Capítulo 211. Por Qué No Podía Quedar Embarazada
"¿La perdiste?" Preguntó Igor, con voz llena de reproche.
Basil bajó la cabeza. "Me disculpo, Su Majestad. Dicen que se escapó durante el transporte."
"Basil, corrígeme, ¿p¿Permitiste que una mujer escapara con soldados rodeándola?", preguntó Igor.
Basil había cometido un error garrafal. "No escapó sola. Una persona la estaba ayudando."
Igor frunció el ceño. "¿Es alguien que envió el Conde Clovis o su actual esposo?"
"No estamos seguros todavía, Su Majestad. Pero no es probable que sea ese el caso. Después de todo, actualmente están bajo una fuerte vigilancia. Ya que están siendo investigados, podríamos aprehenderlos pronto."
Igor se frotó la cabeza y suspiró miserablemente. Su mente recorrió sus recuerdos pasados, acordándose de cada pequeño detalle. ¿Quién la había ayudado a escapar? Por mucho que exprimiera su cerebro, no se le ocurrió ninguna persona en concreto.
"Encuéntrenla sin importar nada. No sabemos lo que es capaz de hacer", dijo Igor.
Enderezando su espalda, Basil declaró: "¡Sí, Su Majestad! Nos aseguraremos de que sea capturada!"
Después de que Basil se marchara, Igor se desplomó. Se frotó la cara con ambas manos. Sus ojos estaban rojos, cansados por la falta de sueño. Sin embargo, no le importaba. No descansaría apropiadamente hasta que se asegurara de que la mujer fuera capturada y puesta en prisión.
Esa malvada mujer arruinó todo lo que había construido meticulosamente y por lo que se había esforzado. Pensó que entonces podría vivir felizmente con Rihannan, pero Leticia enroscó sus colas a su alrededor como veneno, haciendo que todo el trabajo que había hecho se viniera abajo.
Recuerdos del pasado...
"El Conde Clovis y el Conde Alessin se reunieron en secreto, Su Majestad."
Después de enviar a Rihannan al palacio de temporada, Igor pasaba sus días preocupado por el trabajo. Vigilaba de cerca a su madre y los problemas que ella causaba en Crichton; centraba todos sus esfuerzos en suprimir su poder.
Durante ese tiempo, el Conde Alessin estaba inquietantemente tranquilo. Antes de que el Conde revelara sus verdaderos colores, había sido tratado como un socio cercano por el Rey. Ahora que lo expulsaron junto con su hija, Igor pensó que se vengaría por su pérdida.
"Parece que tuvieron algún tipo de discusión entre ellos", informó Basil.
Después de leer los informes que recibió de Basil, se dio cuenta de la razón por la que el Conde Clovis estaba tranquilo durante los últimos años. Durante los últimos diez años, el Conde Clovis estuvo silencioso como un ratón, escondiendo sus ambiciones y su codicia por el trono en las sombras. Plantó un espía en el palacio, que le reportaba los sucesos de la familia real. El Conde Clovis aprovechaba esta información.
Mientras investigaba más a fondo los asuntos relacionados con el Conde Clovis, se encontró con algo terrible. El Conde Clovis, todo el tiempo, colocó píldoras anticonceptivas en la comida de Rihannan desde el momento en que ella entró en el palacio. Si ella no podía concebir un heredero, el Conde y su línea de sangre heredarían naturalmente el trono. Este era su objetivo final.
Una vez que el Conde Clovis escuchó la relación entre el rey y la reina estaba deteriorada, el Conde ordenó a sus espías que cesaran su acto secreto de plantar píldoras anticonceptivas. El Conde había pensado que no había ninguna posibilidad de que tuvieran un hijo con su relación arruinada.
Igor golpeó la pared y apretó los dientes. Sentía el impulso de estrangular y matar al Conde Clovis. El rey y la reina habían sido incapaces de procrear un descendiente. Se especulaba que su esposa era estéril y hablaban mal de ella.
Los rumores dentro de los muros del palacio, le echaban la culpa a su débil constitución.
Si Rihannan nunca hubiera consumido esas píldoras anticonceptivas y le hubiera dado un hijo mucho, su relación no habría empeorado. Sólo mejoró notablemente una vez que ella quedó embarazada de su hijo.