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lunes, 11 de enero de 2021

No Quiero Ser Amada - Capítulo 266

Capítulo 266. Gritos De Dolor


Padre se puso muy furioso por lo que ella dijo, pero al final lo echaron del lugar. Para Leticia, no hubo peor pesadilla que esta. Su padre, que se veía tan grande y poderoso como el mismo Dios para Leticia, pero no pudo ni siquiera protestar apropiadamente ante esa joven y lo echaron.

Además de eso, lo que resultó aún más increíble era que toda esa riqueza no pertenecía a su padre, sino que todo pertenecía a esa joven. Al darse cuenta de que ahora tenía que vivir con su padre, que no se diferenciaba de un mendigo arruinado a partir de hoy, la mirada de Leticia comenzó a oscurecerse.

Leticia supo instintivamente que una vez que saliera de esta mansión, todo terminaría. Su experiencia viviendo en el orfanato le había enseñado, que ya sea ropa o pan, una vez que pierdes la oportunidad de conseguirlo, nunca más volverá. Si no quieres que te lo quiten, debes robarlo primero, y las cosas que otros intentan quitarte, debes hacer lo posible por conservarlo tanto tiempo como puedas.

|Lo único que podrás quitarme es el vestido que llevas puesto.|

La niña habló con un tono gélido a Leticia, que le rogaba poder quedarse en este lugar. El hecho de que ni siquiera la ropa que llevaba puesta sea suya, le había dado una puñalada en el pecho. Leticia se puso furiosa y apretó los dientes.

Leticia nunca imaginó este futuro en su mente. Ningún libro que hubiera leído en el orfanato tenía una historia como esta. Leticia había soñado que después de entrar en la casa, recibiría mucho más amor de su padre en comparación con su hermana mayor, crecería vistiendo hermosas prendas, hasta que finalmente iría al gran baile del palacio donde conocería al rey por casualidad y terminaría casándose con él. Sin embargo, en realidad la echaron de la mansión sin poder pasar ni un solo día allí.

Después de eso, la vida que pasó en compañía de su padre no fue nada feliz. Con su pensión, sólo pudo comprar una casa pequeña y vieja. Siempre les faltaba dinero, y cuando su padre comenzó a apostar, las deudas aumentaron exponencialmente.

Su padre dirigió todos sus problemas hacia ella. Afirmaba que si no la hubiera buscado, esto no habría sucedido. Sólo entonces Leticia se dio cuenta del tipo de persona que realmente era su padre. Un hombre despreciable en su interior a diferencia de su elegante apariencia exterior. Ni siquiera se opuso a hablar de vender a su propia hija para pagar la deuda, aunque había dicho con su propia boca que la quería mucho.

Sin embargo, en lugar de odiar a su padre por su comportamiento, Leticia llegó a odiar aún más a Rihannan. Ella tenía todo lo que Leticia siempre había deseado. Además, terminó en esta situación por culpa de la madre de Rihannan, ¿No? 

Adicionalmente, Leticia no estaría en tan mal estado si Rihannan hubiera compartido un poco de la riqueza con la que había nacido.

Sin embargo, Rihannan le dijo a Leticia que había vivido un estilo de vida elegante, como una hija amada por su padre y alabada como la dama más bella de la mansión hasta el final.

Las cosas que Rihannan había dicho sobre su padre también debían ser verdad. Leticia sabía que su padre era alguien que siempre echaba la culpa a los demás cuando las cosas salían mal para él. Por lo tanto, estaba claro que mentiría sobre su propio pasado para obtener ventaja.

'En realidad soy muy similar a él en ese sentido', pensó Leticia.

Leticia no pudo evitar soltar una risa amarga estando encerrada en prisión mientras recordaba aquellos momentos.

Si Rihannan no le hubiera contado a Leticia lo que había sucedido en la vida pasado y la hubiera dejado en paz, Leticia habría muerto resentida con Rihannan hasta el último momento. Sin embargo, como Rihannan le había dicho la verdad sobre la vida pasado, ahora Leticia ni siquiera podía estar resentida con Rihannan por nada. Rihannan dijo que había venido para darle una forma de morir sin dolor a través del veneno, pero lo que le había dejado a Leticia era la sensación de una derrota absoluta, el hecho de que no importaba cuántas veces su vida se repitiera, terminaría siendo repetidamente un fracaso.

*Sollozar*

Con un grito de dolor, Leticia se acostó en el suelo. Desde la noche hasta la última mañana de su vida, sus lágrimas no dejaron de fluir de sus ojos.