Reciente

lunes, 4 de enero de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 248

Capítulo 248. Acudir Al Mismo Tiempo (1)



Después del saludo de bienvenida oficial. 

Ante la sugerencia de Heinley de ir con Navier, el Duque Troby le pidió cuidadosamente,

"Si Su Majestad está de acuerdo, nos gustaría hablar un momento a solas, sin Navier. No es nada urgente, pero..."

Su expresión se volvió rígida, como si pensara que Heinley se negaría.

"Está bien."

Pero Heinley aceptó sin dudarlo.

Aún así, el Duque y la Duquesa Troby no se sintieron aliviados.

Lo que querían decirle a Heinley era, 'Por favor, cuida bien de nuestra hija,' una petición de unos padres ordinarios.

Sin embargo, no estaban seguros de si sería apropiado hablar como si se tratara de un yerno ordinario, ya que se trataba de un honorable emperador.

No obstante, estaban demasiado preocupados por Navier como para no decir nada.

Estaban igual de preocupados por Koshar, pero el asunto de Koshar no era algo que preguntar a Heinley.

Koshar tenía que disciplinarse a sí mismo. Sin embargo, un matrimonio era diferente. No importaba lo bien que lo hiciera uno de los esposos, si el otro era un desastre, el matrimonio se volvería una pesadilla o se acabaría.

Aunque no siguieron a Koshar y a Navier al Imperio Occidental debido a su fuerte lealtad al Imperio Oriental y a la familia imperial, la pareja amaba mucho a sus dos hijos.

Por lo tanto, a pesar de su vergüenza, el Duque Troby habló. Sin embargo, contrariamente a las expectativas, Heinley se rió de la sincera petición del Duque.

"¿No es eso obvio, suegro?"

"Parece obvio, pero a menudo no es así..."

"¡!"

"No tiene que preocuparse por eso, puede estar tranquilo."

Heinley dijo estas últimas palabras con una expresión muy seria, conteniendo las siguientes palabras que casi salían de su boca, 'Se los he dicho muchas veces, ¿por qué todavía no creen en mí?'

Eso es probablemente porque su primer yerno fue un desastre y fueron empujados inmediatamente hacia su segundo yerno, así que la única manera de disipar esa desconfianza era con acciones.

En lugar de hacer promesas sobre el futuro, Heinley aprovechó la ocasión para preguntar.

"Yo también tengo algo que decirles a ambos."

"¿Qué?"

La Duquesa Troby preguntó con agudeza, un poco nerviosa.

Heinley vio a Navier nuevamente reflejada en la figura de su madre, entonces preguntó felizmente.

"¿Qué es lo que le gusta a mi esposa?"

El Duque y la Duquesa Troby intercambiaron miradas de desconcierto.

Pero esa pregunta fue sólo el comienzo. Un sinfín de preguntas surgieron a continuación.

"Por favor, cuéntenme sobre la infancia de mi esposa."

"¿Qué es lo que mi esposa odia? Oh, no es para molestarla, es para evitarlo."

"¿A mi esposa le gustan los pájaros?"

"¿Tienen algún viejo retrato de mi esposa?"

"¿Mi esposa les ha hablado alguna vez de mí?"

El Duque y la Duquesa Troby respondieron cada una con sinceridad. Esto era mejor a que no mostrara nada de interés.

"... Navier tenía un perro grande. Le gustaba mucho porque cumplían años el mismo día."

Cuando Heinley preguntó, "¿Cómo era el perro?" no dijeron nada por un momento.

Pelo dorado claro, grande y apuesto... lo que estaban a punto de decir, sonaba como si estuvieran describiendo al emperador que tenían delante.

La atmósfera entre los dos era muy similar.

"¿Por qué de repente dejaron de hablar...?"

Mirando a su yerno, el Emperador del Imperio Occidental, preguntar con una sonrisa, el Duque y la Duquesa Troby no pudieron evitar soltar una pequeña risa.

"¿?"

***

La cena con mis padres no salió bien.

Mi padre se puso a llorar otra vez mientras mi madre intentaba calmarlo como de costumbre. Sin embargo, ella también parecía abrumada por las emociones, aunque no decía nada y sólo agarraba su cuchillo, cortando la comida repetidamente.

Por otro lado, la expresión de Heinley era extraña, hasta el punto que ni siquiera pude reconocerla.

Aún así, me alegro verlos a los dos.

Y...

"¿De qué hablaste con mis padres?"

"Incluso para Reina, eso es un secreto."

"A pesar de que estamos casados, ¿hasta una conversación con mis padres es un secreto?"

"También hay lealtad entre mis padres y yo."

"..."

"No hice nada malo, Reina. No me mires así." 

"Lo sé. Es sólo que parece que de repente se volvieron más cercanos."

Tenía curiosidad por saber de qué hablaron sin mí, porque Heinley y mis padres parecían haberse acercado más.

Aunque no hasta el punto de hablar y reír abiertamente entre sí, Heinley parecía sentirse más relajado que la dos veces que estuvo en el Imperio Oriental.

"¿No te gusta que me acerque a tus padres, Reina?"

"Eso es ridículo."

Heinley se rió en silencio. Luego dio un suave golpe en el lado de su cama y se quejó,

"Por cierto, ¿esposa, cuánto tiempo seguirás leyendo ese libro?"

Era una noche muy oscura, se podía escuchar el débil sonido de la lluvia fuera de la ventana.

Originalmente, planeaba mirar los registros de los cortesanos hasta el amanecer, así que le dije a Heinley que se fuera a la cama primero.

Sin embargo, Heinley insistió en que me quedara a su lado, así que no tuve más remedio que leer un libro en la cama de piedra de maná.

"¿Hasta que me duerma?"

Cuando le respondí honestamente, soltó un pequeño suspiro y deslizó su cuerpo sigilosamente sobre la cama hasta acercarse a mí.

Luego, puso suavemente su cabeza en mi regazo y besó mi pantorrilla con naturalidad.



Se echó ligeramente hacia atrás su propio cabello para que no molestara, y sonrió sensualmente mientras se desataba la bata.

"Esposa, olvidaré todo lo que he aprendido. Necesito repasarlo y aplicarlo. ¿Me dejarás solo en esto?"

Mirando hacia abajo, tomó mi muñeca con la bata suelta y besó mi piel repetidamente.

Al mismo tiempo, me miraba directamente a los ojos como si estuviera preguntando, '¿No harás nada?'

Cuando suspiré, sabiendo que no tenía elección, las comisuras de su boca se elevaron un poco en una sonrisa triunfante, luego naturalmente tomó el libro en mi mano y lo puso a un lado.

En un abrir y cerrar de ojos, me estaba mirando desde arriba.

No hubo tiempo para sorprenderse, Heinley extendió su mano y la pasó por mi cabello, besándome en la frente, en los párpados y en la oreja mientras susurraba.

"Por favor, comprueba si he aprendido bien."

***

Cuando volví a mi habitación después de desayunar con Heinley, mis damas de compañía ya habían preparado mi baño, Laura estaba aquí esperando para ayudarme a bañar.

"Hoy no es necesario que me ayudes a bañar."

También le dije a Laura que podía regresar a descansar en su habitación.

"¡Oh, entonces esperaré aquí y te ayudaré a vestir!"

Laura dijo con una amplia sonrisa, pero le dije que la Condesa Jubel me ayudaría a vestirme más tarde.

Laura se fue molesta, pero no tuve otra opción.

Tenía moretones por todo mi cuerpo...

Después de andar por la habitación torpemente, me apresuré a entrar al baño y me quité la bata.

Al ver mi cuerpo reflejado en el espejo me sentí avergonzada.

¿Besar todo el cuerpo de uno de esta manera también es un hábito de los pájaros de esa tribu? Como aquellos que se rascan la piel con el pico...

¿O es que otras personas también hacen esto?

Tenía curiosidad, pero no podía preguntarle a nadie sobre esto.

Mi cara estaba ardiendo sólo de pensar en lo que había sucedido.

Me apresure a entrar en el agua caliente.

Probablemente porque Heinley había relajado los músculos de mis extremidades por la mañana, empecé a sentir sueño de nuevo tan pronto como entré en el agua caliente.

Estaba somnolienta en el agua, moviendo la cabeza de arriba abajo, y sólo cuando escuché a la Condesa Jubel llamar a la puerta, recobré la conciencia sorprendida.

"¿Su Majestad?"

Mirando el reloj, había pasado una hora desde que entré en el baño. Me levanté de la bañera aún más sorprendida y me cubrí todo el cuerpo con una gran toalla.

***

PD: Recuerden que publicamos un nuevo capítulo cada dos días.