Capítulo 43. Adelia (1)
"Ugh..."
Nikita gruñó de dolor.
Tenía la cara roja y los ojos inyectados en sangre.
Esto demostraba que su concentración estaba al límite. Y aun así, la bola de energía que tenía delante de él no era más pequeña que un puño.
Se volvió para mirar desesperadamente al Maestro de Piso.
"¡P-, por favor espere un poco más!"
"Has llegado a tu límite. Si tratas de hacerlo más pequeño, vas a sobre exigir tu concentración. Recupera tu maná".
"Eh..."
No fue sólo él.
La mayoría de los magos que hacían la prueba también tenían el mismo límite que él.
Esos magos, que no podían comprimir sus bolas de energía al tamaño deseado, sólo podían volver arriba con los hombros caídos.
"Hmm... pasaste".
"¡Y-yo lo hice!"
Por supuesto, también había aquellos que tenían éxito.
Varios de estos sudorosos gritaron de alegría mientras que los Maestros de Piso simplemente asentían con la cabeza y anunciaban con calma que pasaban.
Era comprensible que se alegraran.
Uno de los Maestros de Piso de la tercera Torre Mágica, Mikel, miró alrededor de la habitación mientras pensaba.
‘Esta vez el nivel de la prueba estaba por debajo de la media.’
Entonces la mirada de Mikel aterrizó en los dos elfos oscuros.
Cuando vio el tamaño de las bolas de energía delante de ellos, un sentimiento de admiración no pudo evitar aparecer en su corazón.
La bola de energía frente al elfo macho era excelente, pero la bola de energía frente al elfo hembra era del tamaño de una uña.
Mikel no pudo ocultar su sorpresa ante su control tan preciso.
"¿Cuánto tiempo llevas aprendiendo magia?"
"20 años".
"Hmm... magnífico. Pasas".
Luego añadió.
"No creo que necesite hacer más exámenes. Debería permitírsele leer un grimorio. ¿Está de acuerdo?"
"Estoy de acuerdo".
"Excelente".
Los otros Maestros de Piso asintieron sucesivamente.
Camille y Liamson sólo se encogieron de hombros y aceptaron la decisión.
Después de saludar a Frey, se dirigieron de nuevo arriba.
"Estoy celoso".
"Maldición. Los que no tienen talento sólo pueden vivir en la tristeza."
Mientras los otros magos miraban a los elfos irse con los ojos llenos de envidia, Mikel se volvió para mirar al siguiente en la fila.
Era Frey.
A primera vista, no parecía haber una bola de energía delante de él.
Mikel se detuvo frente a él sin decir nada.
Los magos comenzaron a susurrar entre ellos mientras veían esto.
"¿Qué? ¿Se rindió?"
"Creo que sí".
"Entonces, ¿por qué está ahí de pie con tanta confianza?"
"Parece que realmente es el típico guerrero mágico."
"No hay manera de que un tipo que fue lo suficientemente fuerte para luchar cara a cara con un elfo oscuro sea un mago."
Fue entonces.
Mikel se acercó a Frey mientras decía.
"No puedo creerlo…"
Mikel no estaba mirando a Frey.
Lo que miraba era el espacio vacío que tenía delante de él.
No, no estaba vacío.
Los curiosos magos comenzaron a estrechar sus ojos uno por uno.
Gradualmente, las miradas de sorpresa comenzaron a extenderse por sus rostros.
"E-, eso..."
"Im-, imposible..."
Sólo entonces se dieron cuenta.
Flotando frente a Frey había una bola de energía del tamaño de una mota de polvo.
Incluso Mikel no estaba seguro de que pudiera reducirla tanto.
No sólo eso, independientemente del Maestro de Piso al que le preguntara, la respuesta sería la misma.
Esto no era posible sin un control de maná extremadamente preciso.
"¿Cómo te llamas?"
"Frey".
"...Frey. Ya veo."
Mikel reflexionó un momento antes de hablar con los ojos bien abiertos.
"No necesitas hacer más pruebas."
"¿Qué quiere decir?"
"Has pasado. Y..."
Miró a su alrededor por un momento antes de continuar.
"Si te parece bien, ¿por qué no hablamos un poco?"
* * *
Frey siguió a Mikel hasta el noveno piso de la torre.
Llevaba un mes en la torre, pero era la primera vez que venía a este lugar.
Esto se debió a que sólo los funcionarios importantes de la torre podían entrar más allá del 7º piso.
Mikel miró fijamente a Frey durante un momento antes de que finalmente abriera la boca.
"¿De dónde eres?"
Hizo una pregunta muy ambigua.
Al mismo tiempo, miró deliberadamente los Pendientes de Tifón que colgaban de las orejas de Frey.
Si no quería continuar con esa línea de preguntas, Frey podía simplemente responder que era de la familia Blake.
Sin embargo, no lo hizo.
"El duque Shepard fue quien me presentó la tercera Torre Mágica."
"Hmm."
Mikel frunció el ceño cuando escuchó el nombre de Shepard ya que sabía que era un miembro del círculo.
Entonces soltó un pesado suspiro.
"Ya veo. Esta vez Honor Shepard ha logrado encontrar un excelente talento.
Parecía que había entendido algo mal.
"Actualmente no tengo intención de unirme a los Collares de Strow".
"Hoh. Eso significa que eres un vagabundo. Entonces... ¿te gustaría unirte a nosotros?"
Frey se quedó sin palabras por un momento, ya que no esperaba que de repente lanzara tal oferta.
"¿A nosotros…?"
"Los Brazaletes de Phisfounder".
Frey sacudió la cabeza.
"No tengo intención de unirme a ningún grupo ahora mismo."
"Eso es desafortunado."
"No creo que sea por eso que me llamaste aquí."
Mikel dudó por un momento antes de abrir la boca.
"Pareces un mago que ha alcanzado al menos 5 estrellas. ¿Estoy en lo cierto?"
"No lo negaré."
Aunque se le puede considerar a mitad de camino de las 7 estrellas, no estaba mal decir que era al menos 5 estrellas.
Frey asintió.
La mirada de Mikel se volvió más intensa.
"¿Cuánto sabes sobre los Demigods?"
"Un poco".
"Entonces la conversación no será muy larga. No hace mucho, se encontraron rastros de los Demigods en Uthiano."
“¡…!”
Los ojos de Frey se volvieron fríos.
"¿Qué rastro?"
"Para ser precisos, eran las huellas de los fanáticos que los adoran. Son personas cuya vida y conciencia están controladas por los Demigods. Por supuesto, la mayoría de ellos son alevines, así que no les prestamos atención. Pero hay una gran posibilidad de que haya habido un Apóstol entre ellos."
“¿…?”
"Ah, no lo sabes. Son personas que fueron elegidas directamente por los Demigods. Los llaman Apóstoles. Son capaces de usar el poder de la Divinidad que originalmente era exclusivo de los Demigods."
Era la primera vez que Frey oía hablar de ellos.
Al menos, no lo hizo hace 4.000 años.
"Uthiano es el área bajo el control de Honor Lukes y yo."
"¿Qué es un Honor?"
"Hmm. Realmente no sabes nada sobre el círculo."
Mikel se encogió de hombros y explicó.
"Force Honor. En pocas palabras, son ejecutivos en los círculos. Las únicas posiciones más altas que eso son el Maestro del Círculo, que podría considerarse la cabeza y el Redactor del Círculo, que es el segundo al mando."
Acababa de escuchar que Shepard también era un Force Honor.
Estaba en el nivel de las 7 estrellas, lo que significaba que había que estar al menos al mismo nivel para ser un ejecutivo.
‘Entonces el Maestro del Círculo y el Redactor del Círculo son probablemente más fuertes que eso’.
Frey decidió preguntar lo que más le había intrigado después de su regreso.
"¿En qué niveles están los Maestros del Círculo?"
“…”
Mikel observó a Frey por un momento con una expresión sin palabras en su rostro.
"...No tengo nada que decir al respecto. El nivel de un Maestro de Círculo no es algo que yo sepa."
A los ojos de Frey, Mikel no era un mago que se arrodillaría ante cualquiera.
Estaba claro que había alcanzado al menos el nivel de las 6 estrellas.
Era curioso.
...Medio año, no. La prueba es en cinco meses.
Si iba allí, entonces tendría muchas posibilidades de conocer a los Maestros del Círculo. Los que llevaban los nombres de él y de sus amigos más cercanos.
Eran las personas que probablemente sabían más sobre los Demigods en la era actual y había una alta probabilidad de que también tuvieran el poder de enfrentarlos.
Por lo tanto, eran las personas que tenía que conocer.
Frey no creía que usaran esos nombres sólo por admiración a los héroes del pasado.
Los héroes de hace 4.000 años eran figuras míticas para los humanos. Frey ya había leído sobre ello en muchos libros.
Schweiser Strow, alabado por ser más sabio que nadie en el mundo.
Iris Phisfounder, que cambió completamente la percepción del mundo sobre las brujas.
Kasajin, de quien se decía que había allanado el camino de los guerreros mágicos.
Lucid, que ascendió al trono de Rey Espada.
Y Lucas Traumen, el único hombre en la historia al que se le dio el título de "Gran Mago".
No había mejor carnada que esos nombres para atraer la atención y la gente.
Por supuesto, no los culpó.
Para luchar contra los Demigods, tenían que usar todos los métodos que se les ocurrieran.
Frey también estaba a favor de ese método. Pero no debía excederse en cierta medida.
Por eso Frey pretendía verlos con sus propios ojos.
Si los conocía en persona, sería capaz de aprender el alcance de su poder así como sus verdaderas intenciones.
"¿Por qué le has dado la noticia del Apóstol a alguien que aún no se ha unido al Círculo?"
"...No hay ningún otro miembro del Círculo en la Torre Mágica actualmente. Honor Lukes fue llamado al escondite para una reunión de emergencia. Mientras tanto, se han encontrado rastros de un Apóstol."
Después de haber dicho tanto, Frey entendió sus intenciones.
"¿Así que me estás pidiendo ayuda?"
"Para ser honesto, sí."
Mikel continuó hablando mientras se agarraba las manos frente a él.
"Honor Lukes me ha dado órdenes de no irme hasta que él regrese, pero esta situación es peor de lo previsto. Si lo dejamos como está, algunos pueblos podrían evaporarse sin dejar rastro."
"La razón por la que le pides ayuda a un forastero como yo... ¿es porque no hay otros miembros del círculo en la torre?"
"Así es."
Mikel se levantó las mangas, mostrando un brazalete negro que estaba bien sujeto a su muñeca.
Frey se dio cuenta de que era una reliquia de Iris.
"El Círculo tiene que moverse más en secreto hoy en día. Desde la muerte del Maestro del Círculo de los Anillos de Traumen por las manos de los Demigods, han estado más activos. Originalmente no habríamos tenido que hablar en secreto de esta manera."
“…”
"Es verdad. Puede que ya lo hayas notado, pero hay un hechizo en las paredes."
"No puede detener completamente a alguien de espiar, pero lo diseñaste de tal manera que puedes saber inmediatamente si alguien trata de romperlo."
“¡…! E-eso es correcto."
Mikel habló después de un momento de shock.
Ni siquiera había mirado bien la pared, pero aun así pudo captar fácilmente la verdadera naturaleza del hechizo que había usado.
‘Um. No parece un veinteañero en absoluto’.
Era como hablar con un viejo mago.
Además del tamaño de la bola de energía, que era más pequeña que una mota de polvo, y el gran volumen de maná que había percibido en ella...
Mikel nunca había estado celoso del talento de otra persona, pero el joven que estaba delante de él se convirtió en una excepción.
Pero ahora no era el momento para eso.
Mikel, que había tosido por un momento, finalmente reveló sus intenciones.
"Por supuesto, no tengo la intención de que usted desempeñe un papel importante. Te tomo como un seguro".
"¿Seguro?"
La expresión de Mikel se volvió seria.
"...En realidad, pedí refuerzos a nuestros aliados del Círculo. Eso fue hace un mes."
"Si fue hace un mes... ah."
Mikel asintió cuando vio que Frey se había dado cuenta.
"Los Elfos Oscuros, también son parte del Círculo. Al mismo tiempo, son los refuerzos de Blacktooth que solicité."
En efecto.
Ahora podía entender por qué les permitía leer el grimorios en la torre tan fácilmente.
Tal vez ese era el precio de su apoyo. Asistir a la prueba era simplemente un proceso formal.
"Dicen que están aquí como refuerzos, pero no confío completamente en ellos. He oído muchos malos rumores sobre los elfos oscuros. Fue entonces cuando te vi usando los Pendientes de Tifón".
Frey jugueteó con uno de sus pendientes.