Capítulo 179. Compañía
Kyle presionó cuidadosamente la nariz de Noah, ejerciendo la fuerza suficiente para detener la hemorragia. Cuando la sangre se detuvo en cierta medida, le limpió la cara con un pañuelo. Finalmente la examinó minuciosamente para asegurarse de que no estaba herida.
Creo que el mayordomo no tiene que preocuparse de mi cuerpo, sino de mi mente. Pero a Noah le fastidiaba incluso decir eso. Fue la primera vez desde hacía unos meses que mostraba tanta pereza. Kyle sólo la miraba con incredulidad.
Noah abrió los brazos a pesar de sus pensamientos refunfuñantes. Kyle, que estaba examinando su hombro derecho, pareció avergonzarse. "¿Por qué... por qué? ¿Qué significa esa mirada?"
"Por favor, ponme en el asiento", respondió Noah. En su interior, ella esperaba escuchar su réplica, 'no soy tu mayordomo'. Sin embargo, las suposiciones de Noah fueron erróneas.
"Muell, mueve a Noah", le ordenó Kyle, a lo que el chico de ojos rojos obedeció inmediatamente. El cuerpo de Noah se colocó sobre el asiento cuidadosamente. Ella le agradeció cariñosamente a Muell. "Eh... Gracias, Mu."
"Podrías sangrar nuevamente. Así que siéntate tranquilamente hasta que se detenga por completo. Si tienes sueño, puedes dormirte". Kyle le puso una manta sobre el hombro, pero esta vez sus ojos no se encontraron con los de Noah. Sin embargo, tomó asiento a su lado un poco distanciado.
Por un momento, Noah pensó que la estaba evitando. ¿Fue sólo un malentendido de ella? Noah simplemente apoyó la cabeza en su hombro y cerró los ojos, pero las ganas de dormir la habían abandonado hace tiempo. Ella preguntó, "¿Cuánto falta para llegar a Tauren?"
"Acabamos de salir de las montañas de Noviscosha. Cuando salga el sol, pararemos en un pueblo cercano."
Después de la respuesta de Kyle, hubo un momento de silencio. Noah supuso que le preguntaría qué había pasado mientras estaban fuera, pero Kyle se acomodar su postura para que ella pudiera apoyarse con más comodidad y permaneció en silencio. Se sintió aliviada.
Para Noah fue como si hubiera estado años en la ciudad de Noviscosha. Los momentos en que estaban buscando su verdadero cuerpo seguían apareciendo en su cabeza.
Lo que le dijeron las hadas fue cierto. El cuerpo de Park Noah no estaba muerto todavía, ni enterrado, ni incinerado, sino que fue encontrado por un amigo en Goshiwon y llevado a un hospital durante un tiempo hasta que fue trasladado a otro lugar después de un día. Su cuerpo había sido llevado a la casa en la que había vivido durante unos doce años hasta que se independizó a los veinte.
Al verse tumbada en una cama, fue absorbida por su cuerpo, que estaba en perfecta armonía con su alma. Entonces, sin dudarlo un instante, abrió la ventana de par en par, dispuesta a salir de la casa.
"Noah..."
Pero tuvo un encuentro inesperado. Ante ella, su madre la miraba con ojos muy asombrados.
"Noah, estás despierta..."
¿Fue una buena elección darle la espalda a su madre? Noah cerró los ojos con fuerza, sus pensamientos se remontaron a ese momento. Finalmente, abrió los ojos y su mirada se encontró con un par de orbes rojos. Estaba mirando al niño, que estaba sentada en el regazo de Kyle.
Desde el momento en que regresó al lugar donde vivía originalmente hasta el momento en que se marchó, Muell fue su única compañía. Viendo la confusión en sus ojos, el niño reconoció los sentimientos de su ama. Susurró en voz baja, "Noah necesita dormir más. No me iré a ninguna parte, estaré al lado de Noah."
Su sentida y alentadora promesa hizo que una pequeña carcajada se escapara de los labios de Noah. Abrazó a Muell con fuerza y se acurrucó un poco más cerca de Kyle, que se tapó los ojos suspirando levemente. "Duerma un poco más, señorita Noah. La despertaré cuando lleguemos."
Las palabras de las personas que ciertamente no la abandonarían sin importar las circunstancias apaciguaron el corazón tembloroso de Noah. Pronto, se sumió en un profundo sueño una vez más.