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miércoles, 5 de mayo de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 69

Capítulo 69. Delirios


'¿Por qué pone esa cara ahora? ¿Podría estar pasando por la pubertad a esta edad?' No pude evitar suponer esto debido a sus severos cambios de humor. 

En ese momento, dijo en voz baja, "Huir, ¿Eh? Aunque hacer eso sólo te complicará la vida."

Asentí como respuesta. "Bueno, creo que seré mucho más feliz estando sin dinero que si me casara con el Príncipe Heredero."

Aunque tendría que abandonar la herencia de mi padre, podría vender mis joyas por una buena cantidad de dinero. 'Incluso sin mi herencia, podré mantenerme gestionando un pequeño negocio'. Aunque esto significaba renunciar a mi sueño de vivir opulentamente sin tener que mover un dedo, huir era la única solución adecuada que se me ocurría. 'Probablemente sea una buena idea comenzar a prepararme'. 

En ese momento, escuché una voz tranquila. "Me voy."

"¡Espera...!" Lo llamé, pero se había ido sin escuchar lo que tenía que decir. Cuando asumí que se había marchado, suspiré. "...Al menos deberías haberme dicho si ibas a aceptar o rechazar mi petición."

***

Fresia observó en silencio al Duque Floyen mientras él revisaba los documentos que ella le había entregado. 'Por el amor de dios, espero que no se dé cuenta de nada...' Su espalda se había vuelto húmeda porque estaba sudando frío. Sólo había conseguido entretenerlo durante una hora, lo que se podía considerar un logro. 

Fue entonces cuando Regis cerró la carpeta. "He revisado los documentos que me diste, pero no veo nada diferente a la última vez."

Cuando el Duque estaba a punto de levantarse para marcharse, Fresia dijo con calma, "Eso es imposible. Si miras con atención..."

"Yulia."

La expresión de ella se endureció cuando el Duque pronunció su verdadero nombre. Sabía que sólo lo hacía cuando estaba a punto de amenazarla. "No sé cuál es tu propósito, pero si vuelves a hacer algo como esto, cancelaré el trato". Regis se levantó tras advertirla. 

Miró al Duque. "Sin embargo, tengo más información. ¿Estás seguro de que no quieres verla?", preguntó. 

En respuesta, el hombre que había tenido una expresión hostil hace un minuto se sentó dócilmente. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Fresia. Su reacción me hace preguntarme qué clase de persona es la Dama Floyen. 'Ha conseguido que mi señor y esta persona tan temible sean tan obedientes'. 

"Entonces, ¿Qué es lo que quieres mostrarme?"

Fresia sacó otra carpeta. "Esto."

'Pensaba revelar esta información más tarde, pero no se puede evitar'. Fresia decidió mostrar a Regis la última carta que tenía en la manga. 

Los ojos de Regis emanaron un aura asesina mientras revisaba el documento. "¿Es esto cierto?"

Fresia asintió y dio un sorbo a su té en lugar de responder inmediatamente. Cuando el té pasó por su garganta, dejó la taza y sonrió dulcemente. "¿Alguna vez me has visto cometer un error?"

Regis endureció su expresión y se levantó. "Me voy."

Fresia miró la espalda del Duque que se retiraba y luego el reloj. 'Hm, es un poco más temprano de lo que le había prometido a mi señor... pero probablemente podrá solucionarlo'. Volvió a agarrar su taza para beber el té restante que se había enfriado antes de volver a ponerla con fuerza en el pequeño plato. 

***

¡Clang! Un sonido estridente resonó en la habitación. 

'¿Qué está planeando esa mujer?' Mikhail miró los trozos rotos de la botella de licor que había destrozado y torció la expresión. '¿Por qué me ignora?' Le había enviado una invitación, molesto por el hecho de que se hubiera ido en brazos del Duque, pero ella ni siquiera había respondido. 

'¿Cuál es la razón? Incluso me disculpé esta vez...' Mikhail siempre había sido tratado como un genio, así que esta era la primera vez que se rebajaba ante otra persona. Cuando su disculpa ni siquiera obtuvo una respuesta, fue un duro golpe para su orgullo. 'Maldita sea. ¿Qué fue exactamente lo que salió mal?' 

Aunque él se había disculpado y había intentado ponerse en contacto con ella, ella no le había prestado ni un poco de atención. Ahora era él quien la buscaba.

'Una mujer como ella... Yo debería actuar como si ella no existiera tampoco'. Intentó dejar de pensar en ella con esto en mente.

Me gustas, Mikhail, le dijo una vez. 

Tal vez fuera porque estaba borracho, pero este terrible recuerdo nublaba sus pensamientos. Mikhail apretó los puños y golpeó la pared.