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martes, 4 de mayo de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 67

Capítulo 67. Del Gusto Del Príncipe Heredero


Fresia estaba refunfuñando en su interior por la falta de paciencia de su señor cuando Max volvió a hablar. "Mencionaste que hiciste un trato con el Duque Floyen, ¿Verdad?"

"Ah, sí". Fresia tragó saliva nerviosa porque los detalles de ese trato debían ser un secreto que ni siquiera su señor debía conocer. 'Es algo de lo que él también puede beneficiarse... Así que es mejor que no lo sepa'.

En ese momento, Max dijo, "Ponte en contacto con él."

"¿Perdón? No hay nada que informarle en este momento..."

"Puedes inventarte algo."

Fresia pudo adivinar las verdaderas intenciones de su señor por las palabras que dijo en tono gélido. 'Parece que está tratando de alejar al Duque de la mansión usándome como cebo'.

***

Ya había pasado una semana desde que me obligaron a permanecer en mi habitación.

Parece que está lo suficientemente bien como para pasear fuera, Dama.

Me había dicho Allen después de levantar mi orden de confinamiento.

Sonreí al recordar sus palabras, e inconscientemente, eché un vistazo al conejo de porcelana de mi mesilla de noche. 'Probablemente mi padre ha seguido con los preparativos para mi reunión con el Príncipe Heredero'. suspiré. A pesar de que estuve concentrada estos últimos días, no había podido pensar en una forma de evitar esta reunión.

'Sería otra historia si pretendiera salir con alguien que mi padre aprobara'. No conocía a nadie a quien tuviera en alta estima, pero quizá Lord Frederick o Mikhail, el protagonista de esta novela, estuvieran a su altura. Aun así, alguien como Lord Frederich, que destacaba en todos los aspectos de su vida, nunca participaría en mi plan. 

'Eso significa que mi única solución es seguir la novela original y aferrarme a Mikhail de nuevo... Parece que moriré independientemente de que salga con Mikhail o con el Príncipe Heredero'. Suspiré resentida por mis desafortunadas circunstancias cuando escuché un ruido procedente del balcón, que estaba unido a mi habitación.

¡Tap, tap!

Me di la vuelta, sobresaltada por el sonido. En efecto, vi una cara conocida. 'El discípulo de mi padre está aquí de nuevo'. Suspiré de nuevo y me dirigí hacia la ventana. 

'¿Por qué este tipo sigue visitándome a mí en lugar de mi padre? Si alguien nos ve...' En ese momento, pensé de repente en los escandalosos rumores que temía que surgieran de su visita. '¡Espera, eso es!' 

Me apresuré a correr hacia la ventana y la abrí. Agarré con fuerza sus manos sonriendo alegremente. "¡Bienvenido!"

Mirando mi reacción, endureció su expresión. "¿Qué crees que estás haciendo?", preguntó con un tono serio. 

No importaba que su personalidad fuera un poco vil. Era mi única solución.

"Oye, ¿Quieres..."

***

Puedo entretenerlo como máximo dos horas. Debes abandonar la mansión antes de eso, le había dicho Fresia.

Max se quedó mirando la mansión del Duque mientras recordaba sus palabras. '¿Por qué no veo a Jubelian?' Apretó inconscientemente los dientes mientras le invadía la inquietud. Cuando por fin vio a lo lejos una sombra conocida, levantó la comisura de los labios. 

'Por fin se mueve'. Max cruzó el jardín, encontrando fácil evitar a los guardias de la mansión. Después de llegar hasta una cornisa, la vio de nuevo. "Su tobillo debe estar bien ahora, ya que está de pie."

Sonrió inconscientemente, encontrándose cautivado por la vista. Sin embargo, pronto recobró el sentido. '¿Por qué estoy sonriendo como un tonto? Debería decirle lo que tengo que decirle antes de que se me acabe el tiempo...'

Max se dio cuenta entonces de que no tenía nada que hablar con Jubelian y se quedó absorto en sus pensamientos. 'Esto me está volviendo loco'. Se sentía decepcionado consigo mismo por hacer cosas que no entendía, pero las ganas de visitar a la mujer eran lo suficientemente grandes como para empujarlo hacia delante. 

Tap, tap. 

Golpeó la ventana con los dedos, provocando que la mujer se diera la vuelta. Su piel blanca, su cabello radiante, sus labios rojos ligeramente separados y sus ojos misteriosos; estas mismas características conformaban el rostro que le había estado preocupando estos últimos días. 

"Qué expresión más tonta", murmuró Max para sí mismo, tratando de ignorar los latidos de su corazón. Pero en el momento en que una amplia sonrisa apareció en su rostro, sus esfuerzos se volvieron inútiles.

'Incluso su expresión tonta es bonita'. Siguió mirando su rostro como si estuviera poseído cuando se abrió la puerta que comunicaba el balcón con su habitación. 

"¡Bienvenido!"

El corazón de Max se agitó cuando ella lo saludó y le agarró las manos con las suyas más pequeñas. "¿Qué crees que estás haciendo?" criticó Max, tratando de reprimir sus emociones lo más posible. Tenía miedo de que ella supiera que había sido sacudido por sus acciones. Cuando vio su sonrisa inalterable, su corazón comenzó a latir con más fuerza.

'¿Por qué sonríes incluso cuando estoy siendo grosero contigo?' Max miró fijamente a Jubelian, preguntándose si tenía motivos ocultos para ser tan amable con él. Sus labios rojos se separaron.

"Oye, ¿Quieres salir conmigo?"

Max la miró fijamente, sorprendido por las palabras que salieron de sus labios. '¿Salir? ¿Qué está diciendo?' Cuando un pensamiento se le ocurrió de repente, sintió como si lo hubieran golpeado con una tonelada de ladrillos. '¿Es posible que... haya sido amable conmigo todo este tiempo porque le gusto?'

Max siempre había detestado a las personas que se le acercaban con intenciones ocultas, pero incluso al pensar que ella lo hacía... extrañamente le pareció aceptable. Ahora que sabía la razón detrás de su amabilidad, se sintió aliviado. 'Ya veo, por eso ella dijo eso'. Intentó controlar su expresión y evitar que las comisuras de sus labios se movieran, que seguían intentando subirse para sonreír. 

"Por si te estás haciendo una idea equivocada, no me gustas. Sólo quiero una relación contractual."

Max retorció su expresión.