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jueves, 10 de diciembre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 154

Capítulo 154. Gran Banquete


"...Rihannan, no te dejaré..."

La voz gruñona de Igor pronto se convirtió en un gemido profundo. Cuanto más satisfacía su propio deseo, más profundo se volvía su afecto hacia ella.

Cuando sus labios finalmente se separaron, su expresión parecía similar a la de un hombre derrotado.

"...Vuelve tan pronto como puedas. No me gusta estar solo..." él murmuró mientras estaba sin aliento.

"Haces que parezca que me voy a ausentar por varios días. Sólo estaré afuera un día", sonrió Rihnannan.

"Y es precisamente por eso que te dejo ir. Si no vuelves antes del tiempo que mencionaste, crearé un gran alboroto... más que cuando visitaste a mi madre", dijo Igor juguetonamente.

"...Lo entiendo", tartamudeó Rihannan.

Al verla tartamudear, Igor sonrió satisfecho. Rihannan trató de escapar de sus brazos, moviéndose un par de veces, pero no sirvió de nada. Después de un rato, se rindió y suspiró débilmente.

Igor la miró como diciéndole que no se moviera, por lo que Rihannan se acostó junto a él en silencio.

"En realidad, ¿Cuánto tiempo estaremos así?" Rihannan preguntó poco después.

"¿Por qué? ¿Lo odias?"

"No es que lo odie, pero los documentos..."

"Ugh..."

Ella escuchó el sonido de unos dientes rechinando.

"Juro por mi nombre y mi honor que me ocuparé de todos esos documentos antes de que acabe el día, así que por favor quédate así conmigo un poco más."

Rihannan pensó que si ella decía algo más, Igor simplemente destrozaría los documentos frente a Basil, así que ella se rindió y cerró los ojos.

Mientras estaba acostada, el sueño pronto se apoderó de ella. El insomnio que la preocupaba durante mucho tiempo ya no existía y podía dormir con facilidad.

Ignoró que su respiración se convirtió en un sueño profundo y sonrió tranquilamente.

***

La Duquesa Saphia dio la bienvenida a su cumpleaños número 30 con un gran banquete. Fue una gran ocasión también. La propia reina la visitaría personalmente. Sólo por esta razón, la Duquesa había estado entusiasmada durante el último mes. Era inusual que una realeza como la propia reina visitara un dominio, a menos que tuvieran un título familiar prestigioso.

"Feliz cumpleaños, Duquesa Saphia."

Al comenzar el banquete, la reina llegó a la fiesta y saludó a la Duquesa, quien a cambio sonrió ampliamente.

"Su Majestad, es un honor tener su graciosa presencia. Aprecio a Su Majestad por tomarse un tiempo de su día para venir."

Rihannan sonrió. "Debería ser la que te agradezca por permitirme asistir."

No fueron simples palabras vacías. Se trataba de un banquete a gran escala. El número de invitados superaba los cientos. La Duquesa incluso había invitado a payasos y bailarines para animar el ambiente. Estaba claro que había dedicado mucho de su tiempo y esfuerzo a su gran banquete.

"No es más que una pequeña y humilde fiesta. No se puede comparar con los banquetes de palacio o las fiestas que las anteriores Duquesas han hecho en el pasado. Me conmueve hasta las lágrimas escucharte alabar tanto este banquete."

Rihannan sonrió ante la humilde respuesta de la Duquesa Saphia.

"Le he traído un regalo. Espero que sea de su agrado."

La Señora Cessley, que estaba de pie junto a la reina, le entregó una pequeña caja a la Duquesa. La mirada de todos se dirigió inmediatamente a la caja que tenía en la mano. Se trataba del primer regalo que la reina le presentaba a alguien. Resultaba evidente que llamaría la atención.

¿Qué había dentro?

¿Joyas?

¿Quizás algo de valor?

Todos se preguntaban con curiosidad.

La Duquesa Saphia abrió la caja suavemente. Dentro había un libro de aspecto sencillo. Mientras todos tenían una mirada de decepción, la Duquesa se quedó profundamente impresionada.