Capítulo 100. Reunión (7)
"Tendré que echar un vistazo antes de decidir".
"¿No confías en mí?"
"No estaría mal decir que no lo hago".
Frey dio una respuesta contundente.
Sin embargo, la expresión de Riki mostró que había esperado esa respuesta.
"Y es que vemos las cosas de forma diferente".
"Quieres verlo con tus propios ojos. Lo entiendo".
Al asentir, Riki se detuvo un momento antes de decir:
"¿Qué piensas de las otras razas?"
"¿Qué…?"
¿Qué clase de pregunta era esa?
Cuando Frey se volvió hacia él con una expresión de perplejidad en su rostro, Riki dijo en tono llano:
"Te estoy preguntando si crees que los humanos son una raza superior".
"No. La verdad es que no".
Naturalmente, a Frey le gustaban los humanos.
Le gustaban las acciones positivas y el potencial que tenían los humanos y, sobre todo, valoraba su determinación incluso ante los desafíos.
Sin embargo, esto no significaba que los considerara superiores, como decía Riki.
Sabía que había muchas otras especies increíbles además de los humanos.
Riki asintió aliviado.
"Si es así, entonces no tengo nada de qué preocuparme. Ve a echar un vistazo. Hay varios campamentos en la montaña, pero yo personalmente recomiendo ese".
Riki señaló con el dedo.
Frey enfocó sus ojos hacia donde señalaba, pero no pudo ver nada.
"No lo veo…"
"Hay un castillo escondido entre los árboles. Tiene unos treinta hombres custodiándolo. La mayoría de ellos son caballeros, pero sólo son de segunda clase en el mejor de los casos. No sería difícil para ti deshacerte de ellos con tu poder divino".
"Si decido que no merecen ser asesinados..."
"Naturalmente, puedes irte. No te obligaré".
Riki habló con su tono normal y tranquilo.
Frey se sintió un poco extraño al ver esto porque parecía que ya había adivinado su reacción.
‘Primero…’
Tenía que comprobarlo por sí mismo.
Podría causar un problema si matara a uno de los marqueses del país, pero Frey no mostró ninguna reticencia o vacilación.
Esto se debía a que había alcanzado con éxito las 8 estrellas.
Mientras su oponente no fuera un Demigod, Frey no tenía miedo de tener una batalla uno a uno con nadie.
E incluso si tuviera que luchar contra un Demigod, Frey tenía la confianza de al menos escapar con su cuerpo intacto, siempre y cuando no fuera Señor o uno de los Apocalipsis.
Mientras pensaba esto, Frey voló hacia el lugar que Riki había señalado.
Como Riki había dicho, había un viejo castillo escondido detrás de los árboles.
Antes no lo vio porque estaba lejos, pero ahora que estaba más cerca, no parecía escondido en absoluto.
Por el contrario, sus alrededores estaban brillantemente iluminados por varias antorchas.
"..."
La expresión de Frey se tornó ligeramente rígida.
Esta montaña no estaba muy lejos de la ciudad. Así que, si este lugar se mostraba de forma tan abierta, había una alta probabilidad de que los funcionarios de Lufei conocieran la existencia de este campamento.
-Es el país humano más corrupto que conozco.
Las palabras de Riki volvieron a sonar en su cabeza, pero Frey sacudió esos pensamientos y decidió comprobar el interior del castillo.
Había caballeros con armadura de pie sobre una corta pared.
‘Definitivamente, sus niveles no son altos’.
La información de Riki era exacta.
Estas personas eran guerreros de segunda clase en el mejor de los casos.
Actualmente, Frey era capaz de enfrentarse a caballeros de clase maestro incluso si no usaba su maná.
A su nivel, ni siquiera cientos de estos caballeros serían capaces de detenerlo.
Desde el principio, el poder divino de Indra era especialmente efectivo cuando se usaba contra las multitudes. Les resultaría difícil defenderse de él debido a su largo alcance y a los efectos de la electricidad.
Sin embargo, no era sólo su falta de poder.
Su vigilancia también era bastante floja.
Había algunos que bostezaban con fuerza, charlaban con sus compañeros o incluso se sentaban en el suelo y dormitaban.
Parecía que no esperaban que nadie les atacara.
Frey trepó en silencio por el muro.
Lo primero que vio fue un gran claro.
"..."
Y en él, había docenas de jaulas.
Las jaulas eran todas de hierro y cada una de ellas estaba llena de esclavos.
No sólo había humanos.
Además de otras razas inteligentes como los elfos, los enanos y los mitad bestia, todo tipo de criaturas raras estaban encarceladas aquí.
Todos ellos tenían algo en común.
Físicamente parecían estar bien. Sin embargo, aunque no tenían heridas visibles, todos parecían apáticos, como si hubieran perdido el alma.
Los que estaban especialmente mal empezaban a hiperventilar al azar, aparentemente sin motivo.
Las jaulas eran muy pequeñas y sucias.
Eran casi del tamaño perfecto para sus cautivos, por lo que incluso una persona cuerda se volvería loca después de unos días si se viera obligada a permanecer en estas jaulas.
Había algo apilado a la derecha, y cuando Frey se concentró en ello, su expresión cambió inmediatamente.
Se habían apilado los cuerpos de los esclavos muertos.
La rabia de Frey se acumuló en un instante, pero aun así logró analizar rápidamente la situación con calma.
‘¿Por qué los han matado?’
Para esta gente, los esclavos eran mercancías, productos que utilizaban para ganar dinero.
Eran pedazos de basura, pero Frey no creía que ignoraran así el valor de su propia mercancía sin motivo.
Pero después de un rato, se dio cuenta de por qué.
Un caballero caminó hacia el lugar donde se apilaban los cadáveres con paso ligero.
Sobre su hombro iba una chica mitad bestia.
Un caballero que estaba cerca de la pila comenzó a hablarle.
"¿Lo has soltado todo?"
"Mhm".
"¿Eso es...? ¿Está muerta?"
"Todavía no, pero por lo que parece, no debería tardar mucho".
"Urajil... tómatelo con calma. ¿No sabes que el marqués no ha estado de buen humor en los últimos días?"
"No importa. De todos modos, sólo se preocupa por los elfos".
"Uno de los elfos ha muerto hoy, así que ten cuidado".
"¿En serio? Hmm... entendido".
El caballero entonces lanzó a la chica desde su hombro hacia la pila.
La chica agitó los brazos por un momento con los ojos muertos antes de dejar de moverse lentamente.
Frey vio esta escena de principio a fin.
No era sólo la chica mitad bestia.
De vez en cuando, los caballeros tomaban esclavos para usarlos o torturarlos para aliviar sus deseos o su aburrimiento.
Esa era la razón por la que los cadáveres de los esclavos eran tratados de esa manera.
"..."
Era una escena de locura colectiva.
¿Habían perdido todos la cabeza por estar atrapados en este lugar durante mucho tiempo?
¿O era este un lugar donde sólo se reunía la gente horrible y malvada?
Frey comprendió completamente la actitud de Riki.
¿Cómo no iba a enfadarse al ver que los humanos se comportaban así?
Como alguien que le gustaba y tenía fe en los humanos, esta visión hizo que Frey se sintiera avergonzado como si sus partes privadas hubieran sido expuestas en público.
Sss.
Sus emociones pronto fueron contenidas.
La calma y la tranquilidad que le proporcionaba su rango de 8 estrellas no le permitía dejarse llevar por sus emociones.
Taht.
Frey descendió de la pared y aterrizó con un ligero sonido.
Con sólo la túnica y la máscara, la identidad de Frey estaba efectivamente oculta.
La máscara tenía el efecto de ocultar su poder divino, pero cuando Frey lo usaba activamente, este camuflaje cesaba.
"¿Eh?"
Uno de los caballeros guardianes inclinó la cabeza cuando Frey apareció frente a él.
"¿Qué...? Es una máscara curiosa".
Habló con una expresión de somnolencia en su rostro.
Aunque Frey había aparecido ante él tan abiertamente, no lo consideraba un intruso.
Al fin y al cabo, no creía que hubiera alguien tan valiente como para infiltrarse en este lugar y además tan abiertamente.
Seguramente pensó que se trataba de uno de sus colegas gastándole una broma.
Crujido.
Un relámpago azul chispeó en la mano de Frey.
Al principio, sólo pretendía deshacerse del responsable de este lugar.
Pero ya no pensaba así.
Toda la gente que trabajaba aquí era basura podrida.
Se avergonzaba incluso de llamarles humanos.
Pero por encima de todo, era su atuendo lo que más enfadaba a Frey.
"¿Qué demonios llevas puesto?"
"¿Qué?"
"Armadura de placas, espada de plata y capa. ¿Realmente te consideras un caballero?"
La expresión del caballero cambió a una de enfado.
"¿De qué demonios estás hablando? No, ¿quién demonios eres tú? Nunca había oído tu voz..."
En el siguiente instante, la sorpresa se hizo presente en su rostro.
"¡No puede ser! ¡Un intruso...!"
Crujido.
Un relámpago color azul profundo atravesó el cuerpo del hombre antes de que tuviera la oportunidad de gritar, haciendo que cayera de rodillas, con el cuerpo quemado.
Sin embargo, el rayo era brillante y perceptible.
"¿Qué fue eso?"
"¡Intruso! ¡Hay un intruso!"
Sólo entonces los otros caballeros cargaron hacia Frey en grupo.
Frey se quedó en medio del claro con las manos a los lados, esperando a que los caballeros se acercaran.
¿Caballeros?
No, estos no eran caballeros.
Frey recordó a su amigo idiota que se esforzó al máximo para convertirse en el mejor caballero del mundo.
El Rey de la Espada Lucid.
¿Qué habría hecho él si hubiera estado aquí y hubiera visto lo que esta basura malvada había hecho mientras presumía del nombre de los caballeros?
Por supuesto, Frey sabía la respuesta.
Lo que iba a hacer no era nada especial.
Simplemente iba a hacer lo que Lucid habría hecho si hubiera estado allí.
Eso era todo.