Capítulo 146. La Gran Bruja
"...¿Qué?"
Noah apartó los ojos del libro que tenía entre los brazos y miró al hombre que apareció detrás de la estantería. Inmediatamente se recompuso y respondió ferozmente, haciendo que el hombre se pusiera rígido. Viendo su vestimenta, parecía un empleado del Departamento de Magia.
"La biblioteca del Ministro está prohibida. No se pueden tocar los libros antiguos... Si tienes algo que buscar, te ayudaré". Murmuró, incapaz de mirarla directamente a los ojos. Luego, comprobó el número de la librería. "Línea H... los libros son principalmente sobre magia de ocultación...."
Parecía que Noah había logrado llegar a la sección H. El hombre intentó mirar el libro que ella sostenía, pero Noah cubrió disimuladamente el título para que no pudiera verlo.
"En realidad no estoy buscando nada en particular. Sólo he venido a mirar si hay algo divertido, pero no hay nada interesante."
"Bueno, qué puedo hacer por ti..."
"Nada, gracias. Voy a salir, así que quítate de mi camino. ¿Sigue Adrian abajo?"
Con el libro a su lado, Noah le pasó por un lado y el hombre la siguió. Noah habló, sacando algo de su bolsillo: "¿Qué demonios es ese experimento? ¿Cuándo termina? Me estoy cansando de ello."
"Oh, bueno, el dragón no coopera hoy, así que creo que necesitará una hora más o menos..."
"Una hora, está bien."
El hombre mantuvo su mirada fija en Noah, que finalmente dejó de caminar y se giró hacia él. "Una hora... es suficiente. Pero tú, ¿No estás cansado?"
"¿Perdón?"
"Todos los funcionarios de la Ciudad Imperial están sobrecargados de trabajo."
Noah acortó la distancia sin dudarlo, y el hombre dio un paso atrás, notablemente nervioso. Entonces lo agarró por el hombro y lo arrastró, apareciendo una brillante sonrisa en sus labios. "Lo que digo es que tengas un buen sueño, durante una hora."
"¡......!"
"Buenas noches..."
Sin compasión, ella le echó un polvo en la boca con una breve disculpa en su mente. No podía dejar que los supervisores de ese hombre se enteraran de que estaba buscando información sobre la magia de la clonación.
Los ojos del hombre comenzaron a cerrarse lentamente y Noah lo arrastró hacia una estantería. Este polvo no dañaría el cuerpo humano. Por supuesto, habría efectos secundarios si usaba el triple de la cantidad normal.
Noah susurró, tocando la mejilla del hombre. "Tú me enseñaste el lugar."
"Sí..."
"Aquí no ha pasado nada, ¿Vale?"
Tras un débil asentimiento, el hombre bajó la cabeza y se quedó dormido. En cuanto confirmó que finalmente estaba dormido, Noah apoyó su cabeza contra la estantería.
¡Kwang!
Justo a tiempo, una tremenda explosión resonó en el piso de abajo. La vibración resultó tan intensa que hizo temblar por completo la biblioteca. Viendo que la resonancia entre ella y Muell, hacía que el grillete en su cuello temblara, parecía que el niño se estaba rebelando muy bien.
'Muy bien, Mu'. Noah se dirigió a la siguiente estantería y rápidamente encontró los libros pertinentes, escaneando cada uno de ellos.
"...¿Esto es suficiente?"
Una media hora después, Noah había escaneado diez libros antiguos, recopilando toda la estructura básica de la clonación. Ahora, tenía que encontrar algo extremadamente importante durante el resto del tiempo.
Por mucho que la atención estuviera centrada en el dragón desobediente, el hecho de que Adrian no hubiera hecho ningún movimiento podía significar que no había cosas realmente cruciales, que debieran mantenerse ocultas, en la biblioteca...
Pasó por la estantería frente a la pared izquierda, organizando sus pensamientos.
"¿......?"
De repente, sus pasos se detuvieron, una extraña sensación la invadió. En la parte superior de la pared, en el centro, había algo que no había visto al entrar en la biblioteca.
『Colección Eleanora.』
Unas intrincadas letras doradas brillaban bajo la luz. Sólo entonces Noah se dio cuenta de lo que había en esa estantería.
Contenía numerosos inventos, y estaban minuciosamente dispuestos en el orden en que Eleonora los había inventado.
En los meses del calendario continental, a la edad de varios años, cualquier invento, cualquier invención del año, cualquier diseño del año siguiente... Incluso había una crónica de la Gran Bruja Eleonora Asil. Resultaba demasiado evidente quién organizó todo esto con tan espantoso detalle.
"Eres un verdadero acosador, Adrian."
Aunque fuera descarado, Adrián debía amar a Eleonora en el fondo.
Noah comenzó a repasar los inventos de Eleonora, haciendo una fría evaluación. Desde máquinas de ingeniería, los dispositivos de vapor de maná, las turbinas de maná utilizadas en los barcos, los indicadores de dirección automáticos, los motores de gas, los rodillos que rizaban el cabello, las trampas para cortar tobillos humanos en lugar de ratones, los dispositivos de reconocimiento facial y las impresoras automáticas; todo tipo de artículos directamente relacionados con la vida real.
Todo realmente variado.
Además de las invenciones, también había un montón de proyectos que parecían no estar terminados. Lo único que pudo reconocer fue el diseño del dirigible con hélices.
Estas hazañas Eleonora las había logrado en sólo quince años, desde los diez hasta los veinticinco.