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lunes, 6 de septiembre de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 193

Capítulo 193. Amargo Pasado


"Noah, mamá lo lamenta."

Noah estaba siendo abrazada fuertemente por alguien. Parpadeó confundida. Habían personas mirándola desde detrás de la puerta. Precisamente su padre y su hermana.

'Entonces quien me está abrazando es...'

"¿Ha sido difícil? Sé que siempre puedes superar todo, así que pensé que estarías bien. Lamento no haberme dado cuenta, estoy agradecida con que hayas despertado."

La mujer le dio dos palmadas a Noah en la espalda retirando los brazos que la abrazaban. Noah la miró con sequedad. El rostro de su madre estaba borroso, como si alguien lo hubiera borrado. No estaba segura de si se debía a que se trataba de un sueño, o a que se trataba de alguien insignificante para ella. Pero de una cosa estaba segura, no tenía ninguna razón para estar aquí ahora mismo.

Se acercó a la ventana luego de levantarse. En el alfeizar de la ventana estaba sentado un niño de cabello negro con las piernas colgando. Noah le dio la espalda a su madre.

"Vamos, Muell."

"¿Noah? ¿A dónde vas?"

Su madre la agarró del brazo. Noah se giró para mirarla por reflejo. También vio a su hermana menor mirándola extrañamente, más atrás de ella a su padre. 

Esta fue la hija que sus padres concedieron un año después de adoptarla. Siempre había sido difícil acercarse a su hermana que tenía nueve años menos.

Sus padres habían concebido a su hija biológica antes de que tuvieran la oportunidad de encariñarse con su hija adoptiva. Noah prácticamente lo quería de forma unilateral. Había intentado ser una buena hija para sus padres, una buena hermana para su hermana pequeña, pero Noah se dio cuenta tras doce años viviendo en el mismo hogar, de que siempre sería una extraña.

Así que se marchó al cumplir los veinte años, ante lo cual su familia se intentó aparentar que estaba desilusionada, pero resultaba evidente que estaban felices. No tenían ningún interés en ella ni siquiera cuando vivían juntos. Salvo por sus ocasionales peticiones para que cuidara de la tienda.

Debería haber cortado el vínculo entonces. Había permanecido al lado de su familia todos los fines de semana, pero al final había tenido una muerte lamentable. Rememorar esos recuerdos la hacía arder de rabia, su madre añadía combustible a su ira.

"¿Vas a regresar a ese pequeño lugar? Nosotros tus padres buscaremos un lugar mejor, más cerca de tu lugar de trabajo. Ya que sólo hace unos días que has recuperado la conciencia, descansa un poco más..."

Le parecía irónico que sólo ahora le ofreciera ayuda para conseguir una vivienda, cuando todo este tiempo sabía que se alojaba en un albergue, pero lo que más le dolía era el hecho de que no le pidiera que regresara a casa.

"No necesito ayuda. Puedo arreglármelas sola. Como siempre lo he hecho."

Al escucharse a sí misma, sintió la frialdad de su propia voz. Noah apartó la mano de su madre. Tenía que alejarse de este lugar lo antes posible. Y no volver jamás.

Muell, que había estado observando a Noah, le ofreció la mano en silencio. Justo cuando estaba a punto de aceptar su pequeña mano, su madre la detuvo con voz temblorosa.

"¿Te... irás?"

"Sí. No nos encontraremos de nuevo."

"Siento no haber hecho nada por ti hasta ahora, Noah."

Prácticamente la estaba despidiendo con esas palabras. Incluso hasta el final, no preguntó a dónde iba, o por qué no pensaba regresar.

Noah conocía bastante bien a su madre adoptiva. Le había dado pena disolver la adopción, pero ahora se sentiría aliviada porque la hija que había criado sin amor y por la que no sentía ningún afecto se ofrecía a desaparecer de su vida por su propia voluntad.

Quizás para su madre fuera similar a librarse de un dolor de muela. Noah exhaló con fuerza.

Se mordió el labio inferior. Le parecía demasiado injusto. Ella viviría toda su vida con recuerdos de ellos mientras ellos vivían felices en su ausencia. No quería dejarlos. Muell le susurró en voz baja.

"¿Necesitas mi ayuda, Noah?"

"No", Noah rechazó su ofrecimiento, "lo haré por mi cuenta."

El marcado se completó finalmente en cuanto encontró su cuerpo. Su voluntad se realizaría con el poder del dragón. Ahora ni siquiera suponía un problema dañar a un ser humano común. Noah murmuró mientras miraba a su padre que estaba parado detrás de la puerta.

"Deberías haber disuelto la adopción antes. Así ustedes no habrían tenido que vivir con la culpa."

Ella no quería que la olvidaran. Quería que sintieran pena por ella el resto de sus egoístas vidas. Pronto, una energía negra que contenía los deseos de Noah se deslizó por el suelo e impregnó sus cuerpos. El efecto de lavado de cerebro comenzó a funcionar.

Noah enfatizó cada palabra mientras hablaba.

"Estoy muerta."

"No..."

"No los dejé después de volver a la vida. Sigo muerta.  Así que no piensen nunca que podrán olvidarme fácilmente y vivir el resto de sus vidas sintiendo pena por mí." Noah se situó sobre el alfeizar de la ventana mientras pronunciaba sus últimas palabras.

El medio que trajo Muel comenzó a borrar gradualmente las palabras del libro mientras se pasaban las páginas. Noah no se dio la vuelta hasta que la luz blanca la envolvió por completo.