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domingo, 11 de octubre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 89

Capítulo 89. Madre e Hijo


Estaba oscuro. El día se hizo a un lado para revelar las estrellas parpadeantes de la noche. Las conversaciones de Rihannan y la Reina Madre llegaron a su fin. Ella se despidió de la Reina Madre, pero un trueno y una fuerte lluvia cayeron. Los caminos estarían llenos de barro y sería peligroso atravesarlos a esta hora.

La Reina Madre disuadió a Rihannan de que se marchara.

Ella asintió con la cabeza y se quedó a pasar la noche.

La Reina Madre guió a Rihannan a la habitación de invitados en la que dormiría. Las sirvientas estaban atentas a todas sus necesidades. Después de un baño, se desplomó en la cama y se dio vuelta... sin poder dormir. El tiempo había cambiado, se había vuelto más largo que nunca. Pero finalmente, el sueño la invadió y soñó con una densa oscuridad.

Despertó a causa de un extraño ruido afuera del palacio.

La lluvia torrencial se había detenido hace mucho tiempo. Una silueta se vio a través de los espacios en la cortina de la ventana.

Ella miró a su alrededor.

La puerta se abrió de golpe un segundo después.

Rihannan salió de la comodidad de su cama e identificó la figura desconocida.

"...¿Su Majestad?"

Era Igor. Los ojos púrpuras recorrieron la cama y luego se fijaron en su rostro. Suspiró de alivio antes de que su cara se volviera rígida.

Rihannan se puso nerviosq viendo su frialdad.

La capa negra que llevaba puesta estaba mojada. Gotas de agua caían al suelo. Una espada negra estaba colgada en su cintura.

Rihannan frunció los labios. "¿Qué estás...?"

Igor sacudió la cabeza y se dio la vuelta.

"Ponte algo de ropa. Te daré un minuto", dijo rápidamente.

Rihannan no llevaba nada más que una fina capa de pijama.

Igor salió y cerró la puerta mientras ella se cubría con prisa.

Ella no sabía lo que había ocurrido. El ambiente se sentía denso e inusual. Se puso rápidamente un conjunto de ropa sobre sus finas capas y un abrigo antes de salir por la puerta.

"¡Su Majestad!"

Ella no tuvo oportunidad de protestar. Igor la tomó de la mano y comenzó a caminar. Ella tenía dificultad para seguir sus grandes pasos y, sobre todo, su cara parecía que iba a explotar en cualquier momento.

"¡Detente ahora mismo en este instante, Igor!"

Una fuerte voz sonó desde atrás. Igor se detuvo y se dio la vuelta, poniendo a Rihannan a su espalda.

Era la Reina Madre. Estaba en pijama y con un amplio chal. Debe haber estado durmiendo hasta hace poco tiempo.

"¿Qué tan grosero eres? ¿Cómo te atreves a armar un escándalo en medio de la noche?"

Su cara estaba llena de ira. Nunca había experimentado una experiencia tan dura con su hijo. También, nadie había traspasado su residencia de este manera.

Las acciones de Igor demostraban su desprecio hacia ella.

Era natural que se sintiera enojada, pero Igor no le prestó atención.

"No llames a mi esposa sin mi permiso en el futuro. No permitiré que esto vuelva a suceder", dijo Igor fríamente.

"¿Debo ser tratada de esta manera por querer ver a mi ahijada?"

Se sentía herida.

"Primero es mi esposa y después tu ahijada, madre. ¿O te equivocas pensando que todo sigue estando entre tus dedos?"

Rihannan se cubrió la boca, sorprendida por la intensidad de las palabras de Igor. Nunca había visto su crueldad hacia su madre. En su otra vida, aunque sus palabras eran agudas, siempre mantuvo la cortesía básica.

La Reina Madre se quedó sin palabras. Miraba a su propio hijo y no podía contener su creciente ira... pero... sus ojos transmitían mucha tristeza. "¿Como le dices este tipo de cosas a tu madre? ¿No tienes nada bueno que decirme? ¿A la persona que no has visto en mucho tiempo?"

"No tendría que decirte cosas tan duras si no hubieras llevado a mi esposa."

"¿Por qué pensaría en hacer algo como eso? Pregúntale a Rihannan. ¡¿Te arrastré hasta aquí para encerrarte?!"

Rihannan estaba una vez más estaba atrapada en el medio, y una vez más no tenía más remedio que entrometerse.

Y ella iba a aclarar la verdad.

"Su Majestad, yo..."

"Te escucharé cuando volvamos al palacio."

Igor interrumpió sus palabras. Miró a Rihannan de forma suave y cortés, aunque le dijo que no dijera una sola palabra.

"Este es un asunto entre mi madre y yo. Por favor, no intervengas..."

Rihannan suspiró y asintió.

Bien.

Ella no diría nada por su bienestar.

"...¿Por qué me haces esto, Igor? ¿Por qué me tratas de esta manera...?"

Palabras llenas de dolor salieron de los labios de la Reina Madre.

Su corazón se rompió.