Capítulo 175. La Verdad Revelada
"¡¡AHHH!!"
Después de que Rihannan y la Señora Cessley estuvieran a una distancia lejana, Basil se agarró el cabello en un ataque de rabia.
"¡Su Majestad! ¿Por qué... por qué se quedó parado sin hacer nada? ¡Si ya ha tomado el té, entonces sugiera inmediatamente una comida juntos! ¡Si no es una comida, entonces sugiera un paseo! ¡Si no es un paseo, entonces cualquier cosa! Pero... ¡Deberías haber intentado decir algo al menos! ¿Por qué la dejaste ir? ¿No entiendes que es raro encontrarlos casualmente de esa manera?"
Basil no podía entender esta... extraña bestia. Por lo que parecía, no tenía intención de reparar su relación con Rihannan. Ninguna en absoluto. Basil pensó que se animaría y pediría perdón después de que Rihannan cubriera su cuerpo dormido con una manta, pero en vez de eso... se volvió frío y evitó su presencia aún más.
Basil no podía entenderlo.
¿Qué hacía Igor? Basil sabía que la quería de vuelta, ¿Por qué no hacía ningún esfuerzo?
"¡Argh! Su Majestad, por favor diga algo. ¡La única forma de apaciguar su ira es admitiendo la derrota! ¡Si esa táctica funcionó con mi esposa, funcionará para usted! Ahora no es el momento de mantener su dignidad, Su Majestad. ¡No estoy seguro de lo que pasó, pero vaya y pídale perdón a Su Majestad de inmediato con una cara triste como esta!"
Los ojos de Basil parecían los de un cachorro.
Basil sabía que podría recibir la furia de Igor, pero igual dejó escapar un largo suspiro.
"Basil."
"¿Sí?"
"Aprecio tus cuidados y preocupaciones, pero es inútil. En este momento... ella nunca me aceptará."
Entonces, con pasos desalentadores, caminó hacia su destino.
Basil se dio cuenta de que la gravedad de la situación. debido a las palabras de Igor.
"Mocoso tonto, ¿Qué hiciste? Ugh... ¿Qué debo hacer en esta situación...?" Basil apoyó su barbilla en la palma de su mano.
Parece que tendría que arriesgar su vida e intervenir.
***
Durante un tiempo, Rihannan estuvo trabajando arduamente.
Primero, se puso a trabajar en la ley sobre las apuestas. Aunque el rey y la reina tenían el derecho de proponer una ley, requería la aprobación del Consejo. Si no se lograba persuadir a la nobleza, la ley nunca saldría a la luz y se desecharía de inmediato.
Rihannan quería que está ley tuviera éxito, así que se dedicó con todo su corazón para afinar hasta el último detalle de la propuesta.
Ella sabía que la ley había sido aprobada en su vida anterior.
Muchos jefes de familias nobles sufrieron de adicción a las apuestas y acumularon deudas donde cedieron sus casas, tierras e incluso hijos para pagarlas.
Entonces, surgió una acalorada disputa entre hacer que las apuestas sean ilegales o regular las apuesta. Desde el punto de vista de algunas, nadie podía impedir el instinto básico de la naturaleza humana hacia el pl4cer, y las apuestas representaban algo placentero.
En ese entonces, Rihannan observó la serie de debates desde lejos. No sabía mucho sobre el tema, pero el saber que la gente vendía a sus hijos la conmovió.
En esta línea de tiempo, esta fue la primera propuesta que pensó después de regresar a Arundell como la aspirante a reina. El fallecimiento de su padre también la había impulsado a resolver el problema. Fue una gran conmoción para ella saber que se quitó la vida por su adicción a las apuestas.
Mucho tiempo después... se encontró a Leticia en el banquete de la Duquesa Saphia.
Independientemente del resentimiento personal que Leticia albergaba hacia ella, Rihannan sintió lástima por ella. Leticia creció en un ambiente problemático. Rihannan se preguntaba si su padre había pensado en vender a Leticia en algún momento.
Rihannan esperaba tratar con los problemas de las apuestas. Esperaba que muchos niños no tuvieran que sufrir un terrible destino debido a las acciones de sus padres. Y resulta que el problema actual de la Marquesa Pless coincidía con su objetivo.
Eso significaba que la probabilidad de éxito en la aprobación de la ley aumentaba.
Pero... ella estaba consciente de lo difícil que sería que se aprobara la ley debido a la nobleza. Desde su punto de vista, prácticamente una persona extranjera les estaba dando una sugerencia, aunque se tratara de la reina.