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miércoles, 23 de diciembre de 2020

El Retorno Del Gran Mago Después De 4000 Años - Capítulo 41

 Capítulo 41. La Tercera Torre Mágica (3)


“¡Ah! Es uno de los hijos de la familia Blake y también ha estado en la Academia Westroad por dos años”.


“Dejé la escuela”.


“¿La dejó? La Academia Westroad es una institución muy prestigiosa y es famosa por abrir muchas puertas al tenerla en tu currículo”.


Normalmente, solo magos que superaban los 30 años de edad y podían cuidar de sí mismos entrarían a una torre. Esto era porque eran tratados con algo de negligencia.


Nik se preguntó por qué él había venido a una Torre Mágica, pero no pudo reunir el coraje para preguntar más que lo necesario.


“Hmm… ya veo. ¿Qué tanto tiempo planea estar en la torre?”


“Creo que estaré por medio año”.


Medio año.


Era una cantidad de tiempo que no era ni muy larga ni muy corta.


“El costo por 6 meses es de 1 moneda de oro. Las comidas son servidas dos veces; en las mañanas y en las noches y las instalaciones como la biblioteca o el centro de entrenamiento son gratis a excepción de ciertos lugares especiales”.


“Eso es bastante barato”.


Ya era bastante normal para Frey el tener que pagar una moneda de oro para quedarse un mes en una posada.


¿No significa eso que quedarse en una torre solo costaba 20 monedas de plata al mes, incluyendo el costo del uso de la biblioteca y el centro de entrenamiento?


“Eso es porque este es un lugar de aprendizaje. Estamos dispuestos a aceptar a quien sea mientras cumplan con los requisitos mínimos de talento y dedicación”.


“Es un gran lugar”.


“Ja, ja. Gracias. Y este… es el pase de entrada a la Torre Mágica”.


Nik le dio un anillo a Frey.


Era un anillo simple de plata que tenía números escritos en la banda.


“No necesita llevarlo puesto todo el tiempo, pero costará una moneda de plata conseguir otro”.


“Entiendo”.


Frey puso el anillo en su dedo.


“El número escrito en el anillo es también el número de la habitación en la que se estará quedando”.


“Tiene un 6-13 escrito”.


“Eso significa que es la habitación número 13 ubicada en el sexto piso. Debería ser capaz de usarlo enseguida. Solo ponga el anillo en la ranura de la puerta y se abrirá. Para cerrarla se hace lo mismo”.


Frey le agradeció a Nik antes de dirigirse a su habitación.


Era una habitación pequeña, pero tenía todo lo que podría necesitar.


Una sola cama, un escritorio, una silla y una mesa en la que comer.


Frey sintió que habían aprovechando este espacio tan reducido a su máximo. Sobre todo, a Frey le gustó que tuviera ventanas.


Estaban a la altura perfecta para ver claramente el exterior y tenía una buena vista.


Frey desempacó antes de colgar su túnica sobre la silla. Entonces, se sentó en la cama y comenzó a contemplar sus planes futuros.


‘El primer objetivo es digerir completamente el Frozen River. Para lograr eso, necesito convertir el corazón de Torkunta en un elixir’.


Frey sacó una botella de cristal de su bolsa.


Dentro de la botella se encontraba el corazón comprimido del Rey Wyvern Torkunta, el cual emanaba un brillante color rojo similar al magma.


‘Funcionaría si solo lo tomo como está ahora, pero…’


Frey quería conseguir el máximo efecto.


El corazón de Torkunta ciertamente sería de gran ayuda para Frey, si podía ser capaz de digerirlo a la perfección.


‘Cuando se trata de magia de agua y magia de fuego, yo tendría un poder similar al de los trascendentales’.


Y eso sería de gran ayuda en su pelea contra los Demigods.


Para poder hacer el mejor elixir posible, Frey necesitaría usar los mejores ingredientes, tener la mejor receta y el mejor fabricante.


Frey conocía sobre el proceso de crear elixires.


Mejor dicho, poseía un gran nivel de conocimiento al respecto, pero no creía que fuera suficiente.


“Tengo que buscar entre los libros de la biblioteca”.


¡La biblioteca de la tercera Torre Mágica!


Esta era la razón más importante por la cual había decidido venir a este lugar.


Frey inmediatamente dejó su habitación para buscar la biblioteca.


***


La biblioteca de la tercera Torre Mágica era tan excepcionalmente grande como le había dicho Shepard.


Le habían dicho que contenía millones de libros diferentes.


Además de eso, todos estaban divididos en categorías, así que no era difícil encontrar los libros que quería.


Después de buscar en la biblioteca por un tiempo, Frey regresó a su habitación y pensó en como pasaría sus días.


En la mañana, se concentraría en digerir el poder del Frozen River. La meditación era también una de las formas de entrenamiento más importantes de los magos.


Frey se dio cuenta de que la Torre Mágica fue construida sobre un vena de maná.


Y eso no era todo.


Cada uno de los ladrillos en la torre habían sido grabados por un artesano de primera clase, así que la concentración de quien estuviera ahí se vería notablemente incrementada solo por estar en la torre.


Las habitaciones habían sido completamente insonorizadas y las cortinas eran capaces de bloquear toda la luz, lo que las hacia ideales para concentrarse.


En la tarde, Frey entrenó su cuerpo.


Después de almorzar, era fácil sentirse cansado debido a la saciedad, por ende, era el momento en el que uno se concentraría menos.


Así que, para aquellos como Frey que apreciaban la eficiencia, las tardes eran los mejores momentos para ejercitarse.


Su cuerpo, que había sido dañado por sus peleas en las Montañas de Ispania, regresaría a su estado original, no… se volvería mucho mejor de lo que era antes.


Una mente saludable reside en un cuerpo saludable.


Frey sabía que la tan usada frase era cierta.


Un estilo de vida normal; dieta balanceada y ejercicio constante.


Mientras estas tres cosas estuvieran combinadas apropiadamente, su condición física mejoraría rápidamente.


La torre también tenía un centro de entrenamiento donde los guerreros mágicos entrenaban sus cuerpos y practicaban artes marciales.


Frey entonces se encerraba en la biblioteca durante las noches, ya que estaba abierta durante las 24 horas del día.


Gracias a esto, Frey era capaz de concentrarse en leer hasta que su cuerpo lloraba por descanso.


Frey se dio cuenta de que le gustaba su vida en la Torre Mágica.


Su actual comportamiento autónomo le quedaba mucho mejor que la vida que tenía en la academia, la cual era regida por un horario.


Y de esa forma.


El tiempo pasó.


“Y-yo perdí”.


“Hmph…”


Liamson resopló y contrajo su puño.


El hombre frente a él, Nikita, bajó su cabeza con una triste expresión en su rostro.


‘Es un monstruo’.


Nikita era un guerrero mágico y estaba orgulloso de sus habilidades.


Aunque no fue posible para él entrar en la cuarta Torre Mágica, la cual era considerada como la tierra santa de los guerreros mágicos, todavía se consideraba como uno de los 5 mejores dentro de la tercera Torre Mágica.


Entonces, escuchó que había elfos oscuros quedándose en la torre.


Los elfos oscuros tenían la reputación de ser salvajes guerreros de la jungla, no la de una especie gentil y amorosa, pero los guerreros mágicos siempre se habían sentido superiores a ellos.


Entonces, uno de los elfos oscuros se le acercó.


“Vamos a pelear”.


“¡…!”


Habló con un tono muy áspero.


Sin embargo, sus palabras habían despertado el sentimiento de superioridad dentro de Nikita.


Por ende, aceptó el desafío.


Pero perdió.


Horriblemente.


‘Ni siquiera pude tocarlo…’


No podía ni siquiera ser considerada una pelea.


Tan pronto como empezó, Nikita sintió un dolor agudo en su abdomen. Luego, incluso antes de que su cuerpo tuviera oportunidad de reaccionar, estaba tirado en el piso.


Nikita ni siquiera sintió una pizca de resentimiento o desgracia por haber perdido. Eso era porque estaban en niveles totalmente diferentes.


Nikita miró al elfo oscuro con respeto en su mirada, pero Liamson ya estaba buscando a alguien más.


Y sus ojos parecían estar llenos de curiosidad.


Naturalmente, Nikita también se volteó a mirar a quien él estaba mirando.


‘Ese sujeto…’


¿No era ese el rarito que venía al centro de entrenamiento de vez en cuando, pero que se la pasaba en la biblioteca la mayoría del tiempo?


Nikita lo recordaba a la perfección, porque su cabello era una combinación de blanco y gris.


‘¿Por qué lo está mirando a él?’


Ni siquiera Nikita le había prestado atención.


Al principio lo había observado debido a su extraño comportamiento, pero sus acciones parecían no tener ningún propósito real.


Mientras Liamson se acercaba a él, Nikita pudo recordar su nombre.


‘¿Era Frey…?’


“¿Eres un guerrero mágico?”


Frey dejo de moverse y miró a Liamson.


Estaba vistiendo un delgado abrigo que era muy diferente a la ropa que tenía hace un mes. Mostraba su cuerpo, el cual estaba cubierto de músculos.


Incluso sus mejillas no lucían tan delgadas como antes.


“No. Soy un mago”.


“Un mago que camina de esa forma…”


Liamson, quien se había quedado pensando por un momento, pronto sonrió.


“Humano”.


“Es Frey”.


Era una repetición de su conversación de hace un mes.


Liamson asintió.


“Cierto. Frey, pelea conmigo”.


“¿Qué?”


“No. No es una pelea…”


Liamson lucia frustrado por no poder encontrar las palabras correctas.


Entonces, escuchó una voz que venía de su izquierda.


“Entrenar”.


“Ah, cierto. Eso”.


Era la única mujer en el grupo de los elfos.


Se acercó con una expresión sin emociones antes de mirar a Frey.


“Llámame Camille”.


“Frey”.


“Puedes ignorar la petición de ese tonto”.


Sus palabras hicieron que Liamson se enojara un poco.


“No soy un idiota. ¿No vio cómo se movió este hombre, maestra? Tiene que ser un guerrero”.


Estaban hablando en idioma élfico.


Era obvio que cuando hablaran entre ellos usarían el idioma con el que se sintiesen más cómodos.


Además, esta mujer era su maestra.


No había nada más difícil que determinar la edad de un elfo. Tanto Camille como Liamson aparentaban estar en sus 20s.


Los ojos de Camille se tornaron fríos.


“Todavía no has arreglado ese habito de acercarte demasiado a los guerreros”.


“P-pero…”


“Deberías preguntar apropiadamente por la opinión de la otra persona primero. Hay momentos en los que los guerreros están restringidos debido a sus creencias”.


“…”


Liamson inclinó la cabeza ante esas palabras.


Entonces, Frey habló.


“No me importa, si es solo una batalla”.


Los dos elfos se voltearon a mirar a Frey con sorpresa. No pensaron que alguien en ese lugar pudiera ser capaz de entender su conversación.


Incluso Camille, quien se había mantenido inexpresiva todo este tiempo, no pudo ocultar su sorpresa.


“¿P-puedes hablar élfico…?”


Frey asintió.


“Un poco”.