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martes, 29 de septiembre de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 205

Capítulo 205. Shock De Sovieshu (2)



Después de darle otras instrucciones al Marqués Karl sobre la boda, preguntarle cómo iban los preparativos de la misma, y por último discutir el tema de las invitaciones, fue a la habitación de Rashta.

Justo en ese momento, Rashta se estaba probando un vestido.

"¡Su Majestad!"

Cuando Rashta vio a Sovieshu, sonrió y exclamó dulcemente.

Su nuevo vestido estaba casi terminado y estaba probándoselo, por lo que parecía estar muy feliz.

"Su Majestad, ¿cómo se ve Rashta?"

Rashta se bajó de una pequeña caja y giró con elegancia frente a Sovieshu.

El vestido largo se balanceó lentamente al ritmo de los movimientos de Rashta.

Se veía tan hermosa como una princesa en un libro de cuento de hadas, lo que hizo que la diseñadora se sintiera satisfecha con su trabajo. 

Ante su insistencia, la diseñadora terminó haciendo el vestido glamuroso que Rashta quería.

Contrario a sus expectativas, se sentía orgullosa de cómo se veía Rashta con este glamuroso vestido.

Sin embargo, tan pronto como Sovieshu vio el vestido de Rashta, dijo con firmeza, 

"Es demasiado glamuroso."

Rashta abrió los ojos de par en par.

"¿No es hermoso, Su Majestad?"

"Es hermoso. Pero esperaba que fuera más sencillo."

Sovieshu habló como si le estuviera respondiendo a Rashta, pero en realidad estaba hablando con la diseñadora.

La diseñadora inclinó la cabeza y respondió, "Lo entiendo."

Rashta miró sorprendida entre Sovieshu y la diseñadora.

Entonces, cuando estalló en lágrimas, Sovieshu y la diseñadora miraron a Rashta, aún más sorprendidos.

Rashta sollozó y se quejó ante Sovieshu.

"Quiero usar este vestido, Su Majestad. ¡Rashta usándolo se verá muy bien al lado de Su Majestad!"

"Puedes usar un vestido glamuroso en otra ocasión, pero esta vez, usa un vestido sencillo. Tendrás muchas fiestas a las que asistir en el futuro, ¿no?"

"Es importante usarlo en el día más especial."

Rashta añadió con una expresión triste.

"Rashta quiere ser digna de estar al lado de Su Majestad."

Sovieshu quería negarse, pero había oído que no era bueno para el ser en su vientre que una mujer embarazada se alterara.

Viendo toda su cara enrojecida, Sovieshu finalmente accedió con un suspiro.

"Está bien. Puedes usarlo."

***

He terminado de leer los registros del Escriba del Reino Occidental. Ahora era el momento de leer los registros administrativos de las reinas pasadas.

"Su Majestad siempre está leyendo libros."

Mastas refunfuño, era tan activa que parecía no gustarle estas cosas...

"Cuando estaba en el Imperio Oriental también hacía lo mismo."

"¿En serio, Laura?"

"Claro. Libros, libros y más libros todo el tiempo."

"Urgh."

Mastas y Laura estaban hablando entusiasmadas sobre mí, mientras la Condesa Jubel fingía no estar interesada en la conversación, pero se involucraba discretamente.

Los caballeros del Vizconde Langdel se turnaban para hacer guardia en la puerta.

La escena  me trajo recuerdos de cuando estaba en el Imperio Oriental, y eso me hizo sonreír.

Fue entonces.

"Su Majestad."

Rose, que había ido a buscar café, entró y me dijo con una mirada extraña.

"Una de las damas de compañía de Christa está aquí."

"¿De Christa?"

"Sí, trajo una cesta de flores."

Una cesta de flores...

Aunque fue algo inesperado, la dejé entrar de todos modos.

"Mi nombre es Imaru, Su Majestad."

Era la primera vez que veía a esta dama de compañía de Christa.

Me saludó educadamente, y dijo, levantando un poco la cesta de flores que sostenía con ambas manos. 

"Christa se enteró de que Su Majestad ha conseguido caballeros personales, así que me pidió que le entregara esto para felicitarla."

Cuando Rose se adelantó para recibir la cesta de flores, la dama de compañía de Christa añadió.

"Estas flores fueron cuidadas personalmente por Christa."

"Por favor, transmítele mi agradecimiento."

Las flores eran vívidas y hermosas, y la cesta también estaba hermosamente decorada.

Pero tan pronto como la dama de compañía de Christa se fue, Rose resopló,

"Debe estar preocupada por la llegada de los caballeros de Lord Langdel. Ha estado ignorando a Su Majestad todo este tiempo, pero ¿ahora incluso le envía un regalo?"

La Condesa Jubel también preguntó fríamente.

"¿La tiramos?"

Rose pareció sorprendida, sonrió y añadió, "Sólo estaba bromeando," Luego señalo a una mesa sin decorar.

"La pondré allí, Su Majestad."

"Está bien."

Después de pensarlo un momento, le pedí un favor a Rose.

"Señorita Rose, envía un ramo de flores de acacia a Christa a cambio."

Me hubiera gustado enviarle también flores de mi jardín, pero aún no he cultivado nada.

"Es un regalo del otro bando. ¿Tiene que enviar uno a cambio? Tampoco creo que haya estado realmente feliz de enviarle este regalo."

A Mastas parecía disgustarle la idea...

"No importa si lo hizo con sinceridad o no."

"¿Eh?"

"Es mejor tener una falsa amistad que estar en conflicto."

***

Habían pasado unos días, pero después de ese día, Christa no volvió a mostrar ninguna acción amistosa. Como era originalmente.

Pasaron los días, pero Christa no volvió a mostrar ninguna acción amistosa desde entonces. Como era originalmente.

Pero algunas cosas habían cambiado.

Ahora mis damas de compañía se han vuelto muy cercanas entre sí, y estoy acostumbrada a tener caballeros haciendo guardia en la puerta.

Nian venía cada dos o tres días a pasar el rato con el Vizconde Langdel, y era muy divertido verlos juntos.

Quizá fue porque descubrí que el Vizconde Langdel no era un joven inocente atrapado en un amor no correspondido, sino un comandante de los temibles caballeros transnacionales.

Cada vez que veía cómo se concentraba en las palabras y acciones de Nian me daban ganas de reír.

Aunque intentaba no reírme porque podría parecer descortés.

Sin embargo, a pesar de estos días de paz, a veces me sentía incómoda cuando miraba hacia el cajón de mi escritorio.

Debido a la carta de Sovieshu dentro de ese cajón.

'... ¿Qué estás pensando realmente?'

Si pudiera traer al Sovieshu de mi infancia, me gustaría sentarme frente a él y preguntarle eso. El Sovieshu de antes era más honesto al expresar sus sentimientos.

Cuando estaba desdoblando la carta de Sovieshu para volver a leerla...

Alguien llamó a la ventana. 

Al darme la vuelta, vi a Heinley nuevamente allí. 

Dejé la carta, me acerqué a la ventana y cerré las cortinas.

"¿Reina?"

Una voz avergonzada sonó desde detrás de las cortinas, parecía desconcertado.

Si le seguía abriendo la ventana no dejaría de venir por aquí.

"¿Reina? Lo siento, ¿Reina?"

Heinley me llamó una y otra vez, como si estuviera realmente desconcertado.

Deliberadamente conté 30 segundos y luego abrí las cortinas.

Heinley estaba tan deprimido que se puso en cuclillas frente a mi ventana, apoyando sus brazos en el alféizar de la misma.

Una vez que abrí la ventana, me miró a los ojos y se disculpó.

"Lo siento. Estoy acostumbrado a verte por aquí..."

"Sólo permitiré que Reina entre por la ventana."

"Entonces, ¿puedo entrar como Reina?"

"Por supuesto, si te vistes adecuadamente."

"... ¿me vestirás tú misma?"

¿Qué esperas? Es un pájaro travieso.

"Por cierto, ¿qué te trae por aquí a esta hora del día?"

A esta hora todavía debería estar trabajando.

"Tengo una buena y una mala noticia. Sólo quería dártelas."

"¿Cuáles son?"

"La buena noticia es que... la fecha de nuestra boda finalmente ha sido fijada, Reina."

"¡!"

"Dentro de poco, seremos innegablemente una pareja casada."

"Ya estamos casados. Somos innegablemente una pareja casada."

"Lo que hicimos antes fue un juramento ante Dios. Ahora proclamaremos ante todo el mundo que yo soy tu hombre y tú eres mi mujer."

Mirando a Heinley hablando con satisfacción, me daban ganas de pellizcarle la mejilla.

Pero actué tranquila, y le pregunté,

"¿Cuál es la mala noticia?"

"Umm..."

¿Es peor de lo que pensaba?

Heinley dudó un poco antes de decir,

"El Emperador del Imperio Oriental envió una invitación formal para asistir a su boda."

"¡!"

"Espera que podamos asistir. En caso de que yo no pueda, al menos quiere que asista Reina."

Cuando Heinley terminó de hablar, me miró a los ojos.

"¿Vas a ir?"

Al decir que esto era una mala noticia, ¿Heinley esperaba que yo no asistiera?

Pero le respondí enseguida sin dudarlo.

"Voy a ir."

"Sí..."

"Quiero ver a mis padres y a mis amigos."

"..."

"No quiero perder la oportunidad de ver a las personas que quiero sólo porque está él."

Tan pronto como terminé de hablar, Heinley se apresuró a decir,

"Iré contigo."

Me negué inmediatamente.

"No tienes que hacerlo."

No es porque me incomodara que fuera conmigo sino porque la ultima vez fuimos detenidos temporalmente en la Mansión Troby por orden de Sovieshu.

Ese seguirá siendo un recuerdo desagradable.

No quería hacerlo ir allí de nuevo.

Pero Heinley respondió con una sonrisa.

"Quiero ir contigo. Mis padres y mis amigos también están allí."

¿Los padres de Heinley estaban en el Imperio Oriental?

"Ah."

Supongo que está hablando de mis padres.

Cuando abrí la boca con asombro, Heinley refunfuñó en tono de broma.

"Parecían incómodos estando conmigo la primera vez que nos reunimos. Esta vez, me asegurare de convertirme en un amado yerno."

"... Estoy segura de que ahora te amarán."

Heinley me había salvado de ser completamente humillado. 

Él sonrió en silencio y asomó la cabeza por la ventana.

Luego me besó ligeramente en la mejilla.

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 205

"¡!"

Me sorprendió tanto que mis ojos se abrieron de par en par.

Él retrajo su cabeza un poco y me miró a los ojos, al ver que yo permanecía inmóvil, volvió a acercarse y presionó sus labios contra mi mejilla.

Esta vez, fue más prolongado.

Luego retrocedió y sonrió tímidamente.

"¿Y cuándo me convertiré en tu amado esposo?"