Capítulo 121. Extraña y Hermosa Mansión
La mansión de Eleonora no estaba diferente a cuando se marchó. Las mansiones de aristócratas y ciudadanos de clase media, que son particularmente magníficas y de gran tamaño, se distinguían de las mansiones ordinarias, no sólo en su exterior sino también en su interior.
No había signos de personas dentro de la mansión, pero era natural. Lo primero que hizo Noah después de comprender su situación fue despedir a todos los sirvientes de la mansión.
Además, el número total de personas que estaban contratadas no superaban los diez. Eleonora confiaba en ella misma para hacer las cosas, se trataba de una bruja que vivía del poder de la magia y de las máquinas.
Por lo tanto, la mansión prácticamente era una máquina cuidadosamente diseñada. Se podía considerar la fortaleza de una bruja, con todo tipo de trampas, muros defensivos y magia de ataque en cada rincón de la casa. Ninguna otra casa se comparaba con la morada de esta bruja.
Noah caminó frente a la mansión y se paró en la puerta principal. En ese momento, comenzó a funcionar un dispositivo de apertura y cierre automático que reconocía los rostros, que abría la puerta sólo a las personas autorizadas por Eleonora.
Click
Letras en negrita flotaron en la placa de la puerta una tras otra.
『E. A. - Dueña』
Eleonora Asil, Dueña. Luego, el mecanismo examinó las caras de Kyle y Muell consecutivamente, reconociendo sus identidades.
『K. L. - No Es Bienvenido』
『DESCONOCIDO』
La máquina funcionaba perfectamente incluso después de dos años de inactividad. En particular, fue impresionante que pudiera detectar el maná de Muell y mostrar el 'DESCONOCIDO' en letras rojas.
"Es usted un huésped no deseado, señor."
"...Hace unos cinco años, me vi obligado a que este mecanismo examinara mi rostro."
Noah se rió y revisó el manual de Eleonora para saber donde detener el interruptor. Pronto, la puerta de la mansión se abrió. Kyle dijo, "Entonces, señorita Noah. Hoy ha tenido un día difícil, así que descanse bien..."
"¿Qué?" Noah lo miró asombrada.
"Mañana vendré temprano para recoger a Mu. Mantén las puertas cerradas."
Noah agarró a Kyle por el brazo cuando él estaba a punto de retroceder. "¿Adónde vas?"
"¿Eh?"
"¿Tienes prisa?"
"...No es eso." Kyle murmuró.
"Has venido hasta aquí, ¿Por qué te vas de una vez? Cena."
"...¿No es que quieres que haga la cena?"
"No soy tan desvergonzada. Aunque, por supuesto, te agradecería si pudieras."
Kyle se rió y dejó de caminar. "Señorita Noah, a esta hora no debería dejar entrar a los hombres en su casa..."
"Sólo por una hora." Noah no tenía ni idea de lo que Kyle estaba insinuando, sólo quería que le hiciera caso. Estiró su brazo, agarrando la manga de su uniforme nuevamente. "No necesito que cenar. Me iré a la cama pronto."
"......"
"Me lavaré tan rápido como pueda, y me dormiré en diez minutos. ¿No puedes quedarte una hora... No, treinta minutos?"
No importaba si Kyle pensaba que era inmadura. Ella lo necesitaba urgentemente en este momento. Sólo había una persona en este mundo, aunque fuese un investigador fastidioso, que le daba una sensación de seguridad. Aunque se trataba más de un instinto, que de un sentimiento romántico.
Por mucho que los grilletes la sujetaran, si se quedara sola con Muell, no sabía cuándo volvería a surgir la inhumanidad del dragón en su interior. Además, Kyle era la única persona en este mundo que conocía a Park Noah.
Kyle la miró fijamente a la cara por un momento y finalmente asintió con la cabeza, suspirando. Luego, revisó su reloj de pulsera y murmuró estrictamente. "Me quedaré hasta las ocho. Te daré treinta minutos para desempacar, treinta minutos para lavarte y cambiarte."
Kyle a menudo mostraba una fachada dura e indiferente, instruyendo a Noah, pero también la ayudaba con las tareas.
Noah chasqueó su lengua y lo haló hacia adentro, cerrando rápidamente la puerta. El interior de la mansión estaba oscuro, pero cuando el sonido de sus pisadas en el suelo de mármol resonó por toda la mansión, todo lo que estaba impulsado por el maná, comenzó a funcionar, reconociendo que la dueña de la casa, aunque sólo la cáscara, había regresado.
Las bombillas de las lámparas de araña en el techo del salón central se encendieron, y las gruesas cortinas que colgaban de las ventanas se abrieron a ambos lados. El reloj inactivo marcó las siete en punto.
Noah había puesto un pie en la extraña y misteriosa mansión hace dos años. En ese momento, era un lugar enorme, vacío y desconocido. No sólo eso, sino que también parecía un espacio 'muerto'.
El cadáver de Eleonora estaba en el centro de la mansión fría y desolada. Pero el espacio cobró vida en cuanto abrió los ojos, con Noah dentro. Noah se quedó sorprendida viendo como la mansión se movía sola como si tuviera voluntad propia.
Una mansión que compartía la vida y la muerte con su dueña, ¿No es espeluznante?
Por eso Noah abandonó lo que supuestamente era un lugar confortable, y huyó a Sorrent tan pronto como pudo.
Noah arrastró a Kyle por el pasillo hasta el segundo piso para que no cambiara de opinión.