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miércoles, 14 de octubre de 2020

Bajo El Roble - Capítulo 26

Capítulo 26. Noches Decadentes (1)



La cara de Riftan se relajó visiblemente "Muy bien, entonces. Seré una carga extra si me siento adentro, así que montaré mi caballo a partir de ahora. Llámame si te sientes incómoda". 

Riftan entonces cerró la puerta del carruaje. 

Después de un tiempo, durante el cual Max intentó sentarse cómodamente, la familiar sacudida del carruaje indicó que las ruedas se movían contra el camino de tierra. 

Max miraba al paisaje que pasaba por la ventana, encontrando que el extenso campo de trigo se alejaba de su visión para ser reemplazado por una vista de árboles densos y amenazantes. La luz del sol se deslizaba a través de las hojas, bañando el lugar en oro, simulando los suaves hilos de un velo tejido. 

Mientras tanto, los caballeros se sentaron majestuosamente en sus caballos, rodeando el carruaje en el medio. 

Max entrecerró los ojos con fuerza, esperando que otro monstruo apareciera repentinamente del bosque. Contrariamente a sus preocupaciones, el viaje esta vez fue suave y tranquilo. Pronto fue su constante temor de asegurarse de no tropezar en el interior del carruaje lo que agotó su fuerza física. No ayudaba cuando el camino aun no mejoraba después de algún tiempo. 

Los minutos pasaban lentamente, y se desconocía cuánto tiempo había pasado cuando finalmente, el carruaje que se había estado moviendo durante mucho tiempo se detuvo. Riftan apareció ante ella, abriendo la puerta y pronunciando las palabras que tanto deseaba escuchar. 

"Nos tomaremos un descanso aquí". 

Max se bajó del carruaje con entusiasmo. En poco tiempo, sus acciones repentinas hicieron que la sangre corriera por su pierna que se había quedado rígida por sentarse demasiado tiempo. Cuando una desagradable sensación de hormigueo se asentó en sus piernas, ahogó un gemido y se inclinó para masajear sus piernas. 

Riftan se quitó su grueso abrigo y lo colocó sobre una roca, sentándola sobre ella como si fuera un cojín. Sin esperar la reacción de Max, que sabía sería de rechazo, se hincó sobre una rodilla y comenzó a masajear sus músculos acalambrados. 

Con una cara de vergüenza, Max miró rápidamente a su alrededor. Algunos de los caballeros que estaban dando de beber a sus caballos se apartaron, sus miradas se dirigieron a cualquier cosa menos a ellos, pero Max pudo ver el inconfundible asombro en sus caras. 

Max apartó los hombros de Riftan, sus mejillas se volvieron de color rojo escarlata "Ri-Riftan. ¡Oh, c-cielos! No tienes que hacerlo. E-estoy bien..." 

"¿Es un hábito?" preguntó de repente. 

"... ¿Qué?" 

Riftan envolvió su pantorrilla alrededor del dobladillo de su camisa, frotándola ligeramente contra la tela. En voz baja, murmuró "Está bien... No tengas miedo de hablar". 

Max no podía entender a qué hábito se refería, si a su tartamudeo o las veces en las que siempre insistía en hacer las cosas por su cuenta por miedo a ser una molestia. Cualquiera que fuera, provocó un calor que iba creciendo dentro de su pecho. 

Incapaz de encontrar las palabras adecuadas, su mirada se dirigió a las fuertes manos que presionaban cuidadosamente sus piernas. Mientras tanto, se ocupaba de estudiar los tendones que corrían a lo largo de su brazo, pero la pregunta de ‘¿Por qué eres tan amable conmigo?’ no podía escapar a su mente. 

Algo le hacía cosquillas en el estómago, una sensación incómoda como si tuviera puesta una ropa que no le quedaba bien. 

"Oh, ahora. Estoy realmente... b-bien". 

Max trató de forzar su pierna para que saliera de su agarre, Riftan apenas se movió antes de que ella se levantara de su asiento con visible nerviosismo. Sus manos fingían alisar su falda. 

"Te traeré algo de comer, así que descansa por ahora". 

El hombre se levantó silenciosamente de su asiento, regresó más tarde trayendo pan y carne seca. Max empapó el pan seco en agua y se lo comió con curiosidad. Después de terminar de comer, miró cuidadosamente hacia Riftan, dirigiendo una mirada cautelosa hacia los arbustos que había detrás de él a cierta distancia. 

***

El monótono viaje comenzó, y Max se encontró contando sin ganas los árboles que pasaban afuera del carruaje por aburrimiento. Llegó un punto en el que el follaje se hizo más denso provocando que pasara menos luz. Entonces, cuando estaba demasiado oscuro para seguir adelante, los caballeros se detuvieron y buscaron un lugar para descansar. 

Solo cuando hubieron comprobado lo suficiente que los alrededores estuvieran libres de animales y bestias salvajes, Max abandonó el carruaje. 

Agarrando una lámpara con sus manos, se acercó al ocupado Riftan que se encontraba montando una pequeña tienda cerca de su carruaje. Mientras tanto, todos los demás caballeros pusieron sus camas al otro lado, formando un círculo alrededor de la hoguera. 

"El bosque se sumerge en una niebla al amanecer. Así que, si no quieres congelarte, tendrás que soportar este pobre techo". Al notar su presencia, Riftan, que sujetaba la tela firmemente al suelo, miró hacia atrás y le explicó a Max. 

Max se agachó, examinando el interior de la tienda triangular a la altura de la cintura y encontró que solo cabía una persona. 

Inconscientemente dijo hacia Riftan "D-dos, ¿no es, eh, demasiado estrecho para que dos personas duerman...?" 

Max, con la cabeza inclinada, planteó casualmente una pregunta "inofensiva". La mano del hombre, que había estado martillando obedientemente una estaca al otro lado del suelo, se detuvo de repente. Había un indicio de vergüenza en su cara cuando la miró. Un leve rubor en sus mejillas. 

"...Voy a dormir aquí solo. Tú vas a descansar en el carruaje". 

La cara de Max se calentó de repente, y en poco tiempo, estaba roja como una cereza. Cuán incómodos se habían vuelto sus pensamientos, incluso llegando a pensar que se acostarían juntos en la misma cama. 

Max añadió apresuradamente, tropezando con sus propias palabras, "¡O-oh! Yo, yo... durmiendo conmigo, oh no... solo, ah, por eso pensé que lo estabas haciendo..." 

"...Mírame. Apenas lo soporté ayer". Con un profundo suspiro, Riftan inclinó su cabeza con un rostro preocupado. Luego murmuró una maldición y la agarró de la mano, arrastrándola a algún lugar más profundo del bosque oscuro. Tambaleándose tras él. 

Incluso a poca distancia del campamento, la oscuridad que los envolvía seguía siendo aterradora. El silbido del viento que pasaba, agitaba las hojas en lo alto y los gritos de los pájaros llenaban el aire a su alrededor. Todo era como una escalofriante melodía a sus oídos y Max se aferró a sus manos con miedo, como un esfuerzo inútil para bloquear los sonidos. 

Después de caminar un rato, el hombre empujó su cuerpo detrás de un gran poste de madera, aplastando sus labios contra los de ella con prisa y pasión contenida. 

Max jadeó ante el inesperado acto. Aprovechándose de ello, Riftan chupó la suave lengua de su boca, saboreándola con un intenso anhelo. Mientras ella intentaba apartar la extraña sensación de su cabeza, él le acercó la cara y la besó más profundamente. 

El suave cabello de Riftan le hizo cosquillas en la frente, y sus grandes y callosas palmas se deslizaron suavemente desde sus mejillas hacia la parte posterior de su cuello. Él torció su cabeza más abajo, dándole un mejor acceso a su boca mientras la devoraba. Su lengua recorrió toda la carne de su boca, su lengua, sus mejillas, el paladar. 

Mientras la saliva pegajosa goteaba por sus labios, humedeciendo sus mandíbulas, Riftan la lamió y murmuró "Tuve que sufrir esto toda la noche". 

Tomó su mano y la colocó en un lugar sagrado de su cuerpo. Max sintió inmediatamente su abultada virilidad bajo sus palmas y se estremeció. Intentó arrancar sus manos a toda prisa como si se hubiera quemado, pero el brazo que la sostenía no se movía con su escasa fuerza. 

"¿Sabes lo difícil que es acostarse y dormir en este estado?"

****

Nota: Hola, a todxs. Soy Sunray, espero que estén bien y que sea de su agrado este capítulo.
Anteriormente estuve ayudando un poco con la traducción de algunos capítulos de "La emperatriz se volvió a casar", pero ahora estaré ayudando con la traducción de esta novela. Espero recibir su apoyo. 💜