Reciente

jueves, 22 de julio de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 174

Capítulo 174. Preocupado Por Noah


'Noah no ha regresado'. 

Kyle miró su reloj con nerviosismo, aunque acababa de comprobar la hora hacía apenas cinco segundos. Habían pasado exactamente 49 horas y 37 minutos desde que Noah acompañada de Muell, partió desde el acantilado en el que se encontraba Kyle esperando su llegada. Hoy era 6 de junio, el día en que los traficantes de Yulem visitaba la mina de Maobiana para contrabandear el valioso mineral. La hora acordada comprendía entre las 6 y las 7 de la tarde. Actualmente eran las 6:10 de la tarde.

Noah aún no había regresado, y la hora de la llegada de los traficantes estaba cerca. Durante dos días, la mente de Kyle dio vueltas con incontables arrepentimientos. ¿Debería haber abandonado mi trabajo y haberla seguido? se lamentó.

En 48 horas, Kyle sacó de la mina a todos los mineros que estaban atrapados en los capullos e inmediatamente irrumpió en la oficina de Culton, arrestándolo después de sacarlo del armario con las manos atadas a la espalda. Lo llevó junto a sus cómplices a un centro de detención en la Oficina de Seguridad de Investigación de Noviscosha. El cierre temporal de la mina fue una consecuencia natural.

Ignorando el asombro del director de la sucursal que había sido informado de su degradación, Kyle adjuntó una transcripción de todas las sospechas de tráfico entre el dueño de la mina y Yulem, recogidas en la oficina de Culton. Además, incluyo el testimonio de los mineros.

Así, el 'Caso de los Mineros Desaparecidos de Noviscosha', al que se había dedicado poco más de un mes, llegó por fin a una conclusión oficial. Por supuesto, surgió otro caso, con el título de 'Caso de tráfico de mineral crin de Maobiana'.

Finalmente, después de nombrar al nuevo jefe de la sucursal de Noviscosha como miembro para el caso, volvió al acantilado a través de un valle de montaña y no a través del fondo del lago como la última vez. También confirmó todas las rutas a Tauren, que los mineros habían testificado, y las estaciones temporales que no estaban en uso.

Kye tardó exactamente 45 horas en realizar todo eso. Cuando llegó al acantilado que albergaba la cuna del dragón, el sol estaba completamente orientado hacia el oeste. Pero la mujer de cabello albaricoque y el dragón con apariencia de niño aún no habían aparecido. Kyle se pasó los dedos por el cabello, molesto. 'Debería haberla seguido', pensó.

Parecía ridículo que un adicto al trabajo como él pensara siquiera en abandonar sus obligaciones para seguir a una mujer, queriendo ocuparse de todo. Si todos sus compañeros de investigación se enteraran de semejante rumor, no se sorprenderían porque ni siquiera lo creerían.

La mirada de Kyle se movió alternativamente del reloj en su muñeca, al acantilado y al cielo donde los dos desaparecieron hace dos días. Pero de repente, sus ojos se posaron entonces en la base de la montaña. Debajo, un humo negro se elevaba entre los espesos arbustos. Se trataba del humo que emitían los anticuados trenes de vapor de mercancías.

Los traficantes de Yulem acababa de llegar. Kyle acomodó su postura, frunciendo el ceño. La cantidad prometida de mineral crin que debía entregar a los traficantes se había escondido previamente bajo el acantilado.

Si las cosas fueran como había planeado, se habría reunido con Noah y esperarían juntos a los traficantes. Sin embargo, mientras Noah y Muell no estuvieran en ninguna parte, no podía alejar sus pies de la entrada del acantilado puesto que no sabía cuándo y cómo regresarían los dos.

Frustrado, Kyle metió la mano en su túnica, buscando la funda que llevaba en la cintura. Sin hacer ruido, sacó un revólver y esperó en silencio. El humo negro se acercaba, quedando oculto por los arbustos durante un breve instante, para luego reaparecer. El tren tardaría entre media y una hora en llegar a su destino por el camino lateral del acantilado, así que aún había tiempo...

Una mezcla de ansiedad y molestia apareció en su voz. "Park Noah, ¿Dónde y qué demonios estás haciendo?"

Justo en el momento siguiente cuando tuvo una sensación de déjà vu. Kyle levantó la cabeza por reflejo. A lo lejos, en algún lugar del cielo del atardecer, un extraño punto negro que se hacía cada vez más grande apareció. En tan solo uno segundos tenía el tamaño de un puño, y poco a poco fue revelando su forma.

Una sensación de alivio y urgencia invadió a Kyle. Miró al fondo del camino lateral del acantilado, apretando la mandíbula. Había visto llegar a los traficantes, y sería un desperdicio que se retiraran tras avistar un dragón. Kyle chasqueó la lengua, empuñando su revólver. El enorme dragón negro se cernía sobre la puesta de sol. Sin embargo, aún no se veía la figura de la mujer montada detrás de la cabeza del dragón.

Sin embargo, no importaba qué bando llegara primero, de todos modos no tenía la intención de mantener intactos a los traficantes de Yulem. La punta del revólver de Kyle apuntó con precisión a la empinada esquina del camino lateral. 

Mientras apuntaba, calculaba dónde podrían estar los muslos y las rodillas de un hombre adulto promedio. Una débil ráfaga de viento hizo volar la capucha de su túnica. Al mismo tiempo, una marca roja apareció en medio de la mira de su revólver.

Cuando el objetivo llegó a la marca en la mira del revólver, Kyle apretó el gatillo. ¡Pum! El hombre se desplomó instantáneamente en el suelo con un grito abrupto, con un dolor insoportable en el muslo. Hubo un pequeño alboroto. Los otros traficantes seguramente se sobresaltaron al presenciar la lesión de un colega.

Kyle echó un vistazo a su lado y confirmó que el dragón estaba aterrizando lentamente en la enorme cuna sobre el acantilado. Viendo que  Muell estaba en óptimas condiciones, supuso que Noah tampoco tendría problemas. Sólo entonces se desvaneció el nerviosismo que hacía que su corazón latiera de forma inestable.

"Ven, Mu."