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domingo, 27 de diciembre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 189

Capítulo 189. Amarga Realidad


Igor suspiró.

"Vigila a ese sirviente. Si le entrega información importante al Conde Clovis, asegura esa evidencia de inmediato. Si le entrego montones de pruebas de que me ha estado vigilando estos últimos años y lo amenazo un poco..."

Igor sonrió amargamente.

"...Entonces probablemente estará dispuesto a renunciar a todos los derechos de sucesión. Estoy seguro de que el Conde Clovis también sabe del pasado de esa mujer. Usa su testimonio como una razón para arrestar a su amante inmediatamente."

"¡Sí, Su Majestad! ¡Completaré obedientemente la tarea que me dio de inmediato!"

Mientras Basil caminaba hacia la salida de la habitación con un ardiente espíritu de lucha en su interior, Igor abrió su boca.

"Basil, ¿Recuerdas, verdad? Lo que debes hacer si algo me pasa, lo recuerdas, ¿Verdad?"

La cara de Basil se puso rígida inmediatamente. Poco después de su matrimonio, Igor le dijo algo a Basil. Y debido a la presión autoritaria, Basil no tuvo más remedio que hacer una promesa contra su voluntad.

"¿Por qué dices eso otra vez? Eres joven y saludable. ¿Por qué te pasaría algo?" Basil murmuró, evitando la mirada de Igor.

"Prométeme que cumplirás lo que te dije en el pasado, Basil."

Basil se comprometió de nuevo con una expresión amarga.

"Ah... sí, sí por supuesto. Lo haré. Muy bien, entonces... me despido."

Basil abandonó inmediatamente la habitación.

Igor no se movió durante un tiempo.

Finalmente, se levantó de su silla y se dirigió hacia la puerta del lado opuesto. Al abrir la puerta se reveló un espacio oscuro y vacío.

Mirando dentro, Igor bajó la cabeza.

El pasado... su pasado... qué complicado desastre.

Quería ir tras ella, preguntarle si se sentía mal, si tenía algo para comer, pero ahora mismo, no tenía fuerzas para verla. 

Se sentía avergonzado.

Estaba agradecido de que Basil arriesgara su vida para evitar que ella se marchara... y posiblemente para siempre.

Igor pronto se dio cuenta de la amarga realidad que estaba ocurriendo. La ilusión fabricada que había construido con mentiras se estaba desmoronando. Su relación actual no se podía considerar mejor que la de su pasado.

En estos seis años, apenas pudo contenerse de escabullirse en Chrichton y traerla de vuelta a casa. Pero no lo hizo. Su aparición sólo la conmocionaría... la impactaría mirar la cara de su asesino.

En su vida pasada, hubo un tiempo en el que pensaba que todos los problemas se podían resolver si ella le daba un descendiente. Aunque su madre lo usaba como un peón, como una herramienta, pensaba que todo cambiaría cuando Rihannan diera a luz. Igor pensaba que su madre se daría cuenta rápidamente de que ella necesitaba cambiar por ese bebé.

Por eso se esmeraba tanto, pero cada vez que la tenía en sus brazos, Rihannan siempre se forzaba a soportar todo. 

Cuando dormían juntos, ella siempre miraba hacia otro lado, sus dos manos agarrando la manta con fuerza pensando que todo sus problemas desaparecerían si aguantaba... sólo un poco más...

Pero no Igor no ayudaba. Siempre estaba enojado cada vez que la tenía. La mirada en su cara debe haberla asustado.

Al principio, ella fingía que estaba bien, pero cada vez que él extendía su mano para calmar su ansiedad, ella siempre retrocedía de su toque para protegerse.

Sólo había una emoción que Igor podía percibir de ella; el deseo de que él terminara su trabajo lo más rápido posible y se marchara.

Eso le rompía el corazón. No quería sentir ese dolor en su corazón cada vez que tenía a su esposa en sus brazos.

Al final, dejó de frecuentarla cada vez menos. Se hizo público que Igor no se estaba acostando con Rihannan, así que la Reina Madre y la nobleza inmediatamente hablaban de producir un heredero, lo que le hizo sentirse presionado.

Sólo... ¿Dónde se estropeó todo...?