Capítulo 85. Limpieza (1)
Mientras miraba hacia abajo desde Hruhiral, la expresión de Frey se tornó extraña.
Un círculo mágico gigante estaba grabado en el suelo.
El círculo mágico, el cual podía ser visto claramente desde la cima de Hruhiral, estaba emitiendo una brillante y lúgubre luz color sangre parecida a la del círculo de Asura. Sin embargo, el patrón era diferente.
“Usó la sangre de Oydin como medio para invocar algo”.
“Es enorme, incluso puede que un dragón salga de ahí”.
¡Roooooooaaar!
En ese momento, un dragón hecho completamente de huesos blanco puro salió del círculo mágico.
Las cuencas de sus ojos se encendieron al mismo tiempo que un rugido feroz se abría paso por su garganta.
Snow dejó salir una carcajada alegre.
“Una palabra puede ser una semilla. Ese proverbio representa muy bien esta situación”.
“…”
“Bueno, entonces…”
Snow cubrió su rostro con una máscara de madera.
No era una máscara ordinaria.
En el momento en el que se la colocó sobre el rostro, su apariencia comenzó a cambiar.
Su cabello blanco se volvió negro y su aura noble y misteriosa desapareció.
“¿Una herramienta mágica?”
“Se llama Máscara de Jenki. La usó porque mi apariencia llama demasiado la atención”.
“Supongo que no quieres revelar tu identidad”.
“Exacto, todavía no es el momento”.
Frey asintió.
“Si me ayudas, podría ser capaz de detener al dragón”.
“Dices algo bastante extraño. El Gran Bosque es el hogar de los elfos, así que, ¿no deberías ser tú el que estuviera ayudando? Gracias por adelantado”.
Frey pudo saber que ella estaba sonriendo detrás de la máscara solo mirándola a los ojos.
Lo que ella decía tenía sentido.
Parecía ser que Snow era la clase de persona que le gustaba tener conversaciones, pero este no era el momento para eso.
¡Rooooaaar!
El Dragón de Hueso causó una gran conmoción.
Ya había arrancado innumerables arboles de raíz y dejado cicatrices profundas en el suelo en el corto periodo de tiempo que llevaba invocado.
Después de mirarse a los ojos por un momento, Frey y Snow se lanzaron del árbol al mismo tiempo.
***
“¡A la mierda esto!”
Iván maldijo ruidosamente.
Cualquiera reaccionaría de la misma forma, si veía a un dragón esqueleto gigante aparecer desde el suelo.
Sobre todo Iván, porque había tenido dificultades derrotando a los Caballeros Sangrientos y por fin había tenido la oportunidad de tomar un descanso.
“Pensé que algo como esto pasaría…”
Syax estaba triste mientras veía la destrucción por la que estaba pasando el bosque.
Desde que el dragón apareció, cientos de árboles fueron destrozados y esta destrucción parecía estar lejos de acabar.
Era una vista verdaderamente agravante para los elfos.
Esto también aplicaba para los elfos que ella había traído como refuerzos.
“¡Espíritu del Viento!”
“¡Concédeme tu fuerza!”
Los elfos utilizaron con desesperación todos los medios que tenían disponibles para atacar al Dragón de Hueso, pero sus intentos no produjeron resultados.
Los huesos del dragón eran demasiado duros, al igual que su resistencia mágica.
Alguien no pudo evitar murmurar:
“No puedo creer que los Hiralgard no estén aquí en un momento como éste…”
Los elfos no se sentirían tan desesperados, si los Hiralgard no se hubieran ido por una misión.
La mayoría de los guerreros sobresalientes entre los Altos Elfos eran parte de ese grupo.
Fue en ese momento.
¡Crack!
El puño de Iván aplastó los huesos del dragón, los mismos a los cuales los elfos no pudieran ni siquiera rasguñar después de intentarlo sin cesar. Esos mismos huesos fueron destrozados tan fácilmente por él.
Sin embargo, Iván frunció el ceño.
‘Ya no me queda demasiada fuerza. No es como que no pueda dañarlo, pero no seré capaz de durar mucho tiempo así…’
Tat.
En ese momento, Frey y Snow cayeron del cielo y aterrizaron al lado de Iván.
Iván apretó varias veces sus puños mientras los miraba.
Sería diferente con ese tipo aquí.
“¿Qué pasó con Oydin?”
“Está muerto. Ahora todo lo que tenemos que hacer es limpiar los restos”.
“Lo dices como si fuera tan fácil como darle la vuelta a una mano, ese monstruo no es fácil de vencer”.
“Pero tenemos que hacerlo de todas formas”.
Cuando Snow dijo esto en tono alegre, Iván ladeó la cabeza ligeramente.
“¿Quién es esta chica?”
“Una compañera no totalmente confiable”.
“Eres increíble. ¿No podrías haberme presentado de una mejor manera?”
Frey no le prestó atención a su broma, no estaban en una situación en la que pudieran estar jugando.
Snow gruño mientras apretaba con más fuerza la empuñadura de su espada.
“Es ruidoso, pero no es una amenaza tan grande. Nosotros tres deberíamos ser suficientes”.
“Bien…”
“Comencemos”.
Frey, Iván y Snow miraron al dragón, quizás este sintió sus miradas, porque el bosque fue sacudido una vez más por un rugido estremecedor.
***
“Llegas tarde, Riki”.
Una lúgubre y poco placentera voz hizo eco.
Sonaba como si alguien estuviera arañando la base de un árbol, pero era una voz que él había escuchado incontables veces antes.
Riki se dio la vuelta con calma sin el menor atisbo de sorpresa o incomodidad.
Era un anciano horrendo, el cual estaba sentado en una silla. Tenía varias marcas en la cara que indicaban lo viejo que era, una nariz bulbosa, ojos vidriosos y cabello desordenado.
Incluso si uno trataba con todas sus fuerzas de encontrar algo bueno en su apariencia, sería imposible.
“Llegaste temprano, Ananta”.
“Ku, ku, ku, ku. Igual que siempre, igual que siempre”.
Riki se sentó luego de darle una mirada a Ananta, quien estaba riéndose en la oscuridad.
No había llegado tan tarde como él lo había hecho parecer.
Además de él, había tres personas más allí y todavía estaban esperando que llegaran dos más.
“¿No fue Nozdog quien nos convocó aquí hoy?”
Esta vez, fue una voz burbujeante.
La Demigod Leyrin, la cual tenía el pelo gris, colocó su barbilla sobre su mano y comenzó a hablar con tono aburrido.
“Esta es una ocasión especial. No puedo creer que Nozdog, el más taciturno después de Riki, haya convocado una reunión”.
“Debe haber algo muy importante que discutir”.
Esto lo dijo un Demigod, el cual su cabello tenía un aspecto llameante.
Leyrin lo miró antes de responder.
“Agni, ¿ya creaste un apóstol?”
“Todavía no”.
“¿No te estás relajando demasiado? Señor dijo que todos debemos llevar un apóstol a la siguiente reunión. Dijo que nos revisaría a todos”.
“Crearé uno a tiempo, no te preocupes”.
“Eres realmente un grano en el culo. Bien, no me preocuparé, estás por tu cuenta”.
Leyrin frunció el ceño y sacudió su mano unas cuantas veces.
Fue en ese momento.
[Parece que soy el último].
El vacío se partió y Nozdog apareció hablando con voz sombría.
Su apariencia esquelética era la que más sobresalía de entre el grupo de Demigods.
“¿Señor aún no ha llegado?”
[Señor no vendrá esta vez].
“¿Qué? Quería ver su rostro, ya que ha pasado tanto tiempo desde la última vez”.
Leyrin se inclinó sobre la mesa con expresión triste. Sin embargo, sus quejidos se detuvieron ahí como si fueran algo común.
Después de todo, Señor estaba más ocupado que ellos cinco juntos.
“¿Entonces? ¿Por qué nos convocaste, Nozdog?”
[Estoy seguro de que ya adivinaron el propósito de esta reunión. En este punto, solo hay una cosa que requeriría una reunión tan urgente].
Ananta dejó salir una pequeña carcajada antes de decir:
“Encontraste una pista sobre el traidor”.
[Eso es correcto].
Nozdog asintió y observó a las personas que había conocido por cientos de miles de años.
Había mencionado en voz alta al traidor, pero nadie tuvo ninguna reacción notable.
No esperaba ver alguna de todas formas.
Si pudiera descubrir su identidad con tan solo unas pocas palabras, entonces ya hubiera sido capturado.
Ni siquiera estaba seguro de que el traidor fuera un Apocalipsis en primer lugar.
Nozdog todavía encontraba la idea imposible.
¿De verdad había un traidor entre su gente?
Su vínculo no era un hecho a través de unos cuantos años o unas cuantas décadas como aquellos entre los mortales.
Ellos habían estado juntos por miles o incluso por cientos de miles de años.
Sus mentes estaban unidas tan profundamente que habían alcanzado el punto en el que incluso compartían sentimientos y emociones.
Por ende, el hecho de que fueran incapaces de encontrar al traidor significaba que era extremadamente bueno controlando sus emociones.
Por eso para poder encontrar al traidor tenían que romper primero su compostura.
‘Es fácil decirlo’.
Él sabía lo difícil que sería esa tarea, ya que él mismo tampoco movería un ceja si algo no iba como él quería.
“¿Huh? ¿En serio? ¡Yay! ¿Entonces finalmente podremos deshacernos de ese bastardo malagradecido?”
[No, solo tengo una pista. Todavía no sabemos quién es].
“Hmm, ya veo”.
Leyrin.
A primera vista, uno podría pensar por sus acciones que ella era bastante expresiva. Sin embargo, en su interior era más fría que el hielo.
Nozdog siguió hablando sin prestarle mucha atención a su berrinche.
[Creé varios apóstoles y los esparcí a lo largo del continente].
“¿Creaste varios apóstoles? ¿Eso es posible?”
[Sería imposible si todos ellos fueran verdaderos, pero a excepción de uno, todos los demás son solo basura que ni siquiera pueden usar apropiadamente la pequeña cantidad de poder que les di].
“Ya veo, son un cebo”.
[Exacto y uno de ellos, el que coloqué en el Gran Bosque Reynols, murió].
“El Gran Bosque… Eso es cerca de donde Riki se aloja”.
Los ojos de los Demigods miraron en dirección a Riki. Aunque nadie lo miró abiertamente con sospecha, eso no lo hizo mejor.
Riki simplemente asintió.
“Había algunos no-muertos en el área”.
[Riki, dijiste que creaste un apóstol hace un tiempo].
“¿Hay algún problema con eso?”
[No es eso. Es solo… ¿No habías odiado interactuar con mortales desde ese incidente hace 4000 años?]
“…”
Mientras decía esto, Nozdog se dio la vuelta para ver a Riki.
[Ese país humano que destruiste. ¿Cuál era su nombre…?]
“Icollium”.
Riki dijo el nombre por él.
Nozdog, no. Todos los Demigods presentes en ese momento sintieron como sus emociones fluctuaron ligeramente.
Sin embargo, no fue sospechoso. Todos sabían que Riki había sido grandemente impresionado por el hombre con el que peleó allí.
“Se llamaba Icollium. Nozdog, me pregunto por qué estás sacando esa historia ahora”.
[Es porque tengo curiosidad del porqué decidiste repentinamente el crear un apóstol].
“Señor dijo que creáramos uno. Fue una preparación para la reunión”.
[…]
No estaba equivocado, pero Nozdog sospechó un poco.
Los únicos que podían salirse con la suya, si desobedecían a Señor eran los cinco sentados en esta habitación.
Y entre ellos, Riki era quien más conflictos tenía con Señor.
Era ligeramente sospechoso que Riki obedeciera tan calmadamente las ordenes de Señor.
Leyrin habló con la misma expresión aburrida de antes.
“Muy bien, es suficiente. Dinos que pistas encontraste”.
[Los apóstoles falsos que hice tienen la habilidad de ocultar su poder divino. Esto significa que a menos que revelen sus poderes primero, esos molestos perseguidores del Círculo nunca deberían ser capaces de encontrarlos. Solo un Demigod sería capaz de ver a través].
“Entonces…”
[Por ahora, los más sospechosos son aquellos que residen cerca del Gran Bosque].
Por un momento, el silencio dominó la habitación.
Finalmente, Agni suspiró.
“¿Eso incluye a Riki?”
[Eso es correcto].
“…”
La expresión de Agni se tornó ligeramente extraña.
La verdad era que él aun no creía que hubiera un traidor entre los Demigods e incluso si fuera verdad, no creía que pudiera ser uno de los cinco.
[Si consideramos el rango de la percepción de los Demigods, entonces 4 personas, incluyendo a Riki, son los principales sospechosos. Señor hablará directamente con esos 4 durante la reunión que se dará en 3 meses. Riki, no eres la excepción].
“Lo tendré en mente”.
Riki asintió con calma sin mostrar ninguna reacción.
Nozdog lo miró por un momento antes de hablar.
[Todos tienen que llevar a sus apóstoles a la reunión. Sin embargo, deberíamos pensar en alternativas para ocultar sus apariencias. Las identidades de nuestros apóstoles son nuestros puntos débiles, ya que no sabemos quién es el traidor].
Todos asintieron.
La reunión era importante para los Demigods, pero también era una oportunidad que el traidor no dejaría pasar.
Los apóstoles de los Apocalipsis estaban particularmente bien ocultos, así que el traidor participaría en la reunión solo para conocer sus identidades.
“Entonces, los veré allá”.
Leyrin fue la primera en irse, luego le siguió Ananta, después Agni y finalmente Nozdog.
Riki fue el único que quedaba en la oscura habitación.
“Hmmmm…”
Tocó el brazo de su silla mientras estaba inmerso en sus pensamientos.
“Si todo sigue así, mi plan no funcionará…”
Si tenía que llevar a su verdadero apóstol, entonces Nozdog obviamente sospecharía.
Había cometido un error, por así decirlo.
Sin embargo, él podía usar el método que Nozdog mencionó y usar a alguien que no fuera su apóstol para engañar a Señor.
“Es difícil, es un problema realmente difícil”.
Pero no era imposible.
Los murmullos de Riki hicieron eco en la oscura habitación.