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sábado, 3 de octubre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 83

 Capítulo 83. Creía Que Le Gustaban Los Hombres


"Dios mío... ¿Qué es todo esto...?"

Al día siguiente, después de la partida de Igor, numerosas ofrendas fueron presentadas en el lugar. Seda hecha de materiales raros y accesorios de alta gama estaban sobre la mesa. Como había dicho Igor. Lo había preparado con antelación.

Rihannan no tuvo más remedio que admitir que Igor nunca tuvo planes de arrastrar a la princesa de Crichton y cortarle la garganta. Si no, ¿Por qué había renovado el Palacio de la Reina para la princesa hasta este punto?

"No tendrás que preocuparte por la falta de joyas por un tiempo después de la boda. ¿No le parece, mi Reina?" Los ojos de la Duquesa brillaban.

Rihannan se rió. "Es cierto."

Tomó una tela azul bellamente confeccionada. Desde la superficie, parecía lisa, pero la textura de la tela transmitía mucha profundidad. Estaba segura de que el diseñador había pensado mucho durante la composición.

"No sé por qué me dijo esto ahora... habría sido genial si me hubiera informado antes", dijo Rihannan.

Podría haber sido más fácil decidir sobre los artículos que ella necesitaba para la preparación también.

La Duquesa sonrió. "Tal vez Su Majestad se sintió avergonzado de expresar sus ideas en voz alta."

"¿Perdón?"

"Si no, ¿Por qué le hubiera sido tan difícil hablar, cuando tenía muchos regalos preparados para la mujer que le gusta?" dijo la Duquesa mientras una sonrisa juguetona aparecía en sus labios.

"...No creo que ese sea el caso."

"Mi Reina, las mujeres no son las únicas que sienten vergüenza y timidez. Además, Su Majestad nunca se involucró en una relación romántica. Esta probablemente sea la primera vez que le da un regalo a una mujer."

"...De ninguna manera."

"¿No me cree?", preguntó tímidamente la Duquesa, "Hablo en serio. No estoy segura de que lo sepas, pero todos pensamos que le gustaban los hombres y no le interesaban las mujeres. Algunos habíamos perdido la esperanza. Nosotros, la gente de Arundell, nos preparamos y endurecimos nuestros corazones para el momento en que Su Majestad, el Rey, anunciara a su pareja. Descubrir que pronto se casaría con... sin embargo, una mujer nos sorprendió mucho. Eso no lo esperábamos."

Y entonces sonó un toque en la puerta justo cuando Rihannan abría los labios, lista para responder que 'era ridículo'.

Una de las muchas sirvientas entró en la habitación y entregó un mensaje, "Su Majestad, la dama de compañía de la Reina Madre vino y solicita la presencia de Su Majestad."

Una de las muchas sirvientas entró en la habitación y entregó un mensaje, "Su Majestad, la dama de compañía de la Reina Madre vino y solicita la presencia de Su Majestad."

Rihannan y la Duquesa se miraron con una cara llena de asombro. La visita de la dama de compañía era repentina.

"¿La dama de compañía de la reina? ¿Por qué de repente?", preguntó la Duquesa bruscamente.

Rihannan se preguntaba lo mismo en su interior mientras la inquietud la invadía. Parece que la Reina Madre esperaba su visita con entusiasmo, más de lo que Rihannan pensaba.

"Su Majestad, ¿Qué le gustaría hacer?"

"Permitan que entre", respondió Rihannan.

La Reina no era una persona que pudiera ignorar. Rihannan le debía mucho.

La figura que entró en la habitación poco después era una cara que Rihannan conocía. Era la esposa del Conde Lausanne. Siempre había permanecido leal a la Reina.

La Condesa Lausanne se inclinó. "Mucho tiempo sin vernos, Su Majestad. Ha pasado mucho tiempo. ¿Me recuerda?"

Sí. Rihannan la recordaba, aunque vagamente. La Condesa siempre había sido tranquila. Nunca hablaba mucho, pero la Reina Madre tenía un gran aprecio por ella. En realidad, los asuntos del palacio real solían ser dirigido por sus manos en nombre de la Reina Madre, que estaba preocupada por los asuntos estatales y nacionales.

"Por supuesto. Ha pasado mucho tiempo, Señora Lausanne."

"Le deseo una vida de abundantes bendiciones."

"Muchas gracias."

Mientras ella y la Condesa intercambiaban un saludo apropiado, la Duquesa miraba a la Condesa con desaprobación.

Entonces, la Condesa se volteó hacia la Duquesa.