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lunes, 12 de julio de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 169

Capítulo 169. La Dueña de la Mina


"Bueno, por lo que sé, hace dos años... No, hace un poco más de dos años, recuerdo que me enviaron a una zona no urbanizada alrededor de la primavera..."

"Ese es el momento justo", murmuró Kyle.

Noah estuvo de acuerdo. Adrian y Eleonora habían trabajado juntos en el proyecto de la réplica para completar el diseño. Hace dos años y tres meses que ambos pusieron fin a su relación, aparentemente a causa de un incidente inesperado. Si Eleonora desapareció después de aquello y Adrian comenzó a robar el mineral de crin para continuar con el proyecto solo, el momento coincidía perfectamente.

"¿Sabes a dónde llevaba el mineral de crin el traficante?"

"No sé eso..."

Faltaba la información más importante, Kyle y Noah fruncieron el ceño al mismo tiempo. Un viejo minero, que se levantó, respondió en su lugar con voz ronca.

"Sólo hay un camino para bajar este acantilado. Al final del camino, hay una estación temporal donde los trenes se detienen para repostar. Ahora no se utiliza, pero es el ferrocarril que se dirigía a Tauren hasta hace unas décadas."

"Tauren", repitió Kyle.

Tauren era la quinta provincia de Laurent, al otro lado de Noviscosha, en la frontera sur. El anciano continuó, "Si miras desde el borde del acantilado, puedes verlo vagamente. El día hay que encontrarse con el traficante, siempre debe salir humo negro del lado no utilizado de la estación."

"Quiere decir que utilizan la estación de tren cerrada para trasladar el mineral. ¿Cuántas personas suelen encontrarse con el traficante?", preguntó Kyle.

"Tres como mucho."

"Tres... Es perfecto para camuflarse". murmuró Noah para sí misma. Uno de los mineros podría servirles de guía, mientras ella y Kyle serían los otros. Kyle miró a Noah. Seguramente estaba pensando lo mismo. En dos días, un traficante visitaría Maobiana.

El muchacho tragó saliva seca y comenzó a hablar en lugar del anciano. "El dueño de la mina dijo que nunca incumpliéramos el trato. Pasara lo que pasara, tendríamos que completar la cuota en una fecha fija. Así que siguió enviando mineros abajo aunque sabía que desaparecían muchos."

"¿Has visto alguna vez la cara del traficante?" 

"Nunca le he visto... Porque siempre se tapa la cara. Pero el dueño de la mina se alteró mucho cuando una vez hice una broma, diciendo, '¿No es esto un acuerdo secreto entre nosotros con algunas organizaciones del bajo mundo?'"

"Es Yulem."

Ante la conclusión inmediata de Kyle, el rostro del joven se puso blanco. Tartamudeó, "Yu-Yu-Yulem..."

Le impactó que el traficante que había estado en contacto con los mineros una vez al mes fuera un miembro del bajo mundo. Si hubieran hecho algo sospechoso para el traficante, podrían haber sido arrojado desde un acantilado o ahogado en un lago sin que nadie lo supiera. 

Sin embargo, era diferente en el caso del dueño de la mina, que si sabía que el socio comercial pertenecía a Yulem. ¿Por qué Donalian Culton se apresuró a desprenderse de su propia mina? Noah organizó lentamente sus pensamientos.

"Había un artículo sobre el presunto terrorista de Yulem, sospechoso del ataque a Edman, que estaba vinculado al Ministerio de Magia. Eso explicaría por qué Donalian Culton estaba tan impaciente por vender la mina."

Quizás Culton se había dado cuenta hace poco de que la organización con la que hacía contrabando podía estar relacionada con el Ministerio de Magia. Si la Familia Imperial descubriera que una cantidad significativa del mineral crin, había sido robado al menos veinticuatro veces en dos años, tendría que pasar el resto de su vida en prisión.

"No, espera un momento". Noah frunció el ceño ante un presentimiento que tuvo. Ahora que lo pienso, ahora soy la propietaria de la mina de Donalian. En cuanto se le vino a la cabeza la idea, se apresuró a pulsar el botón de pausa de la grabadora. "Señor, necesito volver a la oficina rápidamente."

"¿Por qué?"

"En realidad, he comprado la mina a Donalian por 4.5 millones de libras. Entonces la verdadera dueña de esta mina... Bueno, soy yo."

"¿Qué?"

"Bueno, después de atarlo lo metí en el armario, pero existe la posibilidad de que lo alguien lo encuentre y lo suelte. Si él huye, la investigación se dirigirá hacia mí... Ya sabes, soy una criminal con dieciséis condenas previas, así que no creo que deba ser culpable de un crimen más."