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martes, 20 de octubre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 100

Capítulo 100. Sabor A Vino (19)


"Así que abrázame, Igor."

En ese momento, ella le robó el aliento. Igor miró fijamente sus suaves labios y se inclinó lentamente sobre la cama. La distancia de sus caras se acortó a medida que la cama se hundía un poco bajo su peso. 

Y entonces... Igor la besó. 

Ella sabía a vino; era como tomar un sorbo de la eternidad, del sol, de las estrellas, del cielo... 

El toque de sus labios llenó su corazón de deseo, como si el fuego ardiera dentro de sus huesos y como si su alma se convirtiera en agua... 

Sus labios se frotaron, suavemente. El tacto de sus labios... la suavidad... le derritió... no, encendió su alma. 

Acarició su cabello, su mejilla, su cuello, y la abrazó con todo lo que podía.

Ella levantó ligeramente su mano y sus labios se separaron un poco. 

La lengua de Igor penetró en su boca.

"Ah..."

La lengua de Rihannan había sido empujada hacia atrás. 

Buenos, más o menos.

Instintivamente, su lengua se apartó y huyó, pero él la siguió. Persistentemente. 

Igor retorcía su lengua con la de ella. 

Su corazón latía con fuerza. 

Violentamente. 

Igor intentó encontrar su lugar entre los brazos de ella, entre sus tiernos labios.

Ella se armó del valor que nunca tuvo y le devolvió el beso con cuidado. 

Torpemente. 

Su beso fue poco elegante, pero Igor detuvo su movimiento y un gemido se escapó entre sus labios.

"Tú... Rihannan..." él murmuró con una mejilla sonrojada. Tan sonrojadacomo el vino. 

El cuerpo de Rihannan cayó hacia atrás y tocó la cama ante la acción de Igor. Mientras ella caía, él la besaba apasionadamente. 

Ella sintió su peso mientras la besaba frenéticamente. 

Ella tenía problemas para moverse. 

Mientras su lengua se movía con la de ella, ella podía escuchar sonidos húmedos y se sonrojaba. Era la primera vez que escuchaba esos sucios sonidos durante un beso.

¿Esto era normal?

Nunca había tenido un beso tan fuerte y apasionado con Igor, ni podía recordarlo. Sus besos siempre fueron formales e incómodos. Se quedaba quieta con los ojos bien cerrados. Como le habían enseñado a hacer cuando pasaba la noche con un hombre. Y... también porque tenía miedo del hombre que la despreciaba.

En su otra vida, Igor la tocaba, la acariciaba durante minutos y ella se quedaba como una piedra. Al final, se apartaba de ella y suspiraba con tristeza. Ella no sabía lo que su acción significaba, pero su instinto le decía que no le gustaba pasar tiempo con ella. Su cuerpo se ponía más tenso y se secaba. Y cuando Igor buscaba su jardín, ella se mordía los labios y soportaba la vergüenza. 

La noche terminaría con dolor. Pero Rihannan no sabía que eso era anormal.

Que pensaba que de esa manera se hacía el amor. Pero se dio cuenta de que estaba equivocada, cuando escuchó los rumores murmurados en secreto por las damas de compañia de que Igor estaba descontento con ella, y recibía un placer mucho mayor con Leticia.

Ella apartó esos pensamientos y miró Igor. Su cabello negro fluía por su frente y sus ojos la miraban como si fuera la única. Rihannan no era consciente de que ahogaba sus pensamientos y sueños dentro de su corazón. 

Igor la miraba con ojos temblorosos y ella se frotó suavemente los labios hinchados.

Igor la miraba con ojos temblorosos y ella se frotó suavemente los labios hinchados.

"...Te dije... que... una vez que me aceptaras... te querré... y... nunca me detendré..."

Hablaba en voz baja, suave, tierna y sostenía su rostro en sus manos. 

La besó. 

Otra vez. 

Profundamente. 

Era suyo. Le pertenecía a ella. 

Sus dedos vagaban por su cuerpo, vagaban por su pecho cubierto de ropa delgada. 

Ella se mordió los labios y cerró los ojos. Una ligera sensación la golpeó.

"¡Ah!"

Un fuerte gemido se le escapó y ella se sonrojó de vergüenza mientras Igor sonreía de satisfacción.

"¿Lo sientes, Rihannan?"

'¿Sentir qué...?'