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viernes, 19 de marzo de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 284

Capítulo 284. Pintura (1)



¿Qué es peor? Que Heinley pensara que trataba de evitarlo o que sólo me interesaba su cuerpo.

La primera me hacía parecer una mujer de corazón frío. La segunda me hacía parecer una pervertida.

Pensando en esto no podía estar tranquila, así que dejé la pluma y me levanté de la silla.

¿Qué hice mal? El ambiente fluyó así, ¿no? Sólo me dejé llevar por la corriente, entonces, ¿por qué?

¿Fue porque lo toqué? Él también me tocaba. Entonces, cuando él me toca, es amor, pero cuando yo lo toco, es ser una pervertida?

¿Sólo me interesaba su cuerpo? Si sólo me interesara su cuerpo, no estuviera preocupada por nada más.

Ojalá fuera así. ¡Habría disfrutado cada día, trabajando durante el día y jugando con su cuerpo durante la noche!

Era doloroso porque no sólo me interesaba su cuerpo, además...

Si hablaba con frecuencia de tomar un baño juntos, de hacerlo en otros lugares, en otras posiciones, de juegos de roles, ¡y de cualquier cantidad de cosas! ¡¿Cómo podría ser yo la pervertida por meter un poco las manos en sus pantalones?!

"¿Su Majestad la Emperatriz? Parece perturbada."

Mientras daba vueltas por el salón, mordiéndome el labio inferior, mis damas de compañía también parecían ansiosas.

Sacudí la cabeza hacia la Condesa Jubel, que preguntó con preocupación, para decir que estaba bien,

"Es sólo que... surgió un problema complicado. No pasa nada."

Entonces Laura se acercó corriendo como una ardilla y preguntó,

"¿Qué ocurrió? ¡Discútalo con nosotras, Su Majestad! Entonces, podríamos encontrar una solución rápida a su problema. Se dice que si se juntan varias cabezas, siempre se puede encontrar un camino, ¿no?"

Gracias, Laura. Pero no podía decir que mi esposo me consideraba una ninfómana que sólo quería su cuerpo. 

No podía discutir este asunto tan vergonzoso con nadie. Qué discutir. Incluso si alguien se enterara de esto, me moriría de la vergüenza.

En ese momento, llamaron a la puerta.

"¡Yo iré!"

Laura, que corrió hacia la puerta emocionada, volvió a toda prisa poco después y gritó,

"¡Su Majestad, el Gran Duque Kapmen vino a verla!"

Ah... Santo Cielo. ¡No puede ser!

De todos los momentos... ¡El Duque vino justo ahora!

"¿Puedes decirle que venga más tarde?"

"Dijo que era un asunto urgente..."

"¿Un asunto urgente?"

"¡Es sobre los tres primeros equipos de prueba!"

Qué ironía. Rechiné los dientes y apreté los puños, pero no podía evitarlo.

"Déjalo entrar."

Dios mío, espero que nada de lo sucedido con Heinley pase por mi cabeza delante del Gran Duque Kapmen.

***

Tres jóvenes damas de edad similar estaban sentadas una al lado de la otra en unas escaleras y, frente a ellas, dos grandes perros jugaban mordiéndose la cola entre sí.

Los perros ladraban y saltaban de un lado a otro alegremente, pero las jóvenes tenían expresiones aburridas.

Con la marcha de la Duquesa Tuania, e incluso de la Emperatriz Navier, últimamente la alta sociedad se había vuelto drásticamente aburrida.

Se celebraban fiestas grandes y pequeñas en diferentes partes, pero no había fiestas organizadas por nobles de muy alto estatus, lo que resultaba un poco aburrido.

Sólo cuando nobles de alto estatus organizaban una fiesta, se reunían una gran diversidad de personalidades. Los Duques Troby se habían ido al Imperio Occidental, mientras que el Duque Tuania, tras divorciarse, estaba abatido y se quedaba encerrado en su mansión.

El Marqués Farang era en principio el tipo de hombre que sentía más pasión por las competiciones de caza, la esgrima y el entrenamiento de pájaros mensajeros que las fiestas.

El Marqués Karl rara vez organizaba fiestas, tal vez porque era el secretario en jefe del emperador, mientras que eran reacias a ir a las del Gran Duque Lilteang por su mal temperamento.

Y la Emperatriz Rashta se reunía sólo con hombres, por lo que las jóvenes damas estaban destinadas a estar aburridas.

En ese momento, Rivetti, que estaba sentada en silencio, preguntó cuidadosamente,

"¿Han tenido alguna vez una relación amorosa?" 

Alischute miró sorprendida a Rivetti,

"¿Hay alguien que te guste?"

Alischute había sido la mejor amiga de Laura, pero desde que ésta se marchó al Imperio Occidental, se había juntando con Rivetti y Anne.

Rivetti pensó, '¿Por qué debería decir si hay alguien que me guste?' y respondió con resolución,

"No."

"Entonces, ¿por qué hablas repentinamente de una relación amorosa?"

Anne, que escuchaba en silencio, dijo con voz seria,

"Las relaciones amorosas son después del matrimonio. No es bueno que se corra el rumor de que saliste con alguien antes del matrimonio, Rivetti."

Rivetti curvó los labios. También conocía perfectamente la filosofía de los nobles de 'separar el matrimonio y las relaciones amorosas,' pero esas palabras le molestaron un poco debido a que esa filosofía condujo al divorcio de Navier, la emperatriz que quería. 

"No quiero tener una relación amorosa porque me guste. Es porque es necesaria."

"¿Por qué? ¿Para casarte?"

"Hasta cierto punto."

Alischute y Anne, que estaban aburridas, miraron a Rivetti con un brillo en los ojos.

"¿Con quién?"

"¿Con quién quieres casarte?"

"¿Está tu padre en contra? Si no es así, pídele a tu padre que plantee el matrimonio con su familia."

Rivetti curvó los labios. Si pudiera, ya lo habría hecho.

Sin embargo, a quien apuntaba no era un noble ordinario, sino el emperador. Además, no apuntaba al emperador por amor, sino por venganza. Tenía la intención de seducirlo y después patearlo.

Su padre y su hermano no la ayudarían en esto. Por supuesto, aunque quisieran ayudarla, su familia no tenía el suficiente estatus como para plantear que la tomara como su concubina.

"Eso no funcionará. He intentado seducirlo, pero no parece estar interesado en mí."

"¿Qué edad tiene? ¿Es demasiado mayor o demasiado joven? Quizá por eso no le interesas."

Anne hizo otro comentario inteligente. Rivetti dudó, lo pensó y respondió,

"Es mayor. Pero no tenemos mucha diferencia de edad."

"Eres radiante y enérgica, ¿no es ese tu encanto? Debes exponerlo."

"¿Cómo?"

"¿Por qué no te muestras fuerte? Cuando haya una competición de caza, dispara una flecha espléndidamente delante de él."

"No sé disparar una flecha."

"¡Entonces monta a caballo espléndidamente!"

Las jóvenes damas juntaron sus cabezas y dieron sus opiniones, pero no sirvieron de mucho.

Eventualmente, Rivetti se olvidó del tema de la seducción mientras reía y bromeaba con sus amigas. Sólo se lamentó, después de separarse de ellas.

'¡Ah!¿Cómo pasamos del tema de la seducción al de la quiromancia?'

Rivetti se dio una ligera palmada en la cabeza, lamentándose de su estupidez.

Aún así, disfrutó pasar el rato con sus amigas. Rivetti caminó con pasos ligeros de vuelta a casa.

Pero a mitad de camino, sintió como si alguien la estuviera siguiendo.

Rivetti se detuvo y miró hacia atrás.

'¿No?'

Estaba oscureciendo, pero no eran pocas las personas que pasaban, por lo que no podía determinar si alguien la estaba persiguiendo.

Aunque un poco incómoda, Rivetti finalmente siguió caminando. Había muchos transeúntes, así que pensó que nadie la perseguiría descaradamente.

"..."

Pero tras unos pocos pasos, la invadió de nuevo un temor desagradable.

Aunque caminó afanosamente durante un tiempo, la extraña sensación no desapareció. Rivetti se detuvo de nuevo y miró hacia atrás. 

La gente seguía yendo y viniendo normalmente. No había señales de que alguien la estuviera persiguiendo.

'¿Es mi imaginación?'

Rivetti, que estaba a punto de mirar nuevamente hacia el frente, volvió a girar la cabeza hacia atrás cuando se dio cuenta de un hecho espeluznante.

¡Eran los transeúntes! Estaba segura de que eran las mismas personas que cuando miró hacia atrás la primera vez.

En este punto, Rivetti se aterrorizó y se le puso la piel de gallina.

Giró la cabeza hacia el frente apresuradamente y salió corriendo a toda prisa.

Entonces, los transeúntes se detuvieron y dirigieron su mirada hacia su espalda al mismo tiempo.

Un niño en cuclillas, entre las cajas de madera, en la esquina del callejón, observaba la escena, lamiendo una paleta.

Ese fue el último día que se supo de Rivetti.

***