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viernes, 19 de febrero de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 20

Capítulo 20. Un Poco Extraño


"¿Qué?" los ojos de Cecile se agrandaron.

"¿Qué pasa?"

"No, me preguntaba si habías venido porque tenías algo que hacer..."

"Ya lo hice". Su dedo presionó muy suavemente la frente de Cecile y terminó, "Lo único que queda es cortar en trozos."

***

Kane, el comandante de los caballeros imperiales, sentía que algo andaba mal. Había llegado a la oficina del Emperador temprano, sólo para darse cuenta de que Estian no estaba en ninguna parte. Nunca, ni una sola vez, el Emperador había llegado a su propia oficina más tarde que Kane. Kane estaba desconcertado por este suceso sin precedentes, cuando Estian entró en la oficina Sin embargo, de alguna manera, el Emperador parecía diferente a lo habitual. Se suponía que debía estar de mal humor por haberse enfrentado a los intrusos durante la noche, pero en el rostro de Estian no se apreciaban tales signos de disgusto.

Kane le preguntó con cautela. "¿Cómo fue la noche anterior, Su Majestad?"

Hubieron cuatro asesinos. Hacía tiempo que no entraban en el palacio imperial. Además, atacaron en la noche de bodas como si hubieran estado esperando.

"Un poco... extraño."

Kane asintió ante la respuesta de Estian. Al investigar, se reveló que los cuatro asesinos no tenían ninguna relación entre sí. ¿Cuatro asesinos enviados por cuatro entidades diferentes? Nunca había ocurrido algo como eso.

"Lo entiendo. Debe haber sido la primera vez que experimentas algo parecido."

"Me pareció mucho más pequeño de lo que pensaba."

"¿En serio?" 

¿El asesino era pequeño? A Kane no le parecían pequeños los cuerpos que flotaban en el estanque.

"Y más suave de lo que imaginaba."

"¿Perdón?" La cara de Kane se volvió confusa al escuchar la palabra 'suave'. ¿Qué demonios? ¿De qué suavidad estaba hablando? ¿Acaso atravesó el vientre del asesino con tanta facilidad?

Estian aborrecía el contacto con los demás. Se trataba de algo inevitable, teniendo en cuenta cómo había crecido.  Hasta el punto de que era reacio a que incluso Kane, un súbdito fiel durante mucho tiempo, estuviera a su lado, excepto cuando resultaba absolutamente necesario. Sin embargo, ¿Tocó a un asesino? ¿Y se sintió suave? Los asesinos eran hombres de mediana edad, así que ¿Cómo podía estar suave?

Una imagen peligrosa comenzó a formarse gradualmente en la mente de Kane mientras Estian seguía hablando.

"Y también, aún más bonito en la noche."

"Su Majestad, lo siento pero, ¿De quién está hablando...?" preguntó Kane con cautela.

"La Emperatriz, por supuesto. ¿De quién creías que estaba hablando hace un momento?"

"Los asesinos."

"¿Estás loco?"

'No era de extrañar que sintiera que algo no andaba bien', pensó Kane. Pero cuando Kane estaba a punto de suspirar de alivio, se detuvo al darse cuenta de algo importante. '¿Espera? ¿Qué dijo el Emperador ahora? ¿La Emperatriz es pequeña y bonita?'

Mientras Kane se quedaba boquiabierto como un pez, el Emperador se sentó en su escritorio y comenzó a firmar varios documentos, pero de repente dejó de mover las manos y se levantó. Luego se dirigió hacia la puerta.

"¿Su Majestad? ¿A dónde va?"

"A ver a alguien."

Kane no preguntó a quién. Estian salió, y pasó mucho tiempo antes de que regresara. En cuanto entró en la oficina nuevamente, Kane percibió el sutil aroma de las rosas junto con el olor de la sangre. Preguntó, "¿Dónde has estado, Su Majestad?"

"Me reuní con la Emperatriz y luego me acordé del asesino de ayer, así que lo descuarticé un poco."

"¿Por qué se te ocurrió descuartizar al asesino después de reunirte con Su Majestad la Emperatriz?"

Ante su pregunta, Estian lanzó a Kane algo que tenía en la mano. Kane atrapó instintivamente el objeto, y sus ojos se agrandaron al verlo. Se trataba de un pequeño grabado en metal con trozos de sangre y carne. "Esto es..."

"He abierto el cuerpo y lo he encontrado dentro. También conoces la marca que lleva, ¿no?"

"Esta es la marca de los zelotes del reino sagrado, ¿No?"

"Así es."

Los ojos de Estian irradiaban una fría intención asesina. El asesino que había dirigido el ataque de anoche había apuntado a la emperatriz, no a él. ¿Por qué?

"Tendré que averiguar por qué demonios el reino sagrado envió a un asesino detrás de la emperatriz y no detrás de mí."