Capítulo 207. Intento De Impedir El Embarazo
Fue una promesa, un pacto hecho discretamente después de las dos tragedias que ocurrieron en la casa real de Arundell; una en la que la Reina Madre se rebeló contra el nuevo rey, causando un derramamiento de sangre, y otra en que algunos nobles prefirieron al Conde Clovis como su rey, así que trataron de usurpar al joven rey con el fin de poner al Conde en el asiento del trono. Fue un fracaso y se intercambiaron muchos ataques. Se hizo una promesa a partir de entonces deseando la paz entre las dos partes y la prosperidad de Arundell.
"La Reina Madre y yo nos prometimos no volver a crear discordia en Arundell, pero Su Majestad el Rey desea romper esa promesa... ¿Usted, que obtuviste todos los beneficios por los que tus predecesores trabajaron con dedicación?"
A causa de la guerra civil y los conflictos causados por la Reina Madre, el Conde Clodoveo, hijo del rey, quedó a un lado en la sucesión y aplazado por Igor, que se convertiría en rey.
A esto se refería el Conde Clovis.
Igor soltó una leve risa. "Si conocías tan bien la promesa, no debiste haber planeado cosas nefastas mientras estabas resguardado."
El Conde estaba a punto de estallar en un ataque de ira después de escuchar las palabras 'planes nefastos' de la boca del rey, pero antes de que pudiera responder, Igor arrojó un montón de papeles delante de él.
"Todos estos se encontraron en tu estudio. Por favor, Conde Clovis, explíqueme por qué ordenó al sirviente que informara de cada pequeña acción de nosotros", dijo Igor.
El Conde Clovis miró los papeles esparcidos, deseando que todo desapareciera. Apretando los dientes, levantó la cabeza con una mirada aguda hacia Igor.
"No niego haber cometido tales actos. Sí, es verdad. Soborné a uno de los sirvientes para saquear toda la información del palacio. Sin embargo, si cree que puede afirmar que he cometido traición sólo por esto, se equivoca Su Majestad. Porque he reunido esta información no significa nada. ¿Alguna vez la he usado para amenazarte? No, ¿Verdad?"
Igor se burló. "Eso no es del todo cierto. Usted amenazó nuestra seguridad."
"¿Qué es lo que qui...?"
"Mi esposa. Intentaste darle una medicina a mi reina, ¿No es así? Trataste de asegurarte de que no pudiera tener hijos, ¿Verdad?"
La mandíbula del Conde Clovis cayó justo en ese momento.
Sus malas acciones comenzaron poco después de que el rey y la reina celebraran su matrimonio. Si lograban tener un heredero, la posibilidad de que robara el trono se echaría a perder. Así que lo planeó y lo puso en práctica. Decidió que mezclaría anticonceptivos en las comidas de la reina.
Sin embargo, sus esfuerzos no produjeron resultados. Sobornó a una de las damas de la corte con un montón de dinero y ella se mantuvo esperando el momento oportuno. Pero por extrañas razones, la medicina y la comida que iba a ser servida a la reina siempre estaban garantizadas con el más alto nivel de seguridad.
Él nunca había visto algo así.
Las comidas de la reina tenían tanta seguridad como la vida del rey. No tuvo más remedio que rendirse amargamente, y de alguna manera, ahora Igor conocía bien sus planes. Escalofríos inesperados recorrieron su columna vertebral al pensar que Igor conocía sus audaces intentos, aunque no se hubieran materializado.
¿Cómo lo supo?
Permaneció congelado como el hielo, incapaz de inventar palabras de respuesta.
Igor sonrió. "Usted también conspiró junto con su amante, Conde Clovis. Usarías a Leticia Olbach, la hermanastra de la reina, para que se acercara a mí, sabiendo el odio que ella siente hacia mi esposa. ¿Estoy equivocado?"
La cara del Conde estaba pálida.
"¿Esa mujer dijo eso? ¿Que fue mi idea?"
"La esposa del Vizconde Olbach dijo que después de que se acercara a mí y se convirtiera en mi amante, te ayudaría a convertirte en rey en el futuro..."
Lanzó el cebo fácilmente y el conde fue enganchado, una presa fácil.
"¡No! ¡Esa mujer está mintiendo! Esas fueron sus propias palabras... Que ella tentaría al rey y me ayudaría a robar el trono..."