Capítulo 37. Amigo (6)
“Supongo que esta no era la cara que estaban esperando ver. Me disculpo por decepcionarlos”.
“Pe-Peran”.
La cara de Patrick se tornó pálida.
Peran Jun.
Él era un descendiente de la familia Jun, la cual estaba entre las tres familias de nobles más grandes del imperio. Solo estaban por debajo de la familia imperial y Peran era el genio más grande de la Academia Westroad.
Cuando alcanzó las 4 estrellas antes de tener 20 años, se creó un revuelo en el imperio que duró por bastante tiempo.
Patrick no recordaba haberse sentido tan intimidado antes.
La familia Dercidy era tan poderosa que no tenían que inclinarse ante nadie, pero la familia Jun era una excepción.
Peran era un noble entre nobles y solo contando a la mitad de sus seguidores excedería la mitad de toda la nobleza de la capital.
Al menos en el ámbito social, hacerlo a él su enemigo sería lo mismo que morder su propia lengua para suicidarse.
Tenía que decir algo, pero su mente estaba completamente en blanco y no pudo pensar en nada.
Peran siguió hablando con tono helado.
“Pero bueno, ¿desde cuándo he necesitado el permiso de la familia Dercidy para invitar a uno de mis amigos? Además, el banquete es en honor a mí”.
“E-eso no es lo que yo…”
“¿Dices que la Academia Westroad no tiene ningún talento? Esa también es una declaración extraña. Según recuerdo, tú no pudiste pasar el examen de entrada a la academia”.
“Y-yo…”
Su boca estaba abierta, pero las palabras no salían.
Los otros nobles también charlaban entre ellos mientras miraban a Frey con sorpresa en sus caras.
¿El amigo de Peran Jun?
¿Quién?
¿Frey Blake?
¿Cómo?
¿Había alguien a quién Peran Jun llamaría amigo?
Mientras Patrick seguía de pie tartamudeando sin decir realmente nada, los helados ojos de Peran dirigieron su atención a Guspa.
En ese momento, Guspa dio un pequeño salto inconscientemente, pero logró recuperar la compostura.
“¿Y tú?”
“S-soy Guspa… Peleros”.
“¿Peleros?”
En ese momento, Guspa vio clara confusión en los ojos de Peran. Era obvio que nunca había escuchado el nombre de su familia antes.
Normalmente, se sentiría humillado por ese hecho, pero los ojos de Peran eran tan fríos que no podía ni siquiera pensarlo.
“¿Qué hay de ustedes?”
“N-nosotros…”
“Esta señorita… solo queríamos hablar con ella…”
Su voz se desvaneció al final de esa oración. Ellos eran verdaderamente solo una manada de Dholes después de todo.
Conocían un millón de maneras de pisotear al débil, pero cuando se encontraban con alguien fuerte, solo sabía cómo inclinar sus cabezas.
No podían decir nada en frente de Peran, ya que era el dueño del salón del banquete.
Peran estaba a punto de decir algo más, pero, en su lugar, cerró lentamente su boca y miró alrededor.
“…”
Se sintió un poco avergonzado cuando notó lo tenso y frío que estaba el ambiente.
Parecía que por fin había recuperado algo de su compostura.
Peran respiro unas cuantas veces antes de sonreír.
“…Me gustaría expresarles mi gratitud a todas las personas que hoy han atendido a este banquete”.
Peran levantó su mentón y caminó tranquilamente hacía el centro del salón.
Mientras Peran seguía hablando, la tensa atmosfera del salón comenzó a desvanecerse.
Nadie se atrevía a comentar acerca del espectáculo que había tenido lugar hace solo un momento.
Tanto Patrick, sus seguidores y Guspa se apresuraron en dirección a una esquina del banquete con la esperanza de ser olvidados.
Frey se dio la vuelta y Enzo, quién estaba cerca de él, se acercó.
Miró la espalda de Patrick con ojos fríos.
“Hmph. El nombre Dercidy es un desperdicio en alguien como él. ¿Está bien?”
“Gracias por tu ayuda”.
Enzo y los demás se rieron algo incómodos ante lo dicho por Frey.
“Solo no quería ser un cobarde que no paga sus deudas”.
“Gracias a ti pude tomar un respiro”.
Mientras Frey inclinaba gentilmente su cabeza, Enzo no pudo evitar sorprenderse ante tal inesperada situación.
Frey parecía ser alguien frío que lo reprendería por haber intervenido en una situación que no lo necesitaba.
La expresión de Enzo se suavizó considerablemente al ver esto.
“Nosotros estamos mucho más agradecidos. Ah, todavía no hemos pagado por completo nuestras deudas con esto. Cuando sea que visite a mi familia, me aseguraré de pagarle apropiadamente”.
“Lo recordaré”.
“De acuerdo. Aquí viene Peran, así que ya nos iremos”.
El grupo de Enzo se alejó y Peran, quién había acabado de dar su discurso, se acercó.
“Sabía que podías enojarte”.
“Porque soy humano”.
“¿El ambiente se arruinó por mi culpa?”
“¿Qué hiciste? Hoo, ha sido bastante desde que mi cabeza se llenó con tanta sangre como hoy”.
Peran suspiró.
Peran se sentía un poco decepcionado de sí mismo por no haber podido controlar su ira.
Frey tomó un sorbo de vino antes de susurrar:
“Gracias”.
“¿Huh?”
“Si no hubieras intervenido, el banquete se hubiera vuelto un desastre y no hubiera podido verte a la cara”.
“Ja, ja. ¿Hubiera evolucionado en algo que podría causar una gran conmoción?”
Pera dejó salir una risa, obviamente sintiéndose mejor.
Sonia era incapaz de intervenir mientras escuchaba la conversación.
Era como si fuera un espacio solo para hombres, así que no pudo siquiera abrir la boca. No importaba que hiciera, ellos parecían no notarla.
“El incidente en el Cortés… Si se hubiera dado a conocer, entonces la actitud de esos sujetos hubiera sido completamente diferente”.
“¿A qué te refieres?”
“Se ocuparon de cubrir todo el incidente. Gracias a eso, no es conocido ampliamente por el público. Dos fragatas fueron despachadas, si se da a conocer que fueron tan inútiles frente a una amenaza, entonces tendría un gran impacto en el estatus del imperio…”
Peran suspiró de nuevo.
La historia había sido bloqueada desde la fuente y por ende, solo unos pocos nobles conocían la verdad.
La mayoría había escuchado solo historias, en especial nobles de las provincias y personas como Patrick que no prestaban mucha atención a lo que pasaba en el imperio.
“No importa”.
Sabía que no permanecería oculto por siempre, pero Frey sentía que no necesitaba sobresalir mucho en este punto.
Peran lo miró con extrañeza.
“De verdad eres extraño. Si la verdad fuera revelada, tu estatus se elevaría de golpe al menos una docena de veces”.
“Es porque no quiero esa clase de atención”.
“Lo suponía”.
Luego de decir esto, Peran comenzó a reír.
“¿De qué hablaste con mi padre?”
“Me preguntó si era parte de Los Anillos de Traumen…”
“…”
La mano de Peran, que estaba a punto de llevar una copa de vino a sus labios, se detuvo.
Miró con extrañeza a Frey, pero cambió su mirada cuando vio que Sonia estaba detrás de él.
“Muy bien… ¿Por fin estás interesado en unirte a nuestro club?”
“Quizás”.
“Me gustaría entrar en detalles, pero es muy ruidoso aquí”.
Frey asintió y entonces habló acerca de sus planes para el futuro.
“No volveré a la academia”.
“¿Huh?”
“No hay nada más que pueda aprender ahí”.
Era algo inesperado, pero Peran no estaba sorprendido.
Rascó su barbilla por un momento mientras pensaba, luego dijo:
“Entonces, ¿cuándo te irás?”
“Aún no lo he decidido. Cierto… primero necesitaré volver a mi estado físico original”, -dijo Frey mientras miraba sus delgadas muñecas-.
“Creo que tengo que ganar algo de peso”.
“Esa es una buena idea. Estás demasiado delgado ahora mismo”.
Peran pensó por un momento antes de decir:
“Entonces, ¿qué tal una Torre Mágica?”
“¿Una Torre Mágica?”
“Sí. Aunque es un poco costoso, hay varios centros de entrenamiento y también muchos libros valiosos que no pueden encontrarse en otro lugar. También hay muchos grandes magos, así que si tienes alguna pregunta, podrás conseguir respuestas al instante”.
“Hmm”.
Frey pensó que la propuesta de Peran era muy tentadora.
En especial, el hecho de que había muchos libros valiosos.
Los labios de Peran se curvaron un poco hacía arriba mientras continuaba.
“Por supuesto, tendrás que tomar una prueba”.
“¿Una prueba?”
“No es la gran cosa. Realmente no es nada. Sobre todo para ti”.
“Es una pena que no podré ver las caras de los magos cuando vean tus resultados”.
“¿…?”
Frey estaba curioso, pero no hizo ninguna pregunta, ya que sabía que Peran no le diría nada aunque preguntara.
“Si usas el nombre de la familia Jun, te tratarán bien”.
“No necesito hacer eso”.
“Sabía que dirías eso”.
Peran y Frey chocaron sus copas de vino.
Fue en ese momento que Peran se sobresaltó al ver a Sonia.
“Ah, que groseros hemos sido. No le prestamos nada de atención a la señorita Sonia. Me disculpo”.
“…No. Está… bien”.
Sonia, quien había estado escuchando su conversación, solo pudo poner una sonrisa amarga y sentirse muy celosa de la relación que tenían estos dos hombres.
***
A la mañana siguiente, Daphgon volvió de nuevo.
“El maestro quiere hablar con usted”.
“¿Ahora?”
“Está esperando en el jardín de la azotea y dijo que lo fuera a ver cuando esté libre…”
Esas fueron sus palabras, pero era poco cortés el dejar esperando al maestro de la casa.
Ya que no tenía nada más que hacer, Frey se dirigió hacía la azotea de la mansión de inmediato.
Shepard estaba sentado en la terraza bebiendo té.
“¿A dónde te dirigirás ahora?”
“¿No lo has escuchado ya de Peran?”
“No es cortés preguntarle a él acerca de ti”.
Frey le dijo la verdad, ya que no tenía nada que ocultar.
“Voy a entrar a una Torre Mágica”.
“¿Una Torre Mágica? Hmm, no sería difícil entrar para ti en el nivel que estás”.
Shepard hizo una suposición acerca del poder actual de Frey. Supuso que debía estar alrededor de las 5 estrellas.
“Escuché que hay muchos libros que no podría encontrar en otro lugar. También estoy curioso acerca de los centros de entrenamiento”.
“Hmm… entonces, te recomiendo que vayas a la tercera Torre Mágica. Su poder no es tan bueno como el de las otras, pero es la mejor de todas cuando tiene que ver con libros”.
“La tercera Torre Mágica”.
Había grandes diferencias entre los magos de cada Torre Mágica.
La tercera torre era el lugar que albergaba a la mayor cantidad de alquimistas, según lo que Frey podía recordar.
Esto también significaba que mantenía un ambiente más calmado en comparación con las demás torres. La primera Torre Mágica tenía a la mayor cantidad de Magos de Batalla, la segunda era devota al desarrollo de nuevos hechizos y la cuarta torre era considerada la tierra sagrada de los Guerreros Mágicos.
No había ninguna otra torre en la que pudiera pasar su tiempo con tranquilidad.
“Lo tendré en cuenta. Gracias por el consejo”.
“Me alegra ayudar. Y ahora comencemos con mi asunto”.
Su expresión se tornó seria.
“¿Sabes por qué no sospecho que seas uno de los subordinados de Demigod?”
“¿No es porque puedo usar los Pendientes de Tifón?”
“Esa es una de las razones. Todavía tenía mis dudas… pero me di cuenta ayer que eran totalmente irrelevantes”.
“¿…?”
¿Alguien había probado su identidad?
¿Quién demonios?
Shepard reveló el nombre de la persona.
“Fue Heinz Blake. El segundo hijo de la familia Blake”.
Shepard observó la expresión de Frey antes de continuar.
“Por cierto, él es un miembro de Los Collares de Strow al igual que yo”.