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martes, 19 de enero de 2021

El Retorno Del Gran Mago Después De 4000 Años - Capítulo 60

 Capítulo 60. Los Anillos de Traumen (5)



Antoine gritó con la cara temblorosa.


"Es-, esto... ¿Qué clase de truco usaste?"


"¿Truco?"


Frey se rio de la ridícula afirmación.


"No hablas en serio".


"Si no es así, no hay forma de que uno de los mejores magos de nuestro círculo se derrumbe sin poder hacer nada”.


"Puedes comprobarlo por ti mismo. ¿No es posible tener una Batalla de Reliquias tres veces en un día? Aún les queda una oportunidad".


"...¡kuh!"


Antoine se dio cuenta de que no tenía otra opción que salir él mismo.


Levantó su bastón y miró a Frey.


"¡No sé qué trucos estás usando, pero no serás capaz de engañar a este bastón!"


Antoine apuntó su bastón, que tenía una gema en forma de ojo en la parte superior, hacia Frey.


El Ojo de la Verdad era un bastón que podía atravesar perfectamente el velo de todo tipo de magia ilusoria. Así que, por supuesto, la utilidad de este bastón era evidente.


Antonie miró al árbitro.


Esta mirada hizo que el árbitro tragara algo de saliva para ayudar a su garganta seca, antes de gritar.


"¡C-comiencen!"


Antoine sintió que algo le golpeaba en el momento en que escuchó la voz del árbitro.


‘¡No puedo bloquearlo!’


No pudo detenerlo. 


Antoine se dio cuenta de que incluso con sus habilidades, no podía bloquear el ataque de Frey, así que inmediatamente lanzó el hechizo de Parpadeo.


¡Magia sin cantico!


Esta era una habilidad que sólo los magos de 5 estrellas o más podían hacer. 


Antoine se mantuvo alerta.


La fuerza que Frey había mostrado estaba muy por encima de sus expectativas.


"¿Flecha de H-hielo…?"


La boca de Antoine se ensanchó involuntariamente.


Frente a sus ahora ligeramente llorosos ojos, vio un gran número de Flechas de Hielo. El número de las cuales sobrepasaba fácilmente el centenar.


"Es-, esto no tiene sentido. ¿No era... magia arcana?"


"¿Magia Arcana? ¿Esto?"


Frey sonrió y tocó con su dedo índice una de las Flechas de Hielo que tenía a su lado.


"Como puedes ver, son Flechas de Hielo".


"¡Eso es imposible! Yo... Las Flechas de Hielo no pueden hacer tanto daño..."


"Puede hacer suficiente".


"Además, el cant-, la magia s-sin cantico... para hacer todo esto sin preparación..."


Antoine se dio cuenta de lo ridícula que era la vista que tenía delante de él.


Su cara en blanco se puso rápidamente roja.


"M-, mate... ¡Mátenlo!"


Cuando todos los miembros del círculo lo miraron con expresiones en blanco, Antoine les gritó furiosamente.


"¿Qué están haciendo? ¡¿Van a dejar que se lleve todos nuestros artefactos?!"


"P-pero..."


"¡Sigan mis órdenes! ¡No importa lo fuerte que sea, no puede superar nuestros números!"


"¡Sí, sí!"


"¡Bo-, Bola de fuego!"


"¡Muro de Magma!"


"¡Cortador de Viento!"


Los miembros del círculo se apresuraron a cantar sus hechizos y comenzaron a atacar a Frey.


Docenas de hechizos volaron hacia Frey, creando una vista muy magnífica.


¡Boom!


¡Boom!


Por un momento, continuas y ensordecedoras explosiones sonaron en la cueva. 


Si no fuera por los arreglos defensivos, toda la cueva se habría derrumbado por la conmoción.


Fue increíblemente devastador, pero Antoine no se sentía relajado.


La ansiedad comenzó a surgir.


El sentido común dictaminó que habría sido imposible para cualquiera sobrevivir a la pura fuerza destructiva de ese bombardeo mágico.


Y debido a que había una amplia gama de hechizos, no se podía evitar o negar porque varios elementos diferentes habían explotado al mismo tiempo.


Entonces, ¿por qué seguía sintiéndose incómodo?


Las llamas se apagaron, y allí de pie, sin siquiera un rasguño, estaba Frey.


Lo único que había cambiado era la fría sonrisa que ahora adornaba sus labios.


El corazón de Antoine tembló.


"¿Puede considerarse defensa propia a partir de ahora?"


"Esto no tiene sentido. ¿Cómo podrías sobrevivir...?"


"No tengo intenciones de matarlos a todos ustedes. Ve a llamar a tu Maestro de Círculo. Su juicio se decidirá después de mi conversación con él."


Eso era imposible.


Antoine se mordió el labio.


Si el Maestro de Círculo Félix se enterara de esto, su posición estaría en peligro.


Ahora era el momento en que había empezado a volar después de arrastrarse por el suelo toda su vida. Aunque muriera, no dejaría que se lo quitaran.


"¡Eso es ridículo! ¿Crees que ya nos has derrotado? ¡Tonterías!"


Frey señaló a Antoine.


"Eres bueno para incitar a un grupo. En una emergencia, empujas a tus hombres hacia adelante para que actúen como escudos y sólo piensas en ti mismo."


Sólo se le podría describir como una escoria peor que Dugenjar.


En realidad, Frey no pensaba muy mal de Dugenjar.


Su único problema era su arrogancia y no entender lo alto que estaba el cielo.


Pero este hombre era diferente.


Era un humano tan feo que Frey odiaba el hecho de ser considerado un mago como él.


"Quiero matarte ahora mismo".


Frey sacudió la cabeza.


Tenía que pensarlo dos veces antes de quitarle la vida a otro mago. 


Esta era una petición que Schweiser le había hecho.


"...pero lo reconsideraré después de recordar las palabras de mi viejo amigo. Pero si vuelves a abrir la boca..."


"¡C-cállate! Tú eres el..."


“¿¡…!?”


Una delgada línea roja apareció en el cuello de Antoine.


Llegó hasta el cuello cuando el foco de sus ojos desapareció.


Y como una fruta que había sido cortada limpiamente de un árbol, su cabeza cayó al suelo.


"¡Re-Redentor Antoine!"


"¡Esto no tiene sentido!"


Una cuchilla del hechizo Cortador de Viento había salido disparado de la mano de Frey y había cortado el cuello de Antoine antes de que nadie se diera cuenta.


Incluso Antoine, cuyo cuello había sido cortado, no se dio cuenta de cómo murió.


"El Maestro de Círculo..."


“Llámenlo...”


Frey no terminó el resto de la oración.


Esto se debió a que vio a alguien caminando desde el final de la cueva. 


Era una mujer de mediana edad.


Llevaba un sombrero de bruja y su cara estaba muy maquillada. 


Frey la miró y dijo:


"¿Eres el Maestro de Círculo de las Colas de Basilisco?"


La mujer asintió con la cara tiesa.


"...Así es. ¿Quién es usted?"


Frey ignoró su pregunta y continuó.


"Acabo de tener una Batalla de Reliquias con su círculo."


Félix, el Maestro de Círculo de las Colas de Basilisco, se mordió el labio al darse cuenta de que no podía tener una conversación completa con él.


Frey volvió su mirada hacia el cuerpo decapitado de Antoine.


La sangre de su cuello ya había formado un charco.


‘Vencer a Antoine tan fácilmente...’


No sabía quién era este joven mago, pero estaba segura de una cosa.


Era al menos 7 estrellas.


¡Un Archimago!


Un Archimago, que era raro incluso en los Tres Grandes Círculos, había venido a este lugar.


"...Continua."


"Luché un total de tres veces y gané todas las veces."


La batalla final podría considerarse su victoria, ya que Antoine había incitado a sus hombres a atacar antes de que la lucha terminara.


"Pero ese hombre. ¿Era el Redentor Antoine? Incitó a sus hombres e intentó matarme".


"Así que él..."


"Yo lo maté. Le di una oportunidad. Antoine no hizo caso de mi consejo, y no hay segundas oportunidades. Espero que no seas igual."


Félix involuntariamente tragó un bocado de saliva con esas palabras.


Escuchó la sinceridad en la voz tranquila de Frey.


"¿Cómo te llamas?"


"Félix Oviet".


"Maestra Félix, dígame, ¿cuál es el propósito del Círculo?"


"¿Cómo?"


Frey miró a Félix en silencio.


Golpeado por el miedo, Félix recordó rápidamente sus palabras.


"P-para liberarse de las garras de los Demigods."


"¿Sabes lo que son?"


"P-por supuesto. Son seres trascendentales que superan el entendimiento humano y son capaces de destruir una ciudad entera con un solo dedo."


"Lo sabes muy bien. Cierto... lo sabes bien."


Frey dio un paso adelante.


"Pero parece que has perdido el control de ti misma después de volverte poderosa."


La tierra bajo sus pies comenzó a congelarse.


Los miembros del círculo trataron de mover sus pies para evadir el hielo, pero éste se extendió y congeló sus pies en un instante.


"¡Ugh!"


"¡No puedo moverme!"


Incluso la Maestra de Círculo Félix fue incapaz de escapar de su alcance. 


‘Esto... no es algo que podamos manejar’.


Después de juzgar la situación, Félix informó urgentemente a sus miembros. 


"¡Todos, no intenten escapar por la fuerza! ¡Si hacen un movimiento equivocado, pueden perder su vida!"


"No creo que tengas tiempo para preocuparte por los demás."


La ira que Frey tenía hacia el Círculo parecía explotar de una sola vez.


Cuando se enfrentaban a un enemigo poderoso como los Demigods, los patéticos tipos como estos no sólo no estaban unidos, sino que incluso se mantenían a raya.


Su propósito no era derrocar a los Demigods.


Estaban concentrados en robar artefactos y mantener a los Anillos de Traumen a raya para aumentar su propio poder.


Su objetivo era obvio.


Ganar poder y riqueza.


Los ojos de Frey estaban llenos de ira.


Su ira se transformó en impulso, y este impulso se convirtió en presión dirigida a Félix.


"Ugh..."


Félix se sintió presionada como si alguien estuviera apretando su corazón.


El respirar se hizo difícil, y el sudor comenzó a fluir por su cuerpo. 


Con los dientes rechinando, miró fijamente a Frey, dándose cuenta de que era la única que no se había congelado.


Haciendo un rápido juicio, cayó de rodillas.


"P-por favor, perdónanos."


“…”


"D-dime lo que quieres. Seguiré tus órdenes. Así que por favor... por favor no destruyas nuestro círculo."


"¿Incluso si te pido que te quites la vida?"


“¡…!”


Los ojos sin corazón de Frey miraban fijamente a Félix.


Se sorprendió por un momento antes de asentir con determinación.


"Si puedes prometer que no destruirás nuestro círculo después de eso. Con mucho gusto".


"¡M-, Maestra Félix!"


"¡No lo haga!"


Los miembros del círculo comenzaron a descargar su ira en voz alta.


Frey levantó lentamente su mano.


Allí, el maná rojo comenzó a fluir y una llama increíblemente caliente pronto apareció en su palma.


“…”


Félix cerró los ojos y esperó su final.


En cambio, escuchó la voz de Frey, llena de admiración.


"Excelente".


Al mismo tiempo, el hielo que había congelado los cuerpos de los miembros desapareció rápidamente.


Félix miró a su alrededor, confundida.


"Trae todos los artefactos que tomaste de los Anillos de Traumen".


"E-entendido."


Después de eso, Félix se apresuró a su casa, de donde trajo los artefactos y se los entregó a Frey.


Frey los miró con una mirada compleja.


Uno de ellos era un anillo púrpura. 


Un anillo que él había hecho. 


El otro era un par de guantes azules, pero era la primera vez que Frey los veía.


Probablemente era una reliquia de un héroe que vino después de él.


"Dígame la ubicación de todos los círculos pequeños y medianos de por aquí. Sin excepción."


"Es-eso..."


"¿No puedes decirlo?"


“…”


Era básicamente apuñalar a los miembros de su alianza por la espalda, pero Félix sacudió la cabeza.


Este no era el momento de contenerse.


‘No’.


No se podía evitar. 


Félix no podía resistirse al hombre que estaba delante de ella.


Y la alianza sólo se había formado en busca de la practicidad.


No había un vínculo muy fuerte entre ellos.


Así que Félix se aferró a su débil culpa y comenzó a hablar.


"Aparte de nosotros, hay un total de cinco círculos medianos y pequeños cerca. El más cercano a nosotros es..."


Frey sólo preguntó por sus ubicaciones, pero Félix le dijo todo lo que sabía, sus características, números y puntos para tomar nota en detalle.


Fue una clara traición, pero cuanto más le explicó, más se dio cuenta.


No había ningún círculo en esta área que pudiera resistirse a este hombre. 


En general, ese era el estatus de un Mago de 7 estrellas.


Félix suspiró.


La muerte de Antoine había sido una gran pérdida, pero no podía compararse con lo que iba a suceder esa noche.


‘Espero que nuestro círculo no sufra ningún daño colateral’.


Félix lo esperaba sinceramente.


Y como esperaba, antes de que amaneciera, los seis círculos pequeños y medianos, incluyendo las Colas de Basilisco, habían sido derrotados por un hombre.