientras tanto, Sovieshu estaba pensando en cómo lidiar con Rashta.

Sentía una presión tan fuerte en el pecho que ni siquiera podía sentarse. Caminaba por la habitación de un lado a otro con las manos en la espalda.

El Marqués Karl se mantuvo en una postura digna cerca de Sovieshu y lo siguió sólo con la mirada.

Después de moverse de un lado a otro durante un rato, Sovieshu murmuró con voz exhausta,

"Aunque podemos pasar por alto el asunto de los pagarés, no podemos renunciar al puerto..."

"¿Estás pensando en el castigo que podría recibir Rashta?"

Debido al honor y simbolismo de pertenecer a la familia imperial, sus miembros recibían castigos menos severos que los demás por cometer crímenes graves. La inmunidad no significaba que estuvieran completamente exentos de castigo, sino que había límites claros en cuanto al castigo que podían recibir.

"Sí."

Sovieshu suspiró.

"Si se anulara el matrimonio, sería posible imponer un castigo severo porque significaría que nunca fue la emperatriz, pero si vamos en la dirección del divorcio o la deposición, el mayor castigo sería encerrarla en un castillo, una isla o en una torre remota."

"Su Majestad, debe hacer que el matrimonio sea anulado por completo, para eso es necesario enfatizar que fue engañado para casarse. Sólo así podremos ocupar una posición favorable en el caso del puerto cuando se presente una objeción ante la Alianza del Continente Wol. Si se anula el matrimonio, los documentos en los que Rashta prometió el puerto al Duque Elgy se convertirán en un trozo de papel."

"Lo sé, lo sé. Pero el proceso de anulación del matrimonio toma mucho tiempo y es complicado..."

Además, Sovieshu no podía contraer matrimonio con otra mujer mientras la demanda de anulación del matrimonio estuviera en curso, lo que no era bueno para Sovieshu, que deseaba tener un sucesor.

Incluso si el matrimonio se anulaba legalmente, el templo no solía aceptar las solicitudes de anulación del matrimonio por parte de la familia imperial, ya que estaban en una posición que les permitía abusar del sistema.

Sólo hubo una vez en la historia en que un matrimonio imperial fue anulado por el templo.

"Es cierto. También hay que considerar que Rashta podría decidir arrastrarte con ella, revelando que era una esclava fugitiva y que Su Majestad la aceptó a sabiendas."

"Lo haría si no tuviera una pizca de amor por Glorym."

"La princesa... Ah, lo siento."

El Marqués Karl, que no había pensado en Glorym, se dio cuenta de que Sovieshu aún se preocupaba por la princesa.

Pero tenía razón. Glorym era todavía una bebé, así que aunque Rashta fuera castigada, no saldría demasiado perjudicada.

Sin embargo, si Rashta intentaba arrastrar a Sovieshu revelando que era una esclava fugitiva, el daño sería más bien para la princesa. Dado que no tenía nada que ver con los crímenes de su madre, sería muy cruel que de repente se convirtiera en una esclava.

"Bueno, Rashta tiró al suelo a Glorym una vez... es capaz de cualquier cosa."

Sovieshu murmuró con pesar y ordenó al Marqués Karl que se retirara.

En cuanto el Marqués Karl salió de la habitación, Sovieshu se dirigió a su oficina e inmediatamente se puso a trabajar.

Buscó el caso más problemático para centrarse únicamente en eso.

Aunque no era un alivio, había un problema relacionado con el creciente número de usureros en diferentes rincones de la capital.

Sovieshu se sumergió rápidamente en este caso.

Cuando finalmente consiguió olvidar los asuntos relacionados con Rashta, el Conde Pirnu entró corriendo en su oficina.

"¡Su Majestad! ¡Su Majestad!"

Él tenía una expresión muy sorprendida, así que a simple vista no había venido por un asunto ordinario. Por supuesto, aunque no pareciera sorprendido, sólo por la forma en que entró en su oficina se podía deducir que era asunto importante.

Sovieshu preguntó con el corazón acelerado.

"¿Qué ocurrió? ¿Qué ocurrió esta vez?"

"¡Es el Imperio Occidental, Su Majestad, es el Imperio Occidental!"

"¿Qué ocurrió con el Imperio Occidental?"

"¡La Emperatriz Rashta envió una carta a un noble de allí diciendo que la razón del divorcio de Navier fue su infertilidad!"

"¿Qué? ¿Cuándo pasó eso?"

Sovieshu se quedó asombrado, tenía un fuerte dolor de cabeza. Rashta parecía empeñada en crear un problema tras otro.

"¡El Imperio Occidental está muy indignado y exige una disculpa pública por la irrespetuosa declaración de Rashta!"

***