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viernes, 3 de septiembre de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 192

Capítulo 192. Sonrojada


Ella quiso refutar su comentario, pero reprimió su impulso.

"Gracias por la camiseta. Bueno, entonces me voy a dormir. Por...!"

"¿A dónde crees que vas?"

Incluso antes de que pudiera terminar de hablar, fue atrapada por el cuello de la camisa. Noah intentó forcejear. "¡Tengo mucho sueño ahora mismo!"

"No pareces que tengas sueño. Pero aunque lo tuvieras, deberías cenar antes de dormir."

"¡Te he dicho que no quiero!", protestó.

"¿No acabas de decir que tu cuerpo es valioso? Hoy no has comido nada. No puedes perder más peso", replicó Kyle.

"No soy una debilucha."

"Para mí, es un milagro que puedas siquiera caminar."

"No puedes basarte en tus estándares". Noah gritó agarrando fuertemente la puerta que dividía las dos habitaciones. Ella decidió que lo mejor sería cerrarla con llave. Justo cuando estaba a punto de usar su magia, Kyle la interrumpió.

"Estoy seguro de que sabes que no tiene sentido que seas testaruda."

La puerta se movió ante un fuerte tirón. Como su cuerpo se inclinó hacia delante debido a la fuerza repentina, Kyle la levantó entre sus brazos. La sorprendida Noah, que dejó de rebelarse, rodeó su cuello con sus brazos inconscientemente.

"Estoy seguro de que que no te gusta que te obliguen, pero es que no quieres escuchar..." Kyle chasqueó la lengua, luego caminó para sentarla frente a la mesa. Justo a tiempo, la puerta de la habitación se abrió de par en par.

"¡Aquí está la cena, Noah!" Muell entró en la habitación con voz alegre acompañado por la posadera.
 
"¿Se ha apaciguado su enfado, señorita?", preguntó la mujer.

"¿¡Qué!?"

"Las cosas dulces son más adecuadas cuando uno está molesto. Horneé unos bizcochos, así que se los daré gratis. También pensaba traer dos copas de vino pero no lo hice, puesto que me dijeron que no te sentías bien. Come bien, calma tu ira y disfruta de tu dulce velada. ¿De acuerdo?"

"¿Qué?"

Ella no tuvo tiempo de aclarar el malentendido. Kyle respondió como si no fuera gran cosa.

"Gracias. También necesitaremos el desayuno para mañana."

"Por supuesto. Estaré muy atenta."

La posadera guiñó un ojo y tarareó una melodía mientras salía de la habitación. Noah se quedó mirando a Kyle. No entendía porque este hombre no negó nada de lo que dijo la posadera.

"No te dejaré volver a tu habitación hasta que termines."

"¡Yo tampoco te dejaré volver!"

Declararon severamente Kyle y Muell, que estaban sentados frente a ella. Noah tenía que comerse la comida para poder liberarse de ellos.

'¿Dulce velada? ¿Gracias?' No importaba cuántas veces lo pensara, la respuesta no parecía correcta. Su sospecha había llegado a un punto álgido. Una vez que Kyle renunció a intentar darle más comida, Noah declaró su territorio.

"Nunca, nunca, nunca abras esta puerta. ¿Entiendes?" El hombre que estaba limpiando la mesa ni siquiera se molestó en mirarla, así que Noah enfatizó. "Lo digo porque hoy estás muy raro. Ni siquiera pases cerca la puerta de mi habitación. ¿De acuerdo?"

"Será mejor que la mantengas cerrada."

De alguna manera, el hombre con el que siempre había estado se sentía diferente a lo habitual. Noah lo miró fijamente. Normalmente le habría contestado algo como 'ni siquiera quiero hacerlo' o la habría mirado sin comprender la situación. Pero hoy su respuesta fue ambigua.

Kyle la miró después de desabrochar un botón de su camisa. "Si sigues mirándome de esa manera, entonces no consideraré lo que acabas de decir. Así que vete a la cama enseguida."

Noah se marchó a su habitación sorprendida por su respuesta. Rápidamente cerró la cerradura. "Espero que esto no se desbloquee", murmuró en voz baja.

Ella comprobó la cerradura varias veces antes de apartarse finalmente de ella. Cuando miró el espejo que colgaba de la pared, descubrió que sus mejillas estaban sonrojadas. Después de observar su reflejo, se dio cuenta de que sus acciones hasta el momento habían sido bastante irresponsables.

Hoy Kyle le parecía más diferente de lo habitual. Si prestaba atención, cada vez se volvía más intenso. Entonces probablemente la próxima vez sería más que hoy...

Noah sintió que se le calentaba toda la cara. Se apoyó en la puerta y enterró su cara entre sus manos. Tenía que tener cuidado.