Reciente

domingo, 11 de abril de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 296

Capítulo 296. Lo Que Importa Es Que Te Crea (2)


Cuanto más se prepare algo de antemano, mejor.

El cumpleaños de Heinley no era diferente. Aún faltaban unos meses, pero comencé a pensar en el regalo.

Heinley insistía en tomar un baño juntos, pero eso estaba fuera de discusión.

En las fiestas de té, los nobles sin duda me preguntarán, '¿Qué regalo preparó para Su Majestad?'

'Tomaré un baño con Su Majestad. Seré su regalo, mojada y cubierta de burbujas.' No podía responder algo así, ¿verdad?

Era vulgar sólo de imaginarlo.

No se trataba de una suposición sin sentido. Los nobles querrán evitar hacer el mismo regalo que yo, así que definitivamente me preguntarán esto.

Realmente necesitaba un regalo del que pudiera hablar con confianza cuando alguien me preguntara qué regalo había preparado para Heinley...

Un verdadero regalo, un regalo que pueda contar a los demás... ¿qué podría ser?

Después de mucho pensarlo, finalmente me decidí.

Un pastel. Hacer su pastel de cumpleaños.

Cuando le hice la tortilla, Heinley se mostró encantado.

No le daré sólo un pastel de regalo, pero apuesto a que se alegrará mucho si añado un pastel a su regalo.

Sólo pensar en su expresión iluminada hacía que me sintiera complacida. Me froté el pecho con una mano mientras intentaba apaciguar mi corazón acelerado.

Una vez que me decidí, sabía claramente lo que debía hacer a continuación.

Necesitaba buscar la ayuda de mi madre. Le haré un pastel al estilo del Imperio Oriental, al estilo de la Familia Troby.

Cuando mi padre, mi hermano y yo cumplíamos años, mi madre hacía el pastel para que lo cortáramos por la mañana.

Era muy extraño. A mi madre no le gustaba cocinar. Pero siempre hacía un pastel para nuestro cumpleaños, y le quedaba muy delicioso. Quería que Heinley también lo probara.

Casualmente, mi madre aún se estaba quedando conmigo en el palacio imperial. ¿No es genial? Así que fui inmediatamente donde mi madre y le pedí la receta del pastel.

"¿La receta del pastel?"

Los ojos de mi madre se agrandaron un poco ante mi petición. Como si no tuviera ni idea de por qué quería esto. Pronto, una sonrisa se dibujó en los ojos de mi madre.

"Odias cocinar, Navier."

"Es para el cumpleaños de Heinley, madre. Al igual que lo hacías en ocasiones especiales, quiero que sea un recuerdo especial para Heinley."

"Heinley te ama mucho. No querrá que cocines para él si lo odias." 

"Madre, Heinley no lo sabe. Además, no es que odie cocinar."

Es simplemente molesto.

Mi madre puso una expresión indiferente ante mis palabras.

"Bueno. No sé si deberías hacer eso."

Pero después de pedirle repetidamente la receta de su pastel especial, finalmente accedió, sacó un trozo de papel y escribió algo detalladamente.

"Listo. Sólo haz lo que está escrito aquí."

En el papel estaban escritos los ingredientes y los pasos a seguir.

"Gracias."

Después de agradecer varias veces a mi madre, tomé prestada la cocina de Heinley, y practiqué la elaboración del pastel.

Amasé la masa hasta que se me cansaron los brazos, revolví la crema batida y mezclé la leche.

Sin embargo, el pastel terminado sabía completamente diferente al pastel de mi madre.

Lo intenté un par de veces más, pero el resultado fue lo mismo.

Finalmente, volví donde mi madre para pedirle que lo hiciera.

"Madre, el pastel no me queda bien."

"¿Lo hiciste exactamente como te lo escribí?"

"Seguí al pie de la letra los ingredientes y los pasos, pero el sabor es completamente diferente."

"..."

Le devolví la receta que me había dado y le pregunté,

"Madre, si no te importa, ¿podrías enseñarme como lo haces?"

Mi madre miró la receta que le devolví con una expresión fría. Parecía que estaba a punto de abrir la boca y decir, '¿Ni siquiera puedes hacer esto?' Chasqueando la lengua...

Pero sin importar cuánto tiempo esperé, mi madre permaneció en silencio.

"¿Madre?"

Finalmente, cuando la llamé porque no podía esperar más, mi madre suspiró y confesó.

"En realidad, el pastel lo hacía el chef."

¿Qué?

Sus palabras fueron tan sorprendentes que creí haber escuchado mal.


¿Quién lo hacía? ¿El chef?

"Madre, no hacías este pastel para nuestro cumpleaños..."

"Lo hacía el chef."

Miré a mi madre desconcertada. Mi madre aún tenía una expresión fría, pero no me miraba a los ojos. Entonces se giró hacia un lado para evitar mirarme en absoluto, y me preguntó como si fuera muy lógico.

"Navier, quieres ver a Su Majestad comer felizmente 'tu propio pastel', ¿verdad?"

"Sí, madre."

"Consigue un delicioso pastel y di que lo has hecho tú. Eso es lo que debes hacer."

"..."

"Piénsalo. Comer un pastel insípido hecho por ti, o comer un delicioso pastel que crea que está hecho por ti. ¿Qué haría más feliz a Su Majestad?"

Mientras no investigue, la otra persona no tiene forma de saber que no es hecho por uno. Al final, mi madre sonrió y me dio una palmadita en la espalda, diciendo que debía mantenerlo en secreto de mi padre.

***

Mientras que Navier estaba conmocionada por la verdad que acababa de conocer, el Equipo Bizzarri llegó a la capital del Imperio Oriental después de partir días antes desde el Imperio Occidental.

Pirence Danju, del Equipo Bizzarri, entró en el edificio de la sede de la Corporación Oso.

"¡Bienvenido!"

La gente de la Corporación Oso, con la que se había puesto en contacto de antemano, lo saludó cortésmente.

Pero en vez de saludarlo cortésmente por respeto al Equipo Bizzarri, parecían saludarlo excesivamente a propósito, para mostrar la etiqueta que tenían.

Al menos, Pirence Danju tuvo esa sensación.

"¡Haha, gracias por la hospitalidad!"

Sin embargo, a pesar de sentirse incómodo, Pirence Danju no lo expresó en absoluto. Al contrario, levantó la voz y se rió actuando como si estuviera muy feliz.

Normalmente, habría sido un poco sarcástico, diciendo, '¿Por qué no actúan como siempre?', pero hoy tenía algo importante que hacer.

Era un encargo secreto de la Emperatriz.

En realidad, el encargo en sí no era tan difícil, pero estaba nervioso porque fue la Emperatriz Navier quien se lo ordenó.

"El presidente lo está esperando en la sala de recepción."

Mientras miraba el interior, el secretario del Presidente de la Corporación Oso se acercó y le guió amablemente.

Al entrar en la sala de recepción, vio al Presidente de la Corporación Oso sentado frente al escritorio con los documentos necesarios para la reunión dispuestos sobre el mismo.

Los dos intercambiaron saludos y algunas palabras de cortesía.

Poco después, discutieron una serie de temas con el propósito de llegar a un acuerdo en esta reunión.

Cerca del final de la reunión. El Presidente de la Corporación Oso del Imperio Oriental le entregó un pagaré a cambio de la compra de joyas especiales del Imperio Occidental.

"Hmm..."

Pirence Danju aceptó el pagaré, y lo examinó detenidamente. Era para verificar su autenticidad.

Él solía actuar de esta manera, por lo que el Presidente de la Corporación Oso se limitó a beber un poco de su bebida, aunque se sentía ofendido.

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, su comportamiento resultó ser diferente de lo habitual. Danju pasó mucho más tiempo que en otras ocasiones examinando el pagaré.

"¿Hay algún problema?"

Preguntó molesto el Presidente de la Corporación Oso.

"Ah, lo siento."

Danju consideró que era el momento oportuno, así que rápidamente sacó a relucir lo que la Emperatriz Navier le había ordenado.

"Espero que no se sienta ofendido. Hago esto porque últimamente he escuchado muchos casos de pagarés falsos."