Reciente

lunes, 19 de octubre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 99

Capítulo 99. Usándote


Mientras hablaba con Igor, el nerviosismo y la tensión previa que corroía su cuerpo se desvanecía. Ella extendió su copa hacia Igor. 

"No te preocupes. Sé que discutiremos tarde o temprano, pero cumpliré fielmente con mis deberes como tu esposa durante este contrato de un año", sonrió Rihannan, esperando que le sirviera más bebida.

Igor agarró su copa y la dejó sobre la mesa.

Sus ojos azul hielo se abrieron inmediatamente. "¿Por qué? Quería beber un poco más."

"Te la di para relajarte, no para emborracharte."

"Estaba nerviosa. Y no estoy borracha."

"Ahora no lo estás, pero un trago más te llevará al límite. Además, eso te hace sentirte más libre y te permite hablar de tus pensamientos en estado de ebriedad. No está mal, pero no esta noche."

Igor se acercó a ella. 

'Es hora', pensó ella. 

Aunque, originalmente, sumergirse en el placer carnal debería haber comenzado tan pronto como Igor entró en la habitación, se había retrasado debido a su conversación.

Pronto entrelazarían sus cuerpos. Sus miedos habían disminuido. Además, no se sentía presionada. No había testigos y nunca los habría. Por otra parte, Igor era un hombre distinto, más amable y atento. No haría nada que la perjudicara. 

Al menos no intencionalmente. 

Sus grandes manos se extendieron y acariciaron sus mejillas sonrojadas. Ella aceptó su toque sin repugnancia. Sus manos estaban cálidas, calentando sus mejillas ligeramente frías.

"...Admito que mis métodos han sido y son abominables. Lo que te he hecho no es diferente a lo que hicieron nuestros antepasados... secuestrarte y obligarte a casarte conmigo."

Ante su comentario, ella levantó la cabeza con rabia. Se dio cuenta de que había cometido un gran error, un lapsus mental, puesto que se había dejado llevar por el espíritu del alcohol y la atmósfera despreocupada. Haciendo que inconscientemente lo juzgara inapropiadamente.

Mientras los labios de Rihannan se abrían para hablar, él dijo: "Así que te daré una opción."

Ella estaba desconcertada. "...¿Qué opciones?"

"No tienes que pasar la noche conmigo si quieres." 

Ella no estaba segura de lo que Igor quería decir. ¿No iba a realizar la ceremonia de la boda o tenía planes para anular el matrimonio?

"¿Qué quieres decir?", ella preguntó. 

"Si no puedes aceptar esto, ahora y en el futuro, no necesitamos hacerlo. Tú dormirás en la cama y yo en el sofá de ese lugar. Es tu elección, Rihannan."

"Pero si eso sucede, nuestro matrimonio..."

"Te lo dije... mis palabras son ley y más importantes que los testigos. Si digo que estoy casado contigo, entonces estoy casado contigo", dijo suavemente, "Pero recuerda, si me aceptas, no me detendré. No dejaré de abrazar cada una de tus partes. Así que... piensa en tu respuesta cuidadosamente."

Rihannan lo miró, sus ojos temblaban. Sus palabras parecían sinceras. Esos ojos, esos ojos morados hablaban con mucha honestidad. Pudo haber mentido, pero ella sabía que estaba siendo honesto. 

Tal vez pudieran pasar la noche sin involucrarse.

Pero...

"...Fui la que te sugirió este matrimonio en primer lugar. Te pedí que te casaras conmigo."

Pero, ¿Cuánto tiempo podría permanecer su relación en la corte real llena de intrigas y libertinaje? Los rumores del rey que le había dado la espalda a su reina... los rumores de que ella estaba siendo una rehén... de que Igor nunca había buscado su cuerpo se extenderían como un mar de llamas. 

La nobleza era tóxica. Tenían ojos en todas partes y siempre estaban dispuestos a pisotear a los débiles... a la realeza también, cuando surgía una oportunidad. Ella misma lo había experimentado en el pasado.

"Le dije que cumpliría fielmente con mis obligaciones sin la más mínima intención de huir."

Ella levantó su cabeza y puso su mano sobre la de Igor. 

'Igor, siento como si te utilizara sabiendo lo que sé...'

Ella sujetó su mano con fuerza mientras lo miraba directamente a los ojos.

"Así que abrázame, Igor."