Capítulo 173. Fría Respuesta de Rihannan
Aunque negó el rumor hace unos segundos, inmediatamente hizo una pregunta que sonaba como si estuviera admitiendo la verdad.
Mientras las mujeres de la nobleza agitaban sus cabezas con total disgusto, Rihannan sonrió ligeramente.
"En lugar de darte un préstamo, hay una forma más segura de lidiar con esto."
"...¿Cuál sería?"
"Estoy segura de que ya sabes de esto. Mi padre tuvo un final desafortunado al apostar su vida."
"Por supuesto. Lo sé muy bien..."
La Marquesa Pless no entendía por qué la reina hablaba de repente del Conde Alessin, su difunto padre.
Los motores de su mente comenzaron a moverse, tratando rápidamente de encontrar una respuesta en su cabeza.
"Me sorprendió solemnemente la tristeza al enterarme de su muerte y se convirtió en una sombra sobre mi espalda durante mucho tiempo. Aunque me separara de mi padre, la relación de sangre entre nosotros seguía existiendo. Estaba disgustada y triste. Por eso, como reina, estoy dispuesta a usar mi derecho a proponer una nueva ley al Consejo de Estado."
"Cuando dices una nueva ley..."
"Es para hacer que el dinero prestado con el propósito explícito de apostar, el receptor no esté obligado a devolverlo. Si ese es el caso, las entidades de préstamo estarían menos dispuestas a dar un préstamo con el propósito de apostar. Habrían menos desgracias. Muchos ya no se quitarían la vida por culpa de las apuestas."
La Marquesa Pless dejó escapar un suspiro.
"¿Es eso realmente posible? ¿No tener que devolver el dinero prestado?"
"Habrá restricciones para evitar problemas injustificados. Es muy importante aprobar esta ley, teniendo como evidencia las vidas perdidas. Sólo entonces, los prestamos para las apuestas serán cercenados. He tenido estos pensamientos en mi mente durante bastante tiempo. Definitivamente es una ley que Arundell debería aprobar. Si la Marquesa lo desea, estoy dispuesta a dar un paso adelante y abogar. Ahora, ¿Necesitas mi ayuda?"
La Marquesa Pless juntó las dos manos, con el rabillo de los ojos lagrimeando.
"Por supuesto, mi Reina. Si estás dispuesta a ayudarme de esta manera, entonces no hay nada más que pueda pedir. ¿Cómo podría pagar esta deuda contigo...?"
"De ahora en adelante, hay una cosa que debe saber, Marquesa", Rihannan la miró fijamente. "Agradezco sus intenciones de querer ayudarme con el asunto de los rumores, pero no estoy en posición de tener que recibir ayuda. Por favor, tenga eso en cuenta de ahora en adelante."
"......"
"También, por favor, recuerde que ayudar a los demás se hace... de esta manera, Marquesa, y no simplemente señalando los problemas de los demás para satisfacer su propia curiosidad."
La Marquesa Pless estaba sin palabras y con los ojos bien agrandados
Rihannan apartó su mirada fija de ella y miró a las otras nobles que estaban nerviosas, con una sonrisa inocente en su rostro.
"Espero que pueda mantener en secreto lo que he hablado hoy con la Marquesa Pless, así como los rumores que la rodean. Estoy segura de que ninguna de vosotras disfruta esparciendo rumores sobre las desgracias de los demás por simple placer."
Este era el objetivo de Rihannan. Las mujeres de la nobleza mucho mayores que Rihannan se estremecieron inconscientemente antes de asentir con la cabeza y aceptarlo.
La Señora Cessley y la Duquesa Saphia se miraron entre ellas en silencio.
Ambas tuvieron que contener la risa alojada en sus gargantas.