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miércoles, 28 de julio de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 177

Capítulo 177. Nuevas Emociones


Incluso la voz de Noah sonaba un poco más fina a la de Eleonora. Desde la punta a los pies de ella, no había ni un solo rincón que recordara a Eleonora.

"Por favor, tápame con una manta..."

Sin embargo, sus balbuceos y su expresión lánguida, seguían siendo rasgos propios de la persona con la que llevaba casi dos meses. Una suave risa acabó saliendo de los labios de Kyle. Palmeó suavemente el hombro de Noah. "...Agáchate. Te pondré una túnica."

"¿Por qué...?"

"Date prisa. Dijiste que hacía frío."

El rostro de Noah se distorsionó, evidentemente disgustada. '¿Por qué me pide que me mueva cuando puedes simplemente tirar de mi hombro?' Aunque la mujer había adoptado una extraña apariencia para Kyle, éste todavía podía descifrar fácilmente sus pensamientos.

Noah, que apenas abrió un ojo, refunfuñó palabras inaudibles en voz baja. A pesar de su protestas, ella se inclinó hacia adelante y apoyó la cabeza en su pecho, pero Kyle apenas pudo sentir su peso. Estaba perdido. 

Sacudiendo su cabeza, consiguió cubrir su pequeño cuerpo con la túnica. Después de haber abrochado el último botón con la máxima precaución, Kyle se quedó mirando a la mujer, sumida en un apacible sueño, y un pensamiento de preocupación cruzó su mente.

'Debería haber traído una más gruesa...'

"¿Qué está haciendo, señor?" La alegre voz de Muell puso fin a sus pensamientos de inmediato. Kyle miró hacia atrás, con la sorpresa y el temor plasmados en su rostro, como si le hubieran pillado haciendo algo malo. Un niño de cabello negro rizado se acercó a ellos.

"Mu, ¿Qué pasa con los traficantes?" preguntó Kyle, disimulando su incomodidad con una tos.

"Los até bajo ese valle para que no se movieran. ¿Está Noah despierta?"

"No..."

El niño se puso entonces entre Kyle y Noah, mirándola a ella. "Un hada dice que el alma tarda en adaptarse a su cuerpo original. Dijo que su alma llevaba mucho tiempo fuera, así que debía estar muy débil."

Parecía que su actitud no se debía a un simple resfriado. Kyle le puso la capucha de la túnica para cubrir la cabeza de Noah. "¿Y el cuerpo de Eleonora Asil?"
 
"Noah se quedó dormido sin decirme qué hacer con su cuerpo, así que lo puse en el espacio abierto. Intenté encontrar a la dueña original del cuerpo, pero fracasé porque no sabía dónde estaba."

"¿Pasó algo más?"

"Pasaron otras cosas, pero..."

El niño difuminó el final de sus palabras, lo cual resultaba raro.  Kyle miró al niño con expresión de desconcierto. Muell pareció reflexionar sobre algo, y tras un momento de deliberación, dijo. "Noah dijo que se trataba de un secreto. Que no le dijera a nadie lo que vi en ese lugar, incluyendo a Kyle."

Kyle preguntó, "¿Tampoco a mí?"

"Sí". El chico asintió.

Noah siempre había sido un libro abierto con Kyle, y éste se había acostumbrado a ello, por lo que el hecho de que Noah le ocultara algo le resultó bastante extraño. Pero bueno, todo el mundo tiene un secreto que decide ocultar, y sólo por su voluntad se revelaría. Sería lo que normalmente pensaría el inquebrantable Kyle Leonard, que había defendido constantemente la racionalidad por encima de las emociones, pero...

'Ahora me siento un poco triste'.

"Estoy de acuerdo... por ahora". Kyle se levantó sosteniendo a Noah extrañamente, intentó mantenerla separada lo más posible. Noah frunció el ceño y se retorció. Después de retorcerse un poco, encontró una posición cómoda, como siempre Kyle la sostenía.

Aunque obviamente la apariencia de la mujer le resultaba nueva, Kyle no entendía por qué estaba tan agitado. Se sentía incomodo cada vez que miraba a Noah.

'¿Será porque la cáscara de Eleonora fue como una barrera?' Kyle se sintió como si hubiera sido arrastrado a un mar de emociones sin una sola arma para protegerse.

¿Cómo llamar a este sentimiento? Noah seguía siendo Noah, y él seguía siendo él. Eso es lo que pensaba en su cabeza, pero ¿Por qué olas de un extraño sentimiento lo arrastraban a una orilla desconocida?

Entonces caminó con Noah hasta la cuna, preguntándose si estaba loco. Las hadas amarillas y el joven dragón le siguieron alegremente.

En la cuna vacía se extendían dos sombras, una mucho más pequeña que la otra. El sol se ocultaba lentamente bajo las vastas montañas de Noviscosha. Por fin, su cálida luz se posó en el rostro de la mujer que finalmente se liberaría de las cadenas de dieciséis condenas. En una vieja estación, que se veía por debajo del valle, un viejo tren de mercancías esperaba a sus pasajeros a lo largo de las vías, expulsando humo negro.

Kyle apartó la mirada del horizonte que trascendía las montañas y puso de nuevo el pie en el empinado camino del acantilado. 

"Vamos, Muell."

Había llegado el de abandonar Noviscosha y dirigirse a Tauren, una zona industrial donde se realizaban discretamente investigaciones sobre magia prohibida.