Capítulo 99. Disfraz de Hombre
A lo lejos, la mujer del mástil se subió a la espalda del dragón negro, y ellos descendieron. La perla negra sostenida por un hombre, el globo ocular de Largo, reflejaba la escena de la otra perla.
Los labios del hombre formaron una sonrisa. La mujer se tambaleaba en la espalda del dragón. La pantalla tembló varias veces y pronto se detuvo. Un hombre con uniforme de investigador la recibió con un abrazo.
"Pensé que le temía a las alturas, pero te las arreglaste muy bien."
"Tú... arresto..." La mujer murmuró algunas tonterías y pronto se desplomó en los brazos del hombre, con su cara enterrada profundamente en su pecho.
"...Es bueno."
Adrian miró fijamente la vista que tenía enfrente antes de tocar el globo ocular de Largo dos veces. Luego, la escena que mostraba desapareció.
Esa mujer finalmente había puesto sus manos sobre el dragón. Incluso con el marcado incompleto representaba una amenaza, y con el marcado completado, no habría límite para su magia. Se trataba de un poder sin precedentes que no se podía manejar fácilmente, y no sería bueno tenerlo.
Adrian murmuró secamente, "Debería haber detenido esto."
Adrian no sabía de que Lenia era la razón principal del marcado incompleto. Reconocía que había sacado conclusiones precipitadas. Lenia Valtalere, que estaba llevando a cabo actos sospechosos; una mujer anónima, que había entrado en el cuerpo de Eleonora Asil; y Kyle Leonard, el jefe de la Oficina de Seguridad de Investigación.
La oportunidad de acorralar a los tres en una esquina no volvería a presentarse mientras hubiera una salida.
Entonces, deberían ser abordados uno por uno.
Un sollozo contenido sonó desde los pies de Adrián, sin embargo sus verdes orbes no escatimaron en mirar abajo. Adrian sólo pronunció palabras que equivalían a una sentencia de muerte para el oyente.
"Nadie se dará cuenta si mueres aquí, ¿Sabes?"
"Ugh..."
"¿Por qué lloras? Me rompe el corazón." Adrián acarició el cabello dorado que se enredó entre sus dedos, manteniendo su mirada fija en el dragón negro, que se elevaba en lo alto del cielo. Sus labios tenían una sonrisa cautivadora.
"¿Por qué hiciste una cosa tan estúpida, Lenia?"
"Algún día te atraparán..." La mujer murmuró, pero Adrian no le estaba prestando atención.
Al poco tiempo, Adrian subió a la cubierta, los dobladillos de su uniforme revoloteando con el viento. Apretó el sombrero que tenía en una mano. Sus atractivos rasgos se transformaron en una apariencia diferente; un cambio que ocultaba completamente su identidad.
Un marinero asomó la cabeza por las escaleras de la cubierta y gritó. "¡Eh, qué haces aquí! Ven, es un desastre rápido."
"Sí, ya voy."
El guía del ascensor, que estaba a cargo del único ascensor del ferry, sonrió débilmente después de no haber aparecido en todo el día. Su figura pronto desapareció bajo cubierta.
***
"Abre la boca, Mu. ¿Qué demonios has comido? ¿Por qué estás sacando trozos de metal de tu boca?"
"Ehhh."
Noah forzó a Muell a abrir la boca, escudriñando cada rincón del interior de la misma. Trozos afilados de metal se alojaban entre sus dientes, que eran más pequeños que la uña de un niño.
Colocó una taza delante de la boca de Muell. "No puedes tomar cualquier cosa y comértela. Ahora, toma agua."
El niño llenó sus mejillas con agua, parpadeando sus ojos inocentemente, y tragó. Por supuesto, Noah se asustó. "¡Oye! ¡No deberías haberlo tragado! ¡Escúpelo de vuelta!"
"¿Ah?" El niño murmuró.
Noah suspiró y terminó teniendo que mostrar una demostración de gárgaras de agua. "¿Ves? Así."
"Arrr..."
En medio de las gárgaras de agua, la puerta se abrió de golpe. "¿Qué están haciendo ustedes dos?" Preguntó Kyle, observando a Noah y Muell en la cama con la boca llena de agua.
Ambos se sorprendieron y tragaron accidentalmente el agua al mismo tiempo. Noah tosió, con su cara retorciéndose de asco. "Ehh... ¿No sabes cómo tocar la puerta, señor?"
"Por supuesto que sí. Pero no me escuchaste". Parecía como si Kyle nunca hubiera visto nada tan patético. Se acercó a la cama y le dio una palmada en la espalda a Noah, que seguía tosiendo. "Te has estado durmiendo en el mástil, y ahora estás llena de energía", dijo.
"¡Tú! Sí..." Noah estaba agitado por su tono, pero no había mucho que pudiera contestar. Aunque estuvo corriendo toda la noche, la fatiga no se apoderó de su cuerpo. Pero, todavía se sentía cansada.
Con la resonancia con Muell completada, el maná de Noah dejó de ser extraído, y su cuerpo ya no estaba bajo la presión que le hacía sentir náuseas.
Su condición actual estaba en su punto máximo, considerando los 25 años de la increíblemente aburrida vida de Park Noah, y los tres años adicionales de poseer el cuerpo de Eleonora.
Sin embargo, sólo su cuerpo estaba en su mejor momento. Su estado mental no podía estar más agobiado. Noah sacó otro fragmento de metal de los diminutos dientes delanteros de Muell y envió al niño de vuelta al mar. "Ve y relájate, Mu. ¿De acuerdo?"
Él debería estar exhausto para cuando llegaran al puerto. Actualmente ella no podía controlar el maná del dragón, y por lo tanto sólo tendría que esperar hasta que Muell estuviera cansado.