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viernes, 20 de noviembre de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 229

Capítulo 229. Ni Siquiera Lo Pienses.... (2)



Christa estaba un poco sorprendida por el comportamiento impredecible de Rashta. 

Una mujer seductora que ascendió a la posición de Emperatriz después de haber sido la concubina del Emperador Sovieshu.

Por esta razón, incluso en el Reino Occidental, se hablaba mucho de Rashta. Todos pensaban que era una mujer fatal con un encanto mortal.

Pero a Christa, le pareció una ingenua y simple pueblerina.

Además, ver a la Emperatriz del Imperio Oriental hacer tales comentarios sobre su pobre integración a la alta sociedad y su inexperiencia en cuanto a la etiqueta, fue verdaderamente impactante para ella.

"Durante mi estancia aquí, me gustaría ser amiga de Christa."

Ante la petición de Rashta con una mirada angelical, Christa asintió.

En realidad, cuando le informaron que Rashta la había llamado, supuso que ella planeaba utilizarla para enfrentarse a Navier. Fue extraño que comenzara a hablar de sí misma de la nada. Pensaba que ahora iría al grano.

Sin embargo, Rashta no sólo no mencionó nada más sobre Navier, sino que actuó como una joven noble que hacía su debut por primera vez en la alta sociedad.

Hablo de diversos temas, pero a Christa le resultó agradable escucharla porque parecía que realmente no estaba familiarizada con la alta sociedad.

Luego de un tiempo, Christa bajó la guardia, y Rashta sacó a relucir un nuevo tema con una actitud más cuidadosa.

"Um, espero que no tomes a mal lo que Rashta va a decir. Rashta pregunta porque no sabe mucho sobre la nobleza."

"¿?"

"Aunque Navier era una emperatriz, se volvió a casar con Su Majestad Heinley del Reino Occidental."

"..."

"¿No puede Christa volver a casarse?"

Christa miró a Rashta con una cara rígida.

Si bien las damas de compañía se lo decían porque estaban preocupadas, se sintió avergonzada cuando Rashta, a quien acababa de conocer, mencionó el tema de volver a casarse.

"El único caso de matrimonio político que Rashta conoce es el de Navier... Quizá debido a que se trataba de un matrimonio político, Navier y Su Majestad Sovieshu no tenían ningún sentimiento entre sí. Por eso inmediatamente se volvió a casar con Su Majestad Heinley."

Aunque Rashta sabía que Christa no quería hablar de esto, continuó.

"Si esto es un patrón común en los matrimonios de la nobleza, entonces Lady Christa se casó también por razones políticas..."

Eventualmente, Christa la interrumpió con firmeza.

"No quiero hablar de eso."

"Oh, lo siento."

Rashta se disculpó rápidamente con una mirada de sorpresa en su rostro. Sin embargo, se rió interiormente al escuchar la respuesta firme de Christa.

'Parece que está enamorada.'

De lo contrario, no se habría puesto tan seria.

"Bebamos un poco más."

Fingiendo no saberlo, Rashta le ofreció a Christa más bebida mezclada con alcohol.

La bebida estaba surtiendo efecto, a medida que pasaba el tiempo, Christa se relajaba cada vez más.

Rashta preguntó nuevamente cuando Christa pareció empezar a emborracharse.

"No es como si te estuvieras volviendo a casar por una aventura como lo hizo Navier. Lady Christa perdió a su esposo, pero no puede volver a casarse. Es injusto, ¿no lo cree?"

Si Christa se negaba nuevamente a hablar del tema, la haría beber más.

Pero Christa sonrió amargamente, y Rashta estaba eufórica. '¡Ya casi está!'

Después de unos pocos murmullos, finalmente Christa abrió ligeramente su corazón.

"Aunque puedo casarme con todos los hombres del mundo, no puedo casarme con el único hombre que quiero."

"¿Por qué?"

"... Porque no siente lo mismo por mí."

Sonriendo débilmente, las lágrimas se reunieron en las esquinas de los ojos de Christa.

Rashta sonrió brillantemente y le extendió un pañuelo.

En un principio, tenía intención de hacerla sentir que había sido echada del poder para intentar utilizarla de algún modo. No obstante, descubrió información más interesante de lo que esperaba.

'Así que le gusta Heinley.'

* * *

Un día antes de la boda.

Heinley y yo fuimos al salón ceremonial para ensayar primero nuestra boda.

Heinley tenía planeado autoproclamarse emperador, así que sus ayudantes más cercanos también estaban reunidos aquí. Estaban discutiendo cuál sería el momento ideal para que se autoproclaramara Emperador de Occidente. 

Debería hacerlo en el momento en que recibiera la mayor atención. Sin embargo, debido a las diversas opiniones fue difícil llegar a un acuerdo y la discusión se prolongó más de lo esperado.

Eventualmente, Heinley y yo nos dirigimos a un rincón del salón de bodas para tomar un breve descanso.

Aproveché la ocasión para preguntarle algo que me estuvo inquietando desde ayer.

"¿De qué hablaste con Su Majestad Sovieshu anoche?"

Heinley se detuvo en seco mientras intentaba entrelazar su mano con la mía. Debido a que nuestros dedos se estaban tocando, inmediatamente sentí a Heinley estremecerse.

Miré a Heinley suavemente, tomando su mano primero.

¿Sovieshu lo molestó? ¿De qué hablaron?

Entonces Heinley suspiró y refunfuñó.

"Eso es demasiado."

"¿?"

"Eres cruel."

¿Qué?

"Tomando mi mano y preguntándome con esa mirada, no me dejas más opción que responder."

Cuando estallé en risas, Heinley respondió a regañadientes.

"Sólo elegí las palabras adecuadas para hacer enfurecer a Su Majestad Sovieshu."

Ante su comentario dejé de reírme.

¿Heinley? ¿Lo dice en serio?

Me sorprendió. ¿Heinley también actúa así?

Pero pronto, los eventos del banquete especial de Año Nuevo pasaron por mi mente.

Heinley... frente a Sovieshu, había imitado abiertamente la forma de hablar de Rashta para molestarlo.

Ahora que lo pienso, es cierto. Así era.

Lo había olvidado porque desde el momento en que nos acercamos se comportó gentilmente, pero antes de que nos acercáramos, pensaba que Heinley tenía una personalidad similar a la de Rashta.

Era bueno para hacer enojar a la gente mientras se reía...

Fruncí el ceño al pensar en eso.

Heinley preguntó, mirándome a los ojos.

"¿Estás enfadada con Heinley?"

No pude evitar reírme por la forma en que habló.

Una vez más, Heinley copió la forma de hablar de Rashta, mirándome con una gran sonrisa.

"No te enojes con Heinley."

"No copies su forma de hablar."

Aunque siendo Heinley, suena adorable. Era la forma de hablar que más odiaba.

Heinley sonrió y susurró, recostándose su cabeza ligeramente sobre mi hombro.

"Esposa, realmente me gustas."

Era adorable, así que froté mi cabeza contra la suya. No obstante, me di cuenta que sus ayudantes cercanos estaban mirándonos con la boca abierta, y apresuradamente puse una cara seria.

Por supuesto, también levanté la cabeza de nuevo. Sin embargo, McKenna ya se estaba riendo.

Rápidamente miré a Heinley con una expresión severa y le dije lo que creía necesario,

"Heinley. Aunque no tienes que estar en buenos términos con Su Majestad Sovieshu, tampoco tienes que luchar contra el Emperador de un país con un poder similar."

"¡!"

"Es mejor no causar ningún problema innecesario."

La atmósfera era buena, pero cambió de repente. La expresión de Heinley se volvió rígida.

Lamentaba ver esa expresión, pero tenía que decir lo que creía necesario.

"Eres mi esposo, pero al mismo tiempo debes velar por el bienestar del Reino Occidental."

Heinley no respondió.

¿Piensa continuar creando problemas?

"Heinley."

Sólo cuando lo llamé por su nombre en voz baja, Heinley me miró nuevamente a los ojos.

Pero lo que dijo a continuación suavemente no fue una respuesta a mis palabras.

"Tengo algo que confesarte."

Estaba tratando de desviar el tema de la conversación.

Fruncí el ceño e intenté decírselo de nuevo, pero—

"No tengo experiencia."

Lo que dijo Heinley me dejó sin palabras.

¿Qué... es lo que acaba de decir?

Mientras estaba sorprendida, Heinley me susurró al oído.

"Así que debes guiarme en la noche de bodas."

Mi mente se quedó en blanco a pesar de que sabía que estaba cambiando de tema deliberadamente.

No lo había mencionado, pero eso me había estado inquietando desde hace mucho tiempo.

Pero, ¿qué quería decir con esto?

Quiere que lo guíe. ¿Me esta pidiendo que tome la iniciativa?

El calor subió por mi rostro, entonces bajé la mirada.

Si tan sólo fingiera no darse cuenta. Sin embargo, Heinley inclinó su cabeza hasta que nuestras frentes se tocaron, me miró a los ojos y se burló de eso.

"Esposa, estás completamente sonrojada."

"... tú también." 


"Mis maestros me lo decían."

"¿?"

"Soy un estudiante que sólo necesita aprender algo una vez para dominarlo por completo."

"¡!"

Aunque intenté mantener una expresión indiferente en mi rostro, no funcionó como esperaba.

Al final, inventé que esto era suficiente para el ensayo, y salí del salón de bodas como si estuviera huyendo... pero fuera del salón ceremonial estaba de pie el Gran Duque Kapmen.

Debería saludarlo... No.

Si lo saludaba, después no podría mantener una conversación tranquila con el Gran Duque Kapmen mientras pensaba en la noche de bodas.

"¡!"

Por suerte, cuando lo observé detenidamente, la expresión de Kapmen era realmente sombría.

Tampoco parecía tener muchas ganas de hablar.