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domingo, 28 de febrero de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 35

Capítulo 35. Suelta El Dinero


'Este tipo de vida tampoco está mal'. Fue muy sencillo convertirse en la reina del casino al que llegó por la mañana. Estaba rebosante de dinero y llena de atractivo. 'No hay necesidad de tener prisa'.

Pensó que estaría bien llegar un poco tarde para recuperar a Estian, puesto que ya se había casado, y la mejor manera de lidiar con un corazón afligido por la pérdida de un hombre era siendo consolado por otro, ¿No es así? Además, el refrán dice que compartir la tristeza la hace más llevadera.  Por lo tanto, era evidente entre más personas se compartiera, más fácil sería.

La santa hizo una lista de los hombres que se le habían acercado hoy. Siete en total. El número le parecía justo. Se limpió la saliva de la boca y miró la mesa de juego. El número por el que había apostado fue el 7. Pensó que si uno tenía que apostar, el 7 era el mejor número.

El crupier anunció el inicio del juego y la bola de la ruleta comenzó a girar rápidamente, haciendo ruido sobre el tablero a medida que avanzaba. Los ojos de los observadores se movían de un lado a otro, siguiendo la bola cuando ésta comenzaba a rebotar.

'¿Debo usar un poco de mi poder?'

La santa se llevó la mano al bolsillo. Como siempre había hecho hasta ese momento, sólo necesitaba volver a usar el poder sagrado. Pero en el momento en que las yemas de sus dedos brillaron con una luz azul...

"¡Kaugh!" Tosió sangre de repente y cayó al suelo.

"¿Qué está pasando?"

"¡Se ha desplomado, busquen a alguien!"

Todos se sorprendieron por el repentino suceso, y se armó un revuelo en la apresurada búsqueda de un médico. La santa murmuró para sí misma, mirando su cuerpo tembloroso. "¿Qué está pasando...?"

¿El alcohol que había tomado antes estaba envenenado? ¿Pero no debería ser inútil para ella? Según la configuración de su personaje, la santa era inmune a los venenos. Entonces, ¿Qué demonios...?

"¡......!" De repente, su mente recordó una configuración particular que escribió hace mucho tiempo con respecto a la santa. "El poder sagrado arremeterá cuando  es utilizado para beneficios o deseos personales."

Mientras tanto, la ruleta se detuvo. El crupier confirmó el tablero de la ruleta y abrazó al gerent, gritando de alegría.

"¡18! ¡18! 18!” Gritó el número que representaba sus sentimientos.

***

"¡Por favor, sigue tu camino de una vez!"

"¡Espero que no vuelvas a venir!"

La santa fue prácticamente arrastrada hacia afuera del hotel, acompañada con entusiasmo por el crupier, el gerente y los guardias. El personal se abrazó mientras entraban de nuevo en el hotel. Después de levantar su dedo del medio hacia el hotel, la santa comenzó a caminar con pasos lentos.

"¿Por qué he puesto una configuración como esa...?" Se quejó y se mordió los labios. Si hubiera sabido que las cosas saldrían de esta manera, habría puesto una configuración de que vomitara dinero cada vez que tosiera, o tal vez una configuración de poder sagrado que permitiera la creación de trozos de oro. 

En cualquier caso, era inútil lamentarse ahora. Fue entonces cuando vio a una mujer salienod de otro hotel. Cualquiera reconocería que se trataba de una joven de la nobleza.

"¡Dios mío, Dama Irene! ¿Cómo se le ocurre marcharse a estas horas?"

"¡Qué dices, Nanny! ¿Qué pasa si la mujer con la que se casó Su Majestad resulta una villana? ¡Es inaceptable! ¡Como amiga de la infancia de Su Majestad, no lo toleraré!"

¿Amiga de la infancia de Su Majestad el Emperador? ¿Irene? El nombre hizo que los ojos de la santa se agrandaran. Irene. Una de las pocas personas que conocía el pasado de Estian. Una mujer que decía ser amiga de la infancia de Estian.

"¡Me dirijo a la capital en este instante! ¡Y tengo que abrirle los ojos a Su Majestad! Así que consigue un carruaje... ¿Qué te pasa?"

La santa agarró a Irene por la falda y, viendo que ésta reaccionaba con enfado, se arrodilló respetuosamente sobre una rodilla y comenzó a hablar. "Dama, ¿Necesita por casualidad una sirvienta que obedezca sin rechistar y que pueda realizar tareas secretas cuando sea necesario?"

La santa sabía que ese era el tipo de persona que Irene necesitaba en ese momento.