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jueves, 31 de diciembre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 209

Capítulo 209. Casos de Asesinato


Mientras su esposo roncaba fuerte mientras dormía, Leticia se levantó lentamente de su cama. Del cuerpo viejo y enfermo del esposo cubierto de hierbas salía el fuerte olor a menta.

Por eso su cuerpo olía a menta.

Leticia chasqueó su lengua y luego bajó una pierna por el lado de la cama. Mientras lo hacía, un líquido blanco y turbio se deslizó por sus piernas. Si hubiera podido, se habría lavado este horrible líquido en sus piernas de inmediato, pero podría despertar a su esposo, así que no lo hizo.

Leticia se puso un pijama y caminó hacia el sofá. Extendió su mano hacia el alcohol que su esposo no había terminado de beber el día anterior, pero se detuvo enseguida. Sería bueno no beber nada de alcohol por un tiempo. Incluso esta semilla, sería mejor para ella mantenerla dentro de su cuerpo tanto tiempo como pudiera. Porque de esa manera, una vez que durmiera con el rey por una noche, podría argumentar que era su bebé.

Leticia se sentó en una silla. Pensando que pronto estaría en el abrazo del hombre que tiene la posición más alta del país y no de este viejo decrépito.

Incluso el solo hecho de pensarlo la hizo sentir más feliz. Se sentía como si estuviera siendo recompensada por todo lo que había sufrido. Si ella pudiera robar el corazón del rey, aprovechando que no tenía una buena relación con la reina, entonces todos los que la señalaron diciendo que era huérfana e hija ilegítima, la mirarían con envidia. Ella planeaba vengarse de todos ellos por el sufrimiento que había pasado. Por supuesto, la reina sería la primera persona en sufrir el castigo.

Mientras imaginaba cosas en su mente, de repente escuchó fuertes ruidos del exterior. Leticia miró hacia la puerta con una expresión de enfado en su cara. ¿Qué están haciendo los sirvientes a esta hora que hay tanto alboroto?

"¡Señor, señora!"

El mayordomo irrumpió en la habitación. Leticia se levantó de su asiento y gritó con fuerza.

"¡Tú! ¿Cómo te atreves a entrar...?"

"¡Señora, hay una emergencia! ¡Soldados están irrumpiendo en la mansión!"

Los fuertes ronquidos cesaron de repente. El Vizconde Olbach que se despertó con las palabras del mayordomo se levantó rápidamente de la cama.

"¿Qué? ¿Qué acabas de decir? ¿Soldados?"

"Oh señor. No sólo son soldados, sino que es el ejército real..."

Antes de que el mayordomo pudiera terminar sus palabras, aparecieron soldados armados detrás de él.  El mayordomo soltó un grito de miedo, antes de correr a una esquina.

Sin embargo, Leticia los miraba como si no se hubiera dado cuenta de la situación todavía. Tal como había dicho el mayordomo, el símbolo en su armadura del pecho definitivamente representaba al ejército real.

'¿Por qué estaría el ejército real aquí?' Mientras ella pensaba que su esposo debía haber cometido un grave error y lo miraba, una voz sonó.

"¿Es usted la Señora Leticia Olbach?"

No dijeron el nombre de su esposo, sino el de ella. Leticia giró su cabeza con los ojos agrandados. Las puntas afiladas de las espadas que los soldados sacaron apuntaban hacia ella. Leticia finalmente se dio cuenta que el ejército la había venido a arrestar.

"Sí... soy la Señora Leticia Olbach..."

Inmediatamente, el soldado hizo un gesto con su barbilla y otros dos soldados se acercaron. Luego, agarraron a Leticia por ambos brazos. Entonces, comenzaron a arrastrarla.

"¡Suéltenme!"

Leticia gritó fuertemente mientras luchaba.

"¿Cuál es la razón por la que me están arrestando? ¡Cómo se atreven a ponerle las manos encima a una noble como yo!"

"Eres sospechosa de un casos de asesinato."

Al escuchar eso, la lucha de Leticia se detuvo por un momento. Los labios de Leticia temblaron.

"¿Casos de asesinato?"

"Estamos hablando de tu padre y de la esposa del Vizconde Olbach. Además de eso, usted recientemente intentó asesinar a la reina también."