Capítulo 102. La Llegada de la Bruja
"...Puedo notar que estás sumida en tus pensamientos." La voz de Kyle interrumpió los pensamientos de Noah. Al volver a la realidad, se encontró con un par de ojos morados mirándola.
"No sé lo que estás pensando, pero... ya puede apartar las manos, Señorita Noah", murmuró Kyle.
Sólo entonces, ella se dio cuenta de que sus manos aún estaban en su cara. Sorprendida, Noah levantó sus manos de sus mejillas rápidamente. "Oh, lo siento. ¿Por qué estábamos haciendo esto?"
Kyle frunció el ceño ante su pregunta, un pliegue se formó en su frente. "Con el debido respeto..."
"¿Qué?"
"Nada". Kyle, que de alguna manera la miró con sutil desagrado, la agarró de los hombros y la hizo girarse. "Debes estar llena de energía después del marcado. Creo que llegaremos al puerto de Tezeba en unos treinta minutos a esta velocidad, así que por favor llama primero a Mu. Si llega en ese estado, destrozará el puerto."
"Cierto."
Cuando Noah se acercó a la ventana, pudo observar el reflejo de Kyle en la ventana. Tan pronto como Kyle se dio la vuelta, pudo notar que las puntas de sus orejas de alguna manera parecía un poco roja.
'¿Qué, por qué...? Todo ha estado bien ahora. ¿Qué es lo que le pasa?'
Noah miró las manos de ella que habían estado atendiendo la herida de Kyle y las frotó entre sí. Extrañamente, el calor parecía subir a la punta de sus dedos.
Pero el calor no disminuyó, así que abrió la ventana y extendió la mano hacia el aire, sintiendo la fresca brisa del océano.
"Mu, ven ahora". El dragón negro, que estaba sobre las aguas lejanas, reconoció de inmediato su gesto y extendió sus alas, volando por el aire.
El enorme cuerpo de la criatura, que volaba a una velocidad tremenda hacia Noah, desapareció en un parpadeo. Al momento siguiente, un niño de tres años con rizos negros apareció ante Noah.
"¡El mar es tan genial, Noah!"
Noah avistó varios barcos del tamaño de una uña detrás del niño sonriente. El barco que navegaba por el mar a alta velocidad se acercaba gradualmente a tierra.
Después de tres semanas enteras desde que Noah había dejado Sorrent, la capital de Laurent, Tezeba, estaba ante sus ojos. La ciudad a la que regresó por primera vez después de dos años de haber caído en este mundo.
***
La capital, Tezeba, estaba situada en el noroeste del Imperio Laurent.
La sede de la Ciudad Imperial, llamada el Rubí de Laurent, que gozaba de una cultura noble y elegante, puesto que estaba compuesta por las casas de la aristocracia, estaba adyacente a la ciudad industrial de Arral, donde los nuevos inventos surgían día a día.
El puerto, que normalmente habría estado abarrotado de buques de carga que comerciaban con países grandes y pequeños, también de transbordadores que transportaban cientos de pasajeros, estaba hoy muy tranquilo. No había ni un solo barco en el puerto, debido a Kyle, que había enviado un mensaje por adelantado para despejar el puerto.
Noah miró a un grupo de magistrados e investigadores con uniformes negros, en la barandilla del barco. La mitad de ellos estaban ayudando a los pasajeros del ferry a bajar con seguridad, y la otra mitad...
Estaba mirando hacia su dirección.
"Voy a tener cuatro agujeros o más en mi cuerpo. ¿Por qué me miran de una manera tan espantosa?" Noah se quejó, bajando su sombrero de ala ancha para cubrirse la cara.
"Tu reaparición significa horas extras para ellos. Al menos un mes."
"Entonces... no tengo nada más que decir."
Cuando Noah era oficinista en su otra vida, una vez pensó que si se le concedía un deseo, desearía un empleador amable y considerado, que no le permitiera trabajar horas extras. Enderezó su espalda, lamentado que los empleados se vieran obligados a trabajar horas extras.
"Actuar como Eleonora. No sé si puedo hacerlo."
"Lo estás haciendo muy bien. A veces, tienes una mirada aterradora en tu cara que es similar a la de esa mujer."
Noah frunció el ceño ante la declaración de Kyle. Similar a Eleonora... Luego recordó el momento en que Adrian le dijo lo mismo. '¿Cuándo me parecí a ella? ¿Cuándo lo aparté de un empujón enfadada?'
Afortunadamente, tal expresión no necesitaba de la actuación de Noah, puesto que casi siempre llevaba la misma mirada hostil. Era una mujer perezosa después de todo, y su paz se había interrumpido demasiado.
Kyle bajó la cabeza y miró a Noah. "Baja. No puedo sostener tu mano de ahora en adelante. Cuidado con el escalón. Cuidado con el escalón..."
"Sí, investigador fastidioso."
El hombre débil, que se había avergonzado cuando le tocó la cara antes, había desaparecido, y el estricto investigador había vuelto. Noah pasó por un lado y descendió al puente conectado a la tierra.
"¡Capitán!"
Al otro lado del puente estaban los investigadores, que llevaban un uniforme similar al de Kyle, en espera. La persona que estaba al frente estaba bloqueando el camino de Noah. Ella sólo miró los zapatos de la investigadora debido a su sombrero de ala ancha y que estaba mirando hacia abajo.
"Penélope."
Noah escuchó a Kyle nombrándola, desde sus espaldas. Se trataba de la bella subordinada de Kyle, que llevaba el cabello corto y negro. Era un poco más pequeña que Noah, pero su cabello corto, sus ojos redondos y su delgada figura le recordaban a una leona.
'Es tan bonita'.
Noah subió la cabeza y la miró brevemente, halagando su apariencia interior. Luego, intentó pasar por un lado de ella. Sin embargo, el dedo de la investigadora se posó en el gatillo de su revólver, obligando a Noah a detener sus pasos.
Entonces, Penélope exigió con voz firme. "Un momento, Dama Asil. Me gustaría pedirle que se desarmara."