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lunes, 1 de marzo de 2021

Bajo El Roble - Capítulo 91

Capítulo 91. Lecciones de hechicería defensiva (2)


El comentario anterior de Ruth de que había una montaña de trabajo por terminar no era una exageración.

Max abrió la boca mientras miraba la biblioteca que se había convertido en un desastre en apenas dos días. Preciosos textos antiguos estaban desparramados descuidadamente unos encima de otros; el escritorio estaba atestado de pilas de desorden y pergaminos. Incluso en el suelo había una tela tan grande que parecía una manta. Parecía que allí había tenido lugar una guerra.

Bajó la cabeza para mirar la tela.

Había dibujos de patrones detallados y complejos que cubrían todos los rincones. Debían de hacer falta al menos cinco frascos de tinta para cubrir esas zonas. Max miró los frascos de tinta vacíos que rodaban a sus pies y suspiró.

"¿Por qué r-razón dejaste la t-torre y viniste a la b-biblioteca?" Preguntó, mirando el desorden que Ruth había creado en la biblioteca.

"Mi torre no tiene mucho espacio para trabajar. Incluso con eso, el Señor Calipse me amenazó con quitármela si no terminaba estas defensas de equipo mágico en una semana" razonó Ruth.

Max entrecerró los ojos y recordó la enorme torre que había en el jardín trasero del castillo.

¿Qué diablos podría causar que no quedara espacio? Esa torre era enorme. ¿También podía ser que Ruth no tuviera un lugar para dormir, por lo que también significaba que había dormido en los pisos de la biblioteca desde hacía algún tiempo?

‘Es imposible que eso sea cierto... ¿verdad?’ se dijo Max.

No pudo saber si Ruth estaba disgustada o no con su actual forma de vivir mientras dejaba el corazón de la manzana a un lado del escritorio y sacaba una silla.

Max sacó a regañadientes la silla opuesta y se sentó en ella. Parecía que no le importaba vivir en aquel desorden.

"La tarea que le encomiendo, Señora, es sencilla. Me gustaría que utilizara estas herramientas para volver a dibujar con detalle las formas que hay aquí. Le haré saber cómo utilizarlas. Será fácil de usar una vez que sepa calcular" le dijo Ruth. A continuación, le tendió seis tablas de madera planas de diversas formas.

Max agarró esas piezas y miró las figuras terriblemente complicadas del pergamino. Había muchos dibujos de figuras similares y esos estaban apilados encima del escritorio.

"¿Por qué hay t-tantos de estos?" preguntó Max a Ruth.

"Este es el diseño del equipo mágico" Ruth respondió.

"¿El e-equipo m-mágico es esta cosa a-absurdamente enorme?" exclamó Max mientras señalaba aquellos pergaminos con símbolos variados.

"Depende del tipo para el que lo necesites, pero el objeto mágico que estoy tratando de producir es del tamaño de una calabaza. Estos diseños son los planos mágicos que van en el equipo. Esta compleja y extensa hechicería implica elaboradas capas sobre capas que se superponen y se colocan dentro de un material con poder mágico para convertirse en una herramienta mágica" le explicó Ruth.

"¿He-hechicería?" volvió a preguntar Max mientras observaba de cerca la figura con una mirada curiosa.

Círculos, triángulos, cuadrados y espirales se entrelazaban intrincadamente sobre un pergamino amarillo. Se dio cuenta, cuando Ruth le pidió ayuda, de que la tarea de producir herramientas mágicas debía requerir algunos cálculos intrincados, pero parecía que las formas que necesitaba eran más elaboradas de lo que ella pensaba.

"El equilibrio del poder mágico que fluye en el mundo natural, en otras palabras, el maná. Ahora, suponiendo que la cantidad de maná es 10, ¿este dispositivo amplificará el maná en 100 o, tal vez, en 1000? Toda la magia consiste en esta fórmula. La capacidad del mago está determinada por la eficacia con la que puede amplificar el maná para crear el resultado deseado" explicó Ruth.

Max ladeó la cabeza ante su plácida respuesta, todavía estaba confundida.

"Pero... los m-magos pueden usar la m-magia de inmediato y no tienen que hacer d-dibujos como éste, ¿verdad? Ruth, tú también has hecho m-magia solo repitiendo hechizos" Max razonó, y Ruth le dio un suspiro.

"Hasta cierto punto, la magia puede hacerse tantas veces como queramos dibujando la fórmula en la mente y memorizando el inicio. Pero eso se limita a la magia general que es bastante sencilla. Los hechizos de alto nivel requieren horas de preparación".

"Entonces, lo que estás ha-haciendo ahora debe ser m-magia de alto n-nivel". Max exclamó y el mago miró el montón de pergaminos que tenía delante antes de dedicarle una sonrisa y asentir.

"El Escudo Noum es una hechicería de defensa de propiedades terrestres. Al igual que la vez anterior, si un intruso intenta un hechizo ofensivo, el escudo detecta el maná y crea una poderosa barrera con un radio de unos 6 metros aproximadamente. Si pudiéramos infundir el hechizo dentro del equipo mágico y colocarlo frente a la puerta del castillo, podríamos resistir muchos de los ataques anteriores basados en el fuego". Añadió Ruth y Max se quedó mirando los pergaminos con asombro.

"Eso es r-reconfortante".

Max sintió de repente que su interés aumentaba.

Anteriormente solo había visto magia curativa hecha por sacerdotes y magia de defensa usada por Ruth. Pero nunca se había encontrado con este tipo de magia. Había escuchado las notables hazañas de los magos escritas en las historias, pero nunca había conocido los métodos que utilizaban para ser capaces de realizar tales tareas.

"Si puedes c-completar el d-dibujo de este hechizo, ¿puedes hacer m-magia?" Max preguntó a Ruth con seriedad.

"Si no entiendes los principios subyacentes, aunque los dibujases cien veces, no serviría de nada. Debemos ser capaces de controlar el maná. La magia no consiste en crear algo de la nada. Es una técnica para cambiar de forma, transformar algo que ya existe en este mundo en otro. Los hechizos nunca funcionarán si no se inyecta una determinada cantidad de maná". Ruth le dijo

"Pero i-incluso las p-personas o-ordinarias que no saben manejar el m-maná pueden utilizar herramientas m-mágicas, ¿verdad?" señaló Max.

"Eso es gracias a esta piedra sagrada" exclamó Ruth y le mostró la piedra.