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lunes, 31 de agosto de 2020

I Raised A Black Dragon - Capítulo 87

Capítulo 87. Parte Inferior del Barco


La sala de operaciones de maná era increíblemente enorme, ocupando todo el espacio inferior del barco.

Noah miró al techo distante que estaba encima de ella. Cientos de tubos se cruzaban horizontal y verticalmente, cubriendo el techo y las paredes por igual. Diez de los tubos de latón particularmente gruesos descendían por la pared y estaban conectados a un recipiente de maná cilíndrico.

Junto al recipiente, había una enorme turbina de latón de más de cinco veces su altura. Un total de diez turbinas habían dejado de moverse. Las lámparas colgadas en el techo daban a la sala una mezcla de brillo rojo y naranja.

La piel de Noah hormigueaba ante la ola de maná que recorría toda la habitación. Luego, escuchó un traqueteo desde atrás y se dio vuelta rápidamente. El ascensor empezó a moverse de nuevo.

Observó cómo el ascensor ascendía aturdida. No había ningún botón al lado del ascensor, y como estaba alimentado por maná, no había cables para subirlo.

"Oh, Dios..."

Lenia tenía razón cuando dijo que no se podía volver a subir de la misma manera que se bajaba. Al darse cuenta de que no tenía sentido seguir mirando el espacio vacío que había dejado el ascensor, Noah le dio la espalda y empezó a mover sus débiles piernas.

"Mu, avísame tan pronto como sientas algo. ¿De acuerdo?"

"Sí."

Sólo un siniestro silencio se mantuvo en la zona. Lentamente atravesaron la cálida e iluminada habitación. No hubo disparos repentinos, ni susurros, ni siquiera altercados. Sólo eran evidentes los rastros de un enfrentamiento.

El mango de un dispositivo operado por un hombre se encontraba en el suelo, hecho pedazos. Un tubo estaba doblado completamente por la mitad, goteando un líquido negro y pegajoso. En la tercera sección, una larga cola de humo negro se elevó de uno de los recipientes.

A medida que se acercaban, Noah notó que había dos agujeros en el recipiente. Probablemente había sido penetrado por las balas.

Cuando se dio la vuelta, vio una bala en el suelo, negra brillante con un recubrimiento especial; era la bala personalizada que usaba Kyle. Sin embargo, no pudo recogerla para inspeccionarla. La bala había caído en medio de un pequeño charco de sangre.

"...Cielos". 'Esto debe ser por lo que la gente busca a Dios'

En el momento en que sus ojos se posaron en el sangriento charco, se quedó congelada de inmediato. Un olor a podrido sofocaba sus fosas nasales. Había pasado el tiempo desde que la pelea tuvo lugar, puesto que los bordes se estaban secando hasta adquirir un color marrón.

Las manchas de sangre estaban extrañamente marcadas en el suelo, pareciendo como si una escoba hubiera sido barrido el charco de sangre. Noah no pudo mirar el grueso charco, pero observó las manchas por un tiempo.

'Ah, eso es. El herido estuvo luchando en este lugar y probablemente rodó por el suelo varias veces'.

"Por favor, bájame, Noah." Muell saltó de sus brazos y se apresuró al charco. Al contrario que ella, que evitaba la desagradable vista, Muell se agachó y olfateó. Y como si no fuera suficiente olerlo, agitó el charco de sangre con su dedo.

"¿Es de Kyle?" Noah preguntó con dudas.

"...No. No puedo olerlo." Muell respondió, sacudiendo la cabeza.

Noah respiró un suspiro de alivio. 'Gracias a Dios, no estás herido'.

El curioso niño pasó mucho tiempo observando la sangre y luego se puso de pie. Sostuvo la bala del mayordomo en su mano. "Mira, Noah."

Muell se acercó a ella, extendiendo su brazo. En su palma estaba la bala. No había miedo en los orbes rojos del niño; sus ojos sólo brillaban de interés. Noah extendió lentamente su mano hacia la mano de Muell, sintiéndose incómoda por las manchas de sangre de la bala.

"Tócala. Noah serás capaz de verlo."

"¿Qué?"

"El curso del arma usada por el Señor Kyle."

Al tocarla, Noah pudo sentir instantáneamente el maná de Muell succionado dentro de ella. Thud, thud, thud.  Su corazón empezó a acelerarse como si acabara de tragarse un litro de café. El latido se intensificó gradualmente y sonó como tambores dentro de su cuerpo. Era una consecuencia de un marcado incompleto.

Noah cerró los ojos con fuerza ante el peso del pecho y luego abrió los ojos. Fue recibida por una visión increíble.