Reciente

jueves, 12 de agosto de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 184

Capítulo 184. Abrazo


La voz familiar resonó en su mente durante todo el viaje. ¿Se trataba de un arrepentimiento persistente?

Siento que no has hecho lo suficiente por mí hasta ahora, Noah.

Noah había intentado enterrar los ecos de la amarga voz de su madre, pero fue en vano. Finalmente ella se armó de valor, así que le preguntó a Kyle. "¿Puedes abrazarme?"

"No". Su respuesta llegó casi de inmediato, pero Noah no se rindió fácilmente. "Entonces, ¿No puedes abrazarme?"

"Por supuesto que no." Esta vez, Kyle incluso se alejó un poco de ella como si sus palabras no fueran suficiente rechazo. Noah lo miró enfadada. "Muell me abraza muy bien..."

"¿Soy igual que Muell, Noah?"

"¿Por qué no?"

"¿Debo enseñarte las diferencias entre un hombre adulto y un niño de tres años?" Kyle respondió con su habitual tono de reprimenda, pero evitó la mirada de Noah. Noah irritada puso su rostro hacia donde se dirigía su mirada, pero Kyle fue inflexible. "No hay razón para darte un abrazo. No estás enferma. Y no es bueno que nos vean los demás."

Noah lo miraba con el ceño fruncido. Kyle estaba diciendo excusas cada vez más ridículas.  ¿No sería bueno que los demás los vieran? Entonces, hasta ahora, ¿No le importaba andar con Eleonora porque ella se veía bien? 

"¿Por qué actúas como un hombre casado de repente?"

"Hay que comportarse de manera adecuada." El tono de Kyle continuaba siendo inflexible. Luego, le dio la espalda fríamente.  "Si no vas, iré primero."

"Vayamos juntos". Renuente, Noah comenzó a seguirlo. 

'No creo que me odie en absoluto, pero tampoco le gusto'. Si tuviera que nombrar las emociones que pasaban por su cara, sería una vaga vergüenza o incomodidad.

La persona que había estado atendiéndola durante los últimos tres meses, por supuesto con refunfuños y lloriqueos, parecía haberse transformado en un extraño.  

Noah se miró en el espejo de la pared deteniendo sus pasos, que reflejaba el rostro que había llevado durante veinticinco años. Su cabello marrón tocaba sus pálidos hombros, y sus ojos tenían el mismo tono, sólo que un poco más oscuro. Al contemplar su aspecto, su mente entró en un tren de pensamientos melancólicos.

'No tengo muy buen aspecto...'

Le parecía que al contrario de Eleonora que tenía un bello rostro, ella se podía considerar ciertamente un poco inferior. 

'¿Me he sobrevalorado demasiado?' Cada gramo de su autoestima se hizo añicos teniendo en cuenta el comportamiento de Kyle.

"¿No soy agradable a la vista?"

"¿Señorita Noah?" Kyle, que avanzaba sin siquiera echar un vistazo hacia atrás, se dio la vuelta en cuanto notó que Noah había dejado de seguirlo. "¿Qué estás haciendo?"

"Yo también he recibido muchas confesiones". murmuró Noah para sí misma.

"¿Qué has recibido?", preguntó Kyle.

"No, no es nada importante."

"Parecía muy importante". El tono de Kyle se agudizó. 

Noah volvió a preguntar con poca esperanza.  "¿Realmente no vas a abrazarme?" 

Kyle dudó durante una fracción de segundo, pero finalmente volvió a levantar su muro de hierro. "No, no voy a abrazarte".

Al instante, la mirada de Noah se dirigió al suelo. "¿Realmente me odias? De acuerdo... no te molestaré más. Ni siquiera te llamaré mayordomo... Vamos. "

Como los recuerdos de su vida pasada volvieron a ella de inmediato, buscaba consuelo. Sin embargo, cuando se volvió a encontrar con Kyle, actuó como si fuera ella fuera una desconocida, haciendo que Noah se sintiera abatida. 'Supongo que lo más difícil del mundo es la mente humana'. Pasó por un lado de Kyle acercándose a la puerta. Pero sus hombros fueron tirados hacia atrás antes de que pudiera dar siquiera tres pasos más.

Fue arrastrada y un cálido abrazo envolvió su pequeña figura. Después de volver a su cuerpo original, la diferencia entre su físico se hizo bastante grande. Kyle sólo le había rodeado la cintura con sus brazos, pero se sentía como si hubiera sido atrapada por él.

Por un momento, Noah parpadeó sorprendida. Luego, ella también estiró sus brazos y los enrolló alrededor de Kyle. Murmuró suavemente, "Te pareces un poco a un gorila."

"Mantén la boca cerrada mientras te abrazo."

"Pero es verdad."

"No digas tonterías."