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domingo, 9 de mayo de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 72

Capítulo 72. Preparativos Para Una Fiesta De Té


"La Dama se está preparando para salir, señor. Dice que hace tiempo que no va de compras."

Regis suspiró en respuesta. "¿Quiénes las escoltarán?", preguntó. 

Derrick enumeró a los caballeros más hábiles de la casa Floyen. "Geraldine, Todd, Dylan, Howard y Ronald. Hay cinco escoltas en total."

Regis asintió con una expresión de satisfacción. "Muy bien, es suficiente."

"Además, vino un mensajero de la Dama Fresia. Dice que hay noticias urgentes que debe saber."

Fresia rara vez lo convocaba para cosas triviales. Regis suspiró. 'Probablemente no me esté tomando el pelo como la última vez... Debería ir'. 

***

"¿Tiene planes para hoy, Su Alteza?"

Max arrugó la cara ante Fresia, que le insinuaba que se marchara. "¿Por qué?" 

"Viene un invitado."

Max sintió que su molestia aumentaba y expresó notablemente su disgusto. "Si es un invitado, puedes usar otro espacio."

"Bueno... el problema es que... el invitado es el Duque Floyen."

Max torció su expresión en respuesta. "¿Entonces? ¿Me estás diciendo que debo huir de este lugar para evitarlo?" Max siempre había mantenido una actitud cortés hacia el Duque, pero parecía que ahora estaba seriamente enfadado. 

'Sé que es mi señor... pero es tan difícil de tratar'. Fresia gimió en silencio y dijo, "Esta vez discutiremos un asunto importante, así que creo que tardaremos un rato."

"¿Qué asunto podría llevar tanto tiempo?" replicó Max. 

Fresia suspiró suavemente. 'No es algo que pueda decirle... ¿Qué debo hacer?' Sin embargo, no se quedó pensando en esta cuestión durante mucho tiempo. Decidió contarle una información que había planeado darle al Duque como parte de su trato. "He escuchado que la Dama Floyen asistirá a una pequeña fiesta de té organizada por algunas mujeres de la nobleza. Mikhail, también asistirá a la fiesta de té."

Los ojos de Max se agrandaron, pero pronto los entrecerró severamente. "¿Qué? ¿Por qué?"

'Antes resultaba difícil reconocer sus emociones porque siempre permanecía inexpresivo, pero últimamente se ha vuelto mucho más transparente'. Fresia hizo lo posible por reprimir la risa y dijo, "No lo sé, eso es algo que sólo Mikhail sabría. Pero si él aprovecha está ocasión para encontrarse con su antigua enamorada, ¿No parece que está arrepentido?"

Max miró fijamente a Fresia. Tenía una expresión feroz, pero era muy diferente de la cara que ponía cuando estaba enfadado. Fresia sabía a que se debía la sutil diferencia. 'Parece que son los celos. Nunca pensé que mi señor pondría una expresión como esa'. No hace mucho, había sido un hombre insensible que no dudaba en matar despiadadamente a sus enemigos. Aunque era una persona bastante generosa con sus aliados, era increíblemente cruel y despiadado con sus enemigos, tanto que a veces incluso asustaba a Fresia. Sin embargo, parecía haber cambiado en cierto momento.

Fresia aún no podía saber si estos cambios lo beneficiaban o lo perjudicaban, pero no le importaban. En el pasado, su señor parecía estar convirtiéndose más en un monstruo, como el Emperador, pero ahora podía percibir un leve rastro de humanidad en él.

"Por eso te digo que te des prisa y te vay..." Fresia detuvo sus palabras cuando vio que Max ya había desaparecido y chasqueó la lengua. "Eso fue rápido. Qué enérgico de su parte."

"El invitado ha llegado, Dama."

Fresia se levantó. 'Es hora de trabajar'.

***

Max sintió que le hervía la sangre. Cuando era ridículamente débil, sólo podía sobrevivir engañando a su padre y a su madrastra. Por eso aprendió a suprimir su ira, una habilidad que mantuvo incluso cuando aumentó su fuerza. Sin embargo, esta emoción, que siempre había sido capaz de contener, estaba fuera de control por un solo hecho. '¿Se va a reunir con ese tipo otra vez?'

Después de la muerte de su madre, Max decidió emprender el camino de convertirse en Emperador y se comprometió a no dejarse llevar por algo tan trivial como las emociones, para no arruinar sus planes. Lo había cumplido desde su juventud, pero ahora estaba sintiendo las mismas cosas que había intentado evitar desesperadamente. Aun así, no pudo evitar visitarla.

—Hace frío por la noche porque estamos entre estaciones.

—Estaba preocupada porque tengo extrañas preferencias por la comida, pero me alegro de que a ti también te guste.

—No es gratis. Como pago, puedes ayudarme si alguna vez lo necesito.

Al recordar esas palabras que ella le había dicho, Max sintió que su presencia era peligrosa. Aun así, no podía escapar de ella, era adictiva.