Capítulo 89. Una Reunión Furiosa
Noah luchó por liberarse de las garras del hombre, pero no sirvió de nada. Sus brazos eran demasiado fuertes; era evidente que el hombre tenía un gran físico. Entrecerró los ojos, esperando poder mirar lo que le rodeaba, pero no tenía sentido en la habitación totalmente oscura. Ella luchó con todas sus fuerzas y aún así no pudo vencerlo. No pasó mucho tiempo antes de que el miedo la invadiera.
"Shh."
Justo cuando estaba a punto de estallar en lágrimas, escuchó un sonido del hombre. Noah retorció su cuerpo, abriendo bien los ojos. Las lágrimas que rebosaban sus ojos, finalmente se deslizaron por sus mejillas. Al mismo tiempo, su cuerpo, que casi se derrumbó en el suelo, fue levantado.
Sus manos pasaron a tientas por la cara del hombre, sintiendo sus rasgos: una mandíbula afilada, mejillas duras, labios ligeramente agrietados y una nariz puntiaguda. Mientras le tocaba la nariz, un suspiro se escapó de sus labios.
"Me vas a pinchar el ojo. Señorita Noah."
Tan pronto como escuchó su voz, se sintió sorprendentemente enfadada. 'He venido hasta aquí para sacarte de aquí, pero ¿Estás tan relajado?'
Noah apretó su mano en un puño e intentó golpear a Kyle en el hombro, pero su golpe aterrizó en la mano de Kyle.
"Shh, lo recibiré más tarde."
Kyle puso su mano en la parte posterior de la cabeza de ella y la tiró hacia sus brazos. Justo a tiempo, los pasos resonaron fuera de la puerta. Noah enterró su cara en sus hombros, conteniendo la respiración.
El sonido de los pasos se detuvo de repente. Su corazón seguía latiendo rápido, pero poco a poco recuperaba su estabilidad con Kyle dándole suaves palmadas en la espalda. Se sintió de alguna manera aliviada, el miedo ya no la invadía, y la racionalidad volvió a sus sentidos.
De repente, se escuchó el débil ruido de un metal golpeando algo. Debía ser la chatarra que Muell trajo consigo. Se escuchó de nuevo el sonido de pasos, que se detuvo poco después de unos minutos muy cerca de la habitación en la que se escondieron.
Hubo un golpeteo, y un ligero temblor hizo vibrar el suelo. Parecía que la enorme puerta de hierro de la sala de operaciones de maná se había abierto. Alguien entró por la puerta, seguido del sonido de la puerta de hierro cerrándose de nuevo.
La sala estaba una vez más en silencio.
"¿Cuánto tiempo ha pasado?" Kyle rompió el silencio, exhalando profundamente. "Estaba un poco preocupado por si podía volver a subir, pero por suerte tú viniste". Una gran mano se posó en la cabeza de Noah. Luego, la acarició un par de veces.
"¿Desde cuándo has estado aquí?" Noah preguntó con voz ronca.
"Desde la noche. ¿Cuánto tiempo ha pasado? No pude confirmarlo porque mi reloj estaba roto."
"...Como un día."
"Ha pasado más tiempo del que pensaba. ¿Ya se ha detenido el barco? Rompí un recipiente de maná por miedo a una explosión."
"...Se detuvo. Por eso bajé de inmediato."
"Bien. Habría sido muy difícil si la Señorita Noah no hubiera bajado."
La forma en que hablaba era como si no hubiera estado atrapado en este lugar del barco durante mucho tiempo. Kyle movió su torso, y luego, después de un momento de ruido, la lámpara se encendió. El espacio negro brilló en un color naranja. Sólo entonces Noah pudo observar su cara correctamente.
No era muy diferente de la última vez que lo había visto. Sólo que su cabello estaba un poco despeinado y tenía un pequeño rasguño en la parte inferior de su ojo izquierdo.
"¿Has cenado?"
"...¿Me estás preguntando si he cenado en esta situación?" Noah apretó los dientes, y esta vez le dio un puñetazo en el hombro.
"Ah". Kyle dio un gemido sordo por cortesía. Noah se sentió ofendida, así que levantó la rodilla y le golpeó fuerte en algún lugar de su estómago. Kyle frunció el ceño como si hubiera funcionado un poco esta vez. "Me duele. ¿Por qué te desquitas conmigo?"
"¿Por qué estás tan tranquilo?" Se quejó, lo agarró por la barbilla, y le volteó la cabeza de un lado a otra. No había otras heridas excepto el pequeño corte debajo de su ojo.
"¿Estás herido? ¡Estaba preocupada!"
"Preocupada..."
Kyle, cuya barbilla aún descansaba sobre sus dedos, tenía una extraña mirada en su cara. De cualquier manera, Noah respiró un suspiro de alivio después de que confirmara que todos sus miembros seguían intactos.