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domingo, 25 de julio de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 342

Capítulo 342.



Evely fue encontrada después de que la mayoría de los invitados se habían marchado. Bueno, para ser precisos, debió ser encontrada unos días antes. Pero cuando los caballeros localizaron a Evely y la trajeron al palacio, el ambiente festivo ya se había disipado.

"¡Evely!"

Cuando se abrió la puerta del carruaje, que entraba lentamente en el jardín, Evely, que había crecido mucho más de lo que podía imaginar, apareció sin fuerzas.

Al bajar del carruaje, Evely no parecía tener nada de energía. Se veía más delgada y su piel más reseca que cuando estaba en el orfanato. Pero tenía mucho mejor semblante que la última vez que la vi, cuando se derrumbó por haber perdido su maná.

"Me alegra volver a verla después de mucho tiempo, Su Majestad la Emperatriz."

Evité que se inclinara para saludar y pedí a un guardia que la llevara a mi habitación.

Después de ver a Evely seguir al guardia, me fijé en los caballeros que la encontraron. Se trataba de la 5ª División de los Caballeros Transnacionales, al mando del Vizconde Langdel.

"La chica que me saludó hace un momento. ¿Dónde la encontraron?"

Le pregunté a uno de los caballeros que participó en la búsqueda de Evely.

"Estaba vagando por el Bosque Lunar."

El Bosque Lunar era un lugar cercano al camino que iba del Imperio Oriental al Occidental. Muchas personas tomaban el camino equivocado. Además, el propio Bosque Lunar estaba repleto de árboles y tenía un terreno complicado, por lo que la gente solía perderse allí.

"También había algunos caballeros y enviados del Imperio Oriental."

Detrás del carruaje verde del Imperio Occidental, del que se había bajado Evely, se podía ver un carruaje estropeado. Incluso le faltaba una rueda.

"¿Estaban las personas rescatadas en ese carruaje inicialmente?"

"Eso parece. El carruaje ya estaba estropeado cuando lo encontramos, había mucho equipaje, y era difícil encontrar el camino correcto, así que no podían hacer nada."

"Lo deben haber pasado mal."

"Sí. Pero hay algo extraño."

"¿Algo extraño?"

"Observe el carruaje. ¿No está un lado completamente deformado y estropeado? Al menos una persona debió resultar herida. Sin embargo, nadie del grupo está herido."

El caballero añadió significativamente, "Parece magia."

"¿Había un mago en el grupo?"

"Oficialmente, no. Y cuando pregunté, nadie dio un paso al frente."

Sabía que Evely era una maga. Sin embargo, ¿no perdió Evely su maná? Por supuesto, sería fantástico que lo hubiera recuperado.

"Primero, comprueben la identidad de las personas rescatadas y dónde se encontraban dentro del carruaje. Es posible que el culpable esté entre ellos."

"Sí, Su Majestad."

Mientras el caballero se dirigía a sus colegas para ocuparse de lo que había ordenado, Heinley se acercó y preguntó como si hubiera escuchado la conversación.

"Reina, ¿estás segura de que el culpable está entre ellos?"

"Es imposible que Sovieshu enviara una delegación sin verificar el estado del carruaje. Aunque me sorprendió que enviara a Evely."

Heinley levantó una ceja.

"Puede que lo haya olvidado."

"Fue lo peor como esposo, pero no tanto como emperador."

Tal vez había un caballero disfrazado en la delegación. Prever los peligros potenciales y planificar las contramedidas con antelación. Esa era la forma en que actuaba Sovieshu.

"Es una persona que no sólo verificaría el estado del carruaje, sino que también prepararía dos o tres ruedas de repuesto. Sin duda, alguien causó que se estropeara el carruaje. Probablemente... la persona sentada más lejos de la parte destrozada sea el culpable."

Pero mientras hablaba, noté que la expresión de Heinley no era buena. Parecía un poco triste.

"¿Heinley?"

¿Por qué tenía esa expresión? Después de llevarse las manos a la frente y frotarse los ojos entumecidos con los pulgares, murmuró, cerrando a medias los ojos como un gato al ser acariciado.

"No me gusta que Reina diga cosas buenas de él."

"¿Sonó como un cumplido?"

No lo dije con esa intención. Sólo quise decir que no pudo haber sido un error lo del carruaje dada su personalidad.

Sin embargo, Heinley asintió con el rostro ensombrecido. Luego frotó repetidamente su frente contra mi hombre.

"Heinley. Hacer esto en público podría perjudicar tu imagen."

Una vez que murmuré preocupada, dejó de frotar su frente con pesar. Aún así, sus labios estaban caídos.

Suspiré y le di un suave beso en la mejilla.

Sin embargo, es astuto... Evidentemente, Heinley no estaba triste. Sólo movía los labios cabizbajo, fingiendo estar triste.

Cuando lo miré fijamente, bloqueó mi visión con una mano y se giró un poco, manteniendo esa expresión triste. Como si supiera que lo adoraría y compadecería.

De hecho, me molestó por un momento. ¿Cómo tenía tan clara la impresión que causaría?

Heinley me miraba a hurtadillas, como si estuviera deseando ver cómo lo consolaría ahora. Mirándolo detenidamente, hablé con sinceridad.

"Heinley. Te ves tan adorable cada vez que actúas así."

Heinley sonrió levemente, como si le gustara lo que había dicho.

"Aparte de mí, ¿hay alguien más que te vea adorable?"

Apenas pudo abrir la boca ante mi pregunta.

"¿Reina?"

¿No era ésta la reacción que esperaba? Heinley bajó la mano y se giró hacia mí. Como si un leopardo, que había estado imitando a un gato, intentara dejar de fingir ser débil.

"Reina. No existe tal persona. Sabes que—"

"No sé nada."

"¡!"

"Tú conoces mi pasado, en cambio yo no conozco el tuyo. Ya es demasiado."

"¡!"

Incluso sin lanzar un hechizo, Heinley se congeló al instante.

Sonríe alegremente en mi interior. ¿Creía que no sabía cómo ser celosa?

"Reina, yo..."

"Necesito ir a ver a Evely."

"Espera, ¿Reina?"

* * *

Cuando fui a mi habitación, se me informó que Evely estaba junto a mis damas de compañía.

¿Con mis damas de compañía?

No creo que mis damas de compañía conocieran a Evely. ¿Qué está pasando?

Me sorprendió, pero fui primero a la habitación de mis damas de compañía.

Allí, Evely estaba sentada frente al tocador mientras Laura arreglaba su cabello.

Antes darme cuenta, Evely estaba vestida espléndidamente, y su cabello extrañamente trenzado.

Sin embargo, avergonzada por su apariencia, estaba sonrojada y miraba hacia sus propios pies.

Al pronunciar su nombre mientra me acercaba, Evely se levantó de un salto con una cara llena de vida.

"¡Su Majestad!"

Por la forma en que Laura se reía, parecía encontrar divertido estar con Evely que tenía casi su misma edad. Incluso en el Imperio Oriental, Laura siempre salía a divertirse con jóvenes damas de su edad.

"¡Traeré algo de beber!"

Una vez que Laura se retiró, Evely se acercó a mí, agarró mis manos y se inclinó.

"Escuché que fue Su Majestad quien envió a los caballeros a buscarnos. Gracias. Siempre recibo ayuda de Su Majestad."

"No te preocupes, cuéntame lo que sucedió."