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lunes, 12 de abril de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 26

Capítulo 26. Emboscada


Me reprendí a mí misma cuando me di cuenta de algo. En las novelas, había una regla tácita que hacía imposible que los protagonistas, los personajes secundarios y los villanos murieran al principio de la historia. En otras palabras, mi vida como villana principal no corría peligro hasta la ceremonia de mayoría de edad de la Princesa. 

'Hay muchos capítulos de la novela en los que aparezco... Quizás esto es algo que se supone que me tiene que pasar. No debería tener miedo'. Calmé mis ansiosos pensamientos y miré fijamente la sospechosa sombra que se cernía sobre mí. 

Me parece que lo he visto en alguna parte. '¿Quién es?' Dado que irrumpió y entró en mi habitación de noche, probablemente se trataba de un asesino o un ladrón. Aunque todavía no estaba segura de ello, sabía con certeza que esta persona no estaba en su sano juicio. Si fuera una persona normal, no habría venido a la mansión del Duque Floyen, el mejor espadachín del imperio.

"No sé quién es usted, pero creo que se ha equivocado de lugar. Esta es la mansión del Duque Floyen."

"He venido al lugar correcto", respondió el hombre. Debe de estar loco o es muy atrevido.

"¿De verdad? ¿Qué tal si cambias de opinión ahora? Creo que te arrepentirás de haber venido a este hogar". Intenté persuadirlo por compasión, pero el hombre se quedó callado. 

"Todavía me queda un año antes de morir", murmuré para mis adentros. Por supuesto, no tenía intención de morir tan pronto porque aún tenía tiempo de mejorar mi reputación. 

'No perderé ni una sola oportunidad de hacerlo'.

Decidí encender las velas del candelabro  de mi mesita de noche para informar a los caballeros que montaban guardia cerca de mi puerta de que alguien había entrado en mi habitación. No perdí de vista al hombre mientras agarraba una cerilla, me preguntaba qué estaría pensando. Cuando encendió la vela, mi entorno se iluminó. Sólo entonces pude distinguir el cabello negro del hombre, su piel pálida y su aspecto excesivamente elegante. Era imposible olvidar un rostro como el suyo.

"Oh, eres el discípulo de mi padre". Me di cuenta de que, después de todo, había venido al lugar correcto. 

'Gracias a Dios'. Me sentí aliviada de que el intruso no fuera un ladrón, mucho menos un asesino. Aunque intenté convencerme de que no iba a morir en este punto de la novela, en realidad había sentido mucho miedo. Además, había aprendido una lección muy importante. 'Tengo que asegurarme de cerrar las ventanas y las puertas a partir de ahora'.

Me senté en la cama mientras la adrenalina abandonaba mi sistema y hacía que mis piernas se debilitaran. El discípulo de mi padre, que llevaba un rato con la mirada perdida, miró de repente la vela con fiereza. 

"¿Qué estás haciendo?", preguntó.

'Soy la hija del Duque Floyen. ¿Cómo se atreve a tratarme de esa manera?' Si fuera cualquier otro noble, probablemente sería condenado a muerte. Aunque lo estaba dejando pasar en esta oportunidad, decidí que sería mejor darle una lección en el futuro.

"Disculpa", le dije. "¿Por qué me hablas de esa manera?" 

"Porque sí". Me miró con frialdad. Además de ser extremadamente arrogante, su forma de hablar se parecía a la de mi padre. 

'Pero mi padre no es tan grosero. Se dice que el alumno supera al maestro, pero no tiene por qué superarlo hablando de esa manera'.

Por el alivio y el cansancio, no pude dejar de sonreír. "Entonces, ¿Cómo te llamas?" pregunté.

En lugar de responder a mi pregunta, el hombre me miró con desprecio. Me sentí algo avergonzada y traté de explicarle por qué le preguntaba su nombre. "Oh, no es que haya olvidado tu nombre a propósito..."

En ese momento, alguien tocó la puerta.

"¿Ocurre algo, Dama Floyen?" Aunque me tranquilizó el caballero que hablaba al otro lado de la puerta, la punta de una espada presionó de repente mi cuello. 

Miré fijamente al culpable, el discípulo de mi padre. 'Está aterrado... No, parece demasiado despiadado para eso'. Sólo había fiereza en sus ojos. Lo miré fijamente y traté de entender por qué me amenazaba.

'Quiere que actúe'. Ya estaba viviendo mi segunda vida como villana, así que era una petición bastante sencilla.

"Oh, he tenido una pesadilla, así que he decidido encender las velas un rato". Era una excusa suficientemente buena, pero Geraldine, el líder de los caballeros y mi primo, volvió a preguntar con voz sincera. 

"¿De verdad? ¿Estás bien?"

"Sí, estoy bien. No pude volver a dormir, así que estoy leyendo un libro". Sentía volvería a dormirme de nuevo, pero temía que el discípulo de mi padre fuera a actuar precipitadamente si decía la verdad. 

"Dormir hasta tarde es malo para la salud. Vuelve a acostarte pronto", dijo Geraldine.

Era oportuno que me diera ese consejo en un momento como éste. "Sí, gracias por el consejo. "

Después no pude escuchar nada cerca de la puerta. Parecía que los caballeros habían vuelto a sus puestos. '¿Realmente se fueron?' Aunque no estaba segura, el problema más apremiante era el discípulo de mi padre, que seguía mirándome fijamente con su espada  contra mi cuello.

"He hecho lo que querías, ¿Ya puedes mover tu espada?" pregunté en voz baja.

Su expresión se retorció cuando terminé de hablar.