Capítulo 116. Testigo Inesperado
Kyle se levantó de su asiento. Estaba vestido con un traje poco usual. El hombre que charlaba tranquilamente con Noah ayer había desaparecido, y el investigador, que no tenía ni una pizca de simpatía, hizo la primera pregunta con calma.
"¿Eres tú, Eleonora Asil, la que robó el huevo del dragón de la Fortaleza Laurent y se hizo el marcado con el dragón?"
"Sí", respondió Noah.
"La razón por la que trataste de hacer contacto con Yulem es para probar el poder del dragón, ¿Verdad?"
"Si."
"¿Los incidentes terrorista de Yulem en el tren 6478a y en el barco Angelical están relacionados contigo?"
"No, Yulem me atacó primero por el dragón, y en ese momento, el contrato con Yulem quedó anulado."
Las preguntas que Kyle hizo eran similares a las que le había hecho a Noah en la sala de interrogatorios hace unos días. Sus reacciones estuvieron mucho más calmada que antes. Cuando admitió sus crímenes sin mucha rebeldía y respondió de manera amable, un pequeño gruñido se escuchó entre la audiencia.
Kyle hizo algunas preguntas más como estaba en el guion, y finalmente declaró. "...Por lo tanto, exijo una condena de cinco años de prisión y mil horas de servicio comunitario a continuación."
Luego le tocó el turno al abogado para defenderse. El abogado pronunció sus palabras sin dudarlo.
"Su Honorable Señoría. Comprendo que la naturaleza del delito de la acusada no puede perdonarse fácilmente, pero por favor tenga en cuenta que está totalmente arrepentida. El motivo del crimen no fue dañar a Laurent, y que fue el dragón Muell, quien la eligió para el marcado."
Al momento siguiente, un centenar de cartas de disculpa, que Noah había escrito durante cinco días, fueron entregadas al juez principal. El juez principal miró las cartas de disculpa y asintió con la cabeza.
"¿Algunas últimas palabras, acusada?"
Había llegado el momento de expresar sus profundos sentimientos. Noah diría, 'Lo siento mucho. De ahora en adelante, me sacrificaré por el bien del Imperio Laurent'. Después de eso, su papel habría terminado, y cuando el juez diera su dictamen final, el juicio habría terminado.
Tan pronto como ella abrió la boca para hablar, inhalando profundamente, la puerta de la sala del tribunal se abrió abruptamente. Los ojos de todos se dirigieron hacia la puerta.
En ese sitio estaba un investigador. Miró con preocupación a Kyle, que lo miraba confundido.
"Paulo, ¿Qué está pasando?" Preguntó Kyle.
"Eso es..."
Paulo miró a su alrededor las caras desconcertadas de la multitud y se acercó rápidamente a Kyle, susurrándole algo. Noah apretó su puño nerviosamente cuando vio la cara rígida de Kyle.
'¿Qué es, qué es, otra vez?'
"......"
Pronto, Kyle se levantó de su asiento y se dirigió al podio donde estaba sentado el Ministro de Justicia, con un evidente ceño fruncido en la cara. Su conversación con el Ministro de Justicia no se escuchó entre la multitud, pero notando la sorpresa del Ministro, algo inesperado parecía haber sucedido.
Kyle regresó a su asiento, y después de unos segundos de silencio, el juez principal pronunció.
"Permitiremos que los testigos asistan."
"¿Testigos?" Los testigos no estaban en el guión que Noah había recibido. Ansiosa, giró la cabeza nuevamente hacia la puerta.
La puerta cerrada se estaba abriendo de nuevo. El pie de alguien pisó el suelo del tribunal y pronto apareció...
Cabello rubio.
Noah jadeó. "¡Oh, tú!"
Noah sólo conocía un rubio. Su desconcierto se convirtió rápidamente en vergüenza. Inconsciente, se levantó de su asiento. "¡Acosador!"
El hombre que irrumpió en la corte no era otro que Adrian Rossinell. Se trataba del Ministro de Magia, quien había acosado a Noah a lo largo del trayecto.
Adrian, vestido con una camisa blanca y pantalones grises, se puso de pie en el estrado de los testigos.
Noah habló violentamente, su cara se retorció. "¿Por qué viniste de repente?"
"La acusada debe permanecer callada." El juez ordenó. Noah se sentó, frunciendo el ceño.
Adrian la miró con una sonrisa maliciosa, como si tuviera algo preparado bajo la manga que Noah no sabía nada. Su sonrisa determinada y cautivadora inmediatamente alarmó a Noah. ¿Qué planeaba decir?
"Su Señoría". Las palabras salieron suavemente de sus labios.
"Todos los magos de Laurent están bajo mi control. Hasta ahora, he defendido el talento mágico natural de Eleonora Asil, pero este es un crimen de alto riesgo que resulta difícil de ignorar, y por supuesto, la sentencia estipulada por el investigador no es digna. Para ayudar a la decisión del juez, me gustaría testificar como jefe del Ministerio de Magia."