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viernes, 20 de noviembre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 132

Capítulo 132. Destino


Recuerdos del pasado...

La joven se puso nerviosa mientras sostenía un bote en su mano. El bote estaba hecho de madera y meticulosamente elaborado por un experto.

La joven miró al joven sentado frente a ella con sus inocentes ojos. 

Ella esperaba que el joven le preguntara qué tenía en sus manos como la última vez, pero parecía que el joven no tenía mucho interés, simplemente tenía la mirada en otra dirección.

"Hey, um..." Con gran dificultad, los pequeños labios de la joven se separaron. 

Los intensos ojos púrpura del joven miraron hacia ella; el corazón de la joven palpitó erráticamente.

Levantó sus manos sobre la mesa y empujó el bote de madera en su mano hacia el joven.

"Es un regalo. Es algo que aprecio mucho", ella sonrió suavemente. 

El joven miró el bote de madera con desinterés. Luego, su mirada se desvió hacia la joven. El joven había notado que cuando sus miradas se encontraban, ella se ponía roja.

"...¿Regalo?" preguntó con una ceja ladeada.

"Sí", la joven asintió con una suave sonrisa. "Es el barco pirata que Dimi usará para navegar alrededor del mundo entero en el futuro."

"......"

El joven la miró, con una expresión poco habitual.

La joven ladeó la cabeza, preguntándose si había cometido un grave error o había dicho algo extraño.

El joven dejó escapar un lamentable suspiro. 

"Estás hablando de ese primo tuyo otra vez", dijo

"Ah... bueno... Dimi hizo el bote."

Los ojos del joven se entrecerraron. "Entonces, ¿Por qué me lo das?"

Ella sonrió. "Porque es lo que más aprecio."

"...¿Por qué sigues regalando cosas que atesoras a otras personas? Hiciste lo mismo la última vez que nos vimos."

"Porque... quiero verte sonreír con felicidad...  y porque sentí pena por tomar la pluma la última vez..."

Su voz se hizo cada vez más baja hacia el final de sus palabras, tanto que su voz parecía el zumbido de una mosca. 

El joven, con el cabello negro iluminado por el sol, frunció el ceño. No mostró ningún signo de voluntad de tomar su regalo. 

La joven estudió su expresión. Puso una cara de decepción y lentamente atrajo el bote de madera hacia ella.

El joven extendió su mano.

"Ya que me lo das, lo tomaré, pero sólo esta vez. No me des algo así otra vez..." dijo suavemente.

La cara de la joven estaba teñida de tristeza, se iluminó. 

Sonriendo alegremente, dijo: "Dimi dijo que la persona que conquista el mar conquista el mundo."

"Es la primera vez que escucho hablar de eso."

"Pero como dice que Arundell no tiene interés en ese tipo de cosas, nunca sabremos si sucederá."

"......"

Él no respondió a sus palabras, pero la joven sonrió inocentemente.

"Rihannan, parece que tienes una relación cercana Su Majestad", dijo la madre de la joven a su hija poco después.

Rihannan sonrió.

Su madre, Anastasia Alessin, le había dicho que podrían visitar el palacio con regularidad. 

No entendía lo que su madre quería decir, pero de alguna manera entendía lo esencial: que ella podría mantener una relación cercana con el chico de cabello negro.

A ella le gustaba eso.

Rihannan esperaba verlo de nuevo.

Era más maduro que sus primos infantiles de Chrichton.

Eran jóvenes en ese entonces, el niño y la niña, sin saber la tragedia que enfrentarían en el futuro.

Fin de recuerdos del pasado.

***

Cuando Rihannan abrió los ojos, estaba amaneciendo. Lo que vio a primera hora de la mañana fueron un par de ojos púrpura mirándola.

Ella estaba acostada en la cama, con la cabeza apoyada en sus brazos.

Rihannan parpadeó; aún no se había deshecho de su somnolencia. 

Se miraron fijamente durante un rato.

"...Igor... ¿Cuándo te levantaste?"

"No mucho tiempo. Tal vez...¿Hace una hora?" Igor movió su dedo y le acarició sus suaves cejas.

"¿Y qué estuviste haciendo durante esa hora?" Preguntó Rihannan gentilmente.

"Sólo esperándote", sonrió Igor.

"...¿Esperándome?"

"Sí. Estaba esperando a que despertaras."