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lunes, 1 de marzo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 36

Capítulo 36. Aled


Cecile comenzaba a comprender por qué el Rey de los elfos había temido a la entidad del anillo.

"Así que te estoy diciendo que el que me llamó Aled fue el primer elfo que nació en este mundo. Soy como una sombra suya. Un alter ego, ¿Debería decir? Así que viví toda mi vida con el primer elfo. Después de todo, era el único que conocía en el mundo. Honestamente, las únicas otras criaturas alrededor eran los humanos, los hombres bestias y demás, pero se veían tan feos que no quería hablar con ellos. Los humanos como tú no lo saben, pero los elfos son seres muy delicados. Mirar cosas feas nos inflige heridas mentales. Por eso sólo vivimos entre los nuestros en el bosque. Todos los que no son hermosos viven en pecado. A veces, esos humanos salen con alguna tontería ridícula, comparando nuestro parecido en que tenemos dos ojos, una nariz y una boca, pero si nos guiáramos por eso, ¿No sería correcto decir que todos los humanos son  exactamente iguales? En fin... Oye, ¿Te estás durmiendo?"

"¡No, señor, no me he dormido!" Cecile se limpió apresuradamente la saliva saliendo de su boca y se esforzó en enfocar los ojos, pero comenzó a adormecerse lentamente de nuevo mientras la entidad continuaba hablando. 'Sálvame...'

Cecile se pellizcó el muslo mientras escuchaba la continua charla de Aled. Ya habían pasado cuatro horas. Durante ese tiempo, Aled había seguido hablando de sí mismo sin descanso.  Sobre cómo había nacido, cómo se llamaba, entre otras cosas. Sí, podía aguantar tanto. Pero en el momento en que el espíritu comenzó a divagar y a contar una historia de hace 851 años sobre alguien que plantó tres árboles en una aldea de elfos y cómo contó sus hojas hasta sumar un total de 18.376.261 hojas, ella no podía entender por qué tenía que escuchar esto.

Muchas veces ella había intentado detenerlo y volver al tema principal del dinero, pero cada uno de sus intentos fue respondido por Aled con una mirada de, '¿Acabas de interrumpir mis palabras?' Ante una mirada tan feroz, Cecile sólo podía encogerse de nuevo y responder 'Por favor, continúa'.

Ahora ella lo sabía, divagaciones interminables. Ese era el poder de Aled que el Rey de los elfos temía.

'Su Majestad, ¿Cuándo va a volver?'

Ella necesitaba a Estian en ese momento más que nunca, pero él estaba en algún lugar haciendo quién sabe qué. Normalmente, siempre hacía su aparición cuando caía la noche, pero no había señales de que fuera a venir esta noche a pesar de que era muy tarde. Quería pedirle que ocupara su lugar por un momento, mientras ella se marchaba a taparse los oídos a algún rincón tranquilo.

Pasaron minutos en los que Cecile se pellizcaba repetidamente por todo el cuerpo para intentar mantenerse despierta, hasta que afortunadamente para ella, Aled regresó al tema que ella esperaba.

"...Así que firmé un contrato con los espíritus y compré esa gema. Alguien como yo no podría quedarse en cualquier cosa, ¿No estás de acuerdo? Y por suerte, los espíritus me ofrecieron un tipo de interés fijo. Como sabrás, los tipos de interés no suelen bajar nunca. Por no mencionar que en aquella época, la situación en el reino de los espíritus era extremadamente inestable. Todos los asesores de inversión que conocí entonces también esperaban una subida continua."

Cecile asintió al conocer que incluso los espíritus realizaban operaciones financieras.

"Así que trabajé duro todos los meses durante los últimos 1.252 años, y ahora sólo me faltan 247 años de préstamo. A pesar de todo, hice lo posible por decorar el interior. Pero entonces tiraste mi joya."

"Lo siento mucho..." Cecile se inclinó completamente en el momento en que Aled comenzó a culparla. Después de todo, tenía que suplicar primero y preguntar después.

Aled miró a la postrada Cecile con satisfacción. 'Bien. Parece que ella cree que ha sido completamente su culpa'.

En realidad, la joya no se había roto cuando Cecile la lanzó. Por supuesto, era cierto que se había producido cierto daño en ella. Sin embargo, fue cuando el Emperador la lanzó contra la pared cuando la casa alquilada de Aled se resquebrajó por completo. '¿Cómo es que todos y cada uno de estos Emperadores son tan estúpidamente fuertes?'