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sábado, 29 de mayo de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 316

Capítulo 316. Advertencia De Joanson (1)



"¡Sí! No sé por qué están haciendo esto, ¡deberían ocuparse de sus propios asuntos!"

Lo que pensaba para mí misma salió de mi boca involuntariamente. Mastas agitó el puño en el aire, pensando que mis palabras iban dirigidas a los nobles,

"¡Que se pudran! ¡Habría que hacerles dar cien vueltas al campo de entrenamiento, caminando sobre sus manos! Entonces entrarán en razón."

Sacudí la cabeza. Aunque agradecía que Mastas estuviera enojada por eso, en este momento no estaba hablando de los peces que mordieron el anzuelo.

Lo que me pareció extraño fueron los que permanecieron quietos. Tanto el Marqués Ketron como el Duque Liberty. Personas que clasifiqué como Nivel de Peligro 1.

Hasta ahora, estaba segura que había sido el Marqués Ketron quien inició el rumor de la infertilidad. Fue otro noble quien lo mencionó en medio de una reunión, pero dio la impresión de ser controlado por el Marqués Ketron. Posteriormente intercambiamos palabras que también me llevaron a esa conclusión.

Entonces, ¿por qué? ¿Por qué el Marqués Ketron estaba tan callado incluso ahora? ¿Por qué el Duque Liberty volvía a estar tan tranquilo?

Están siendo cautelosos... cualquiera diría eso. Pero si lo fueran, habrían sido cautelosos desde antes. Dejando de lado al Duque Liberty, lo que resultaba más sospechoso es que el Marqués Ketron, que sacó el tema de la infertilidad primero, ahora se quedara de brazos cruzados.

¿Será por la humillación a la que fue sometido al tratar de utilizar la imagen de playboy de Heinley?

Después de pensarlo mucho, visité a Heinley y le pedí su opinión,

"¿Qué piensas, Heinley?"

En el Imperio Oriental, podría haberlo descubierto por mi cuenta. Crecí observando a los nobles de allí toda mi vida.

Sin embargo, aún no conocía bien a los nobles del Imperio Occidental. Por supuesto, había muchos nobles con los que había hecho una amistad en los últimos meses. Salvo algunas familias que albergaban malas intenciones, muchos nobles me abrieron su corazón.

Aún así, hace seis meses ni siquiera los conocía. Aunque se tratara de un noble cercano, sería difícil comprender del todo su carácter y descifrar sus verdaderas intenciones. Evidentemente, no era cercana al Marqués Ketron. Para deducir sus intenciones, sabía poco de él.

Así que no tenía otra opción que buscar la ayuda de Heinley.

"Escuché que el Marqués Ketron y la Marquesa Ketron se pelearon."

"¿Es por el incidente de antes?"

"Bueno, tal vez sea en parte por eso."

Heinley suspiró y añadió,

''Ahora que lo pienso, el Marqués Ketron tiene tres hijos inteligentes. Probablemente la Marquesa Ketron tuvo una gran pelea con el Marqués Ketron por no estar realmente de mi lado."

Dado que Heinley era el único que quedaba de la auténtica Familia Imperial, ¿decidió agachar la cabeza por ahora? ¿Por el bien del futuro de sus hijos?

Heinley volvió a suspirar,

"Por supuesto, seguir así habría sido agotador para ambas partes."

Eso era cierto. Después de mucho preocuparme, finalmente me recliné en el sillón y dije con sinceridad,

"Supongo que colocar trampas no es un campo que se me dé bien."

"La mejor parte de la pesca está en esperar, Reina."

"Es aburrido esperar a ciegas sin saber si la otra persona va a reaccionar."

"Entonces, ¿cómo lidiaba Reina con los enemigos políticos en el Imperio Oriental?"

Cuando lo miré fijamente con los brazos cruzados, Heinley sacudió rápidamente las manos.

''No, el hecho de que Reina se encargara de sus enemigos políticos no quiere decir que sea una mala persona. Hay veces que es necesario. A eso me refiero."

"No fue un gran problema."

Cuando estaba en el Imperio Oriental, había consolidado mi posición bajo el apoyo de la anterior emperatriz, por lo que fueron pocos los que intentaron luchar abiertamente. Incluso en esos casos, tenía a muchas damas de compañía de mi lado, y mi propia familia era poderosa...

Aun así, parecía un tema que le interesaba a Heinley, así que pasé a contarles algunas historias. Fue entonces cuando me comenzaron a picar las palmas de las manos. Mientras me las rascaba inconscientemente, tuve una sensación similar a la de antes, cuando le había congelado el cabello a Heinley.

En cuanto pensé en eso, me picaron aún más las manos, así que las puse sobre el escritorio para calentarlas.

Sorprendentemente, en ese mismo momento. Un fino hielo apareció en el escritorio.

El hielo se movió a lo largo del escritorio hasta que se detuvo cerca de Heinley al otro lado.

"Ah."

Mientras miraba mis manos sorprendida, Heinley preguntó.

"¿Estás bien?"

"Estoy bien. Sólo me sorprendió un poco."

Ver este fenómeno por segunda vez lo hizo aún más asombroso. Como no había ocurrido nada desde la primera aparición, me preguntaba si había sido una coincidencia, o si la magia había desaparecido. Pero no fue así.

Abrí y cerré las manos repetidamente, las giré en el aire unas cuantas veces y finalmente las puse sobre mi regazo. En este punto, sentí una mirada sobre mí y levanté la vista para ver a Heinley mirándome con preocupación.

"¿Qué ocurre?"

Cuando le pregunté debido a su extraña expresión, Heinley levantó su boca con el dedo índice y murmuró,

"Ahora que recuerdo, el asunto de la academia mágica quedó pendiente tras conocerse el embarazo. Aunque necesitas ir a la academia al menos una vez, no sé si sería mejor que sea cuanto antes, o que sea en un futuro, aunque sea tarde."

***

"Papá. Inténtalo. Papá."

La bebé se rió, haciendo "bubu". Sovieshu sonrió tan felizmente como si la bebé le hubiera llamado papá, le dio un beso en la barriga y lo repitió,

"Papá. Inténtalo. Papá."


Cuando la bebé volvió a hacer "bubu", Sovieshu se conmovió y murmuró,

"Mi princesa, mi princesa es muy inteligente."

La bebé volvió a estallar en risas.

La Vizcondesa Verdi sonrió con pesar al ver esta escena mientras traía un biberón de leche tibia para la bebé.

A pesar de lo bien que se veía Sovieshu cuidando a la bebé, ¿cuántas personas se sacrificaron por esto? Sólo de pensarlo la hacía sentir incómoda.

Pero la princesa sacudiendo sus brazos se veía realmente encantadora. Aunque pensó que no podría quererla por ser hija de Rashta, se equivocó.

Tras convertirse en la niñera de la princesa, la Vizcondesa Verdi se sentía cada día más apegada a esta encantadora bebé.

Cuando la Vizcondesa Verdi se acercó, Sovieshu le entregó a la bebé en sus brazos.

La Vizcondesa Verdi recibió a la bebé y sostuvo a la princesa con destreza.

Pero en medio del momento cálido y agradable, llamaron a la puerta.

"Su Majestad, es el Marqués Karl."

Viendo a la princesa balancearse en los brazos de la Vizcondesa Verdi, Sovieshu salió de la habitación de la bebé con pesar.

"¿Qué sucede?"

"Su Majestad. Hay algo que debe ver."

En cuanto vio a Sovieshu, el Marqués Karl habló con seriedad. Sólo con ver su expresión, se notaba que no había venido por algo bueno.

"Se lo mostraré en un lugar tranquilo."

Sovieshu llevó al Marqués Karl a su salón y preguntó,

"¿Qué es?"

El Marqués Karl sacó un periódico doblado que tenía dentro de su traje.

"Hay un artículo sobre Su Majestad la Emperatriz."

Mientras el Marqués no se atrevía a decirlo, Sovieshu aceptó el periódico y lo abrió. Sus ojos recorrieron rápidamente el contenido del periódico.

Poco después, Sovieshu descubrió lo que el Marqués Karl quería mostrarle.

"¿Qué significa esto?"

La expresión de Sovieshu también se oscureció.